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jueves, julio 18, 2024
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    Daniel 8 - Jünemann Septuaginta en español

    Visión del carnero y del macho cabrío

    1. Destrucción del reino segundo, tercero y del santuario El año tercero, reinando Baltasar, visión que vi yo, Daniel, después de ver la primera.

    2. Y vi en la visión de mi ensueño, estando yo en Susa, la ciudad; la cual está en la Elimaide región; y vi en visión, aún estando yo delante de la puerta de Elam.

    3. Mirando, vi carnero uno grande, parado en frente de la puerta; y tenía cuernos, y los cuernos altos; y el uno más alto que el otro; y el más alto subía.

    4. Después de esto, vi el carnero corneando hacia oriente(a), y hacia septentrión, y hacia occidente, y hacia mediodía; y todas las bestias no se tenían en pos de él; y no había quien salvara de las manos de él; y hacía cual quería y era exaltado.

    5. Y yo reflexionaba, y he aquí cabrón de cabras venía de occidente sobre la haz de la tierra; y era del cabrón cuerno uno, visible en medio de sus ojos.

    6. Y vino el carnero el que los cuernos tenía, que vi parado delante de la puerta; y corrió a él con furia de ira.

    7. Y le vi arremetiendo contra el carnero, y enfurecióse contra él; y percutió al carnero y quebrantó sus dos cuernos; y no hubo ya fuerza en el carnero de afrontar al cabrón; y le arrastró sobre la tierra, y le quebrantó; y no hubo quien librara al carnero del cabrón.

    8. Y el cabrón de las cabras prevaleció sobremodo; y, cuando hubo prevalecido, fue quebrantado su cuerno, el grande; y subieron otros cuatro cuernos, en pos de él, hacia los cuatro vientos del cielo.

    9. Y de uno de ellos nació cuerno fuerte uno, y prevaleció y percutió a mediodía, y a oriente y a septentrión(b);

    10. y exaltado fue hasta las estrellas del cielo; y destrozadas fueron sobre la tierra algunas estrellas(c), y ellas conculcadas

    11. (hasta que el arquiestratego libertare la cautividad); y, por él, los montes, los desde el siglo, se hendieron y quitado fue su lugar(d) y el sacrificio; y púsola hasta el suelo sobre la tierra, y prosperaron, y fue hecho; y el santuario será yermado(e).

    12. Y fueron hechos sobre el sacrificio los pecados; y derribada fue por tierra la justicia; e hizo y prosperó.

    13. Y oí a otro santo(f) hablar; y dijo el otro santo al desconocido que hablaba: «¿Hasta cuándo la visión permanecerá, y el sacrificio, el quitado, y el pecado de desolación, el dado, y el santuario será yermado en conculcación?»

    14. Y le dijo: «Hasta tarde y mañana(g), días dos mil trescientos; y será purificado el santuario.»

    15. Y aconteció: al mirar yo, Daniel, esta visión, buscaba entender, he aquí detúvose delante de mí una como vista de hombre.

    16. Y oí voz de hombre en medio de Ulaí(h), y llamó y dijo: «Gabriel, explica a aquél la visión.» Y, clamando, dijo el hombre: «Por ese mandato, la visión.»(i).

    17. Y vino y se detuvo junto a mi estada; y, al venir él, turbéme y caí sobre mi rostro; y me dijo: «Entiende, hijo de hombre; pues aún hasta hora de tiempo(j), esta visión.»

    18. Y, hablándome él, adormecíme sobre el rostro, en tierra; y, tocándome, levantóme sobre el sitio;

    19. y me dijo: «He aquí yo te anuncio lo que habrá en el postrero de la ira(k), para los hijos de tu pueblo, pues, aún hasta hora de tiempo de consumación permanecerá(l).

    20. El carnero que has visto, el que tiene los cuernos, el rey de medos y persas es.

    21. Y el cabrón de las cabras, rey de los helenos es(m); y el cuerno el grande, el en medio de sus ojos, ése, el rey primero.

    22. Y los quebrantados y nacidos en pos de él, cuatro cuernos —cuatro reyes de su linaje se levantarán; y no en su fortaleza(n).

    23. Y al fin de su reinado, completos sus pecados, se levantará un rey impudente(o) de faz, entendido en arterías.

    24. Y se afirmará su fuerza, y no en la fuerza de él(p); y maravillosamente perderá; y prosperará y hará; y perderá potentados y pueblo de santos, su pensamiento;

    25. y prosperará la mentira en sus manos; y su corazón se exaltará, y con dolo anonadará a muchos; y sobre perdición de varones se alzará; y hará congregación de mano, y retribuirá.»(q).

    26. La visión de tarde y mañana fue hallada sobre verdad; y ahora cerrada, la visión; pues aún, para días muchos(r).

    27. Yo, Daniel, enfermo días muchos; y, levantándome, administraba de nuevo negocios reales y desfallecía por la visión; pues nadie había quien advirtiera.