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sábado, agosto 17, 2024
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    Éxodo 8 - Jünemann Septuaginta en español

    La plaga de ranas

    1. Plagas 2ª, 3ª y 4ª Y dijo Señor a Moisés: «Entra a Faraón; y le dirás: «Esto dice Señor: «Deja ir mi pueblo para que me sirva»;

    2. y si no quieres tú dejarlo ir, he aquí yo hiero todos los confines con ranas.

    3. Y vomitará el río ranas, y, subiendo, entrarán, en tu casa y en las alcobas de los que duermen contigo y sobre tus lechos y en las casas de tus servidores y tu pueblo, y en tus artesas y en tus hornos,

    4. y sobre ti y sobre tus servidores y sobre tu pueblo subirán las ranas».

    5. Y dijo Señor a Moisés: «Di a Aarón tu hermano: «Extiende con la mano tu vara sobre los ríos, y sobre los canales y sobre los pantanos, y sube(a) las ranas».

    6. Y extendió Aarón la mano sobre las aguas de Egipto y subió las ranas; y ascendieron las ranas y cubrieron la tierra de Egipto.

    7. E hicieron del mismo modo también los encantadores con sus hechicerías, y trajeron las ranas sobre la tierra de Egipto.

    8. Y llamó Faraón a Moisés y Aarón y dijo: «Rogad por mí a Señor y quite las ranas de mí y de mi pueblo; y los dejaré ir, y sacrifiquen al Señor».

    9. Y dijo Moisés a Faraón: «Señálame para cuando he de rogar por ti y por tus servidores y por tu pueblo, para que desaparezcan las ranas de ti, y de tu pueblo y de vuestras casas; sólo que en el río quedarán».

    10. Y él dijo: «Para mañana». Dijo, pues: «Como has dicho; para que veas que no hay otro sino el Señor;

    11. y quitadas serán de en torno las ranas de ti, y de los servidores tuyos y de tu pueblo; sólo en el río quedarán».

    12. Y salió Moisés y Aarón de Faraón; y clamó Moisés a Señor por la limitación de las ranas, como había señalado Faraón.

    13. E hizo Señor según dijo Moisés , y murieron las ranas de las casas, y de las granjas, y de los campos;

    14. y juntáronlas montones, montones(b); y hedió la tierra.

    15. Pero, viendo Faraón que había refrigerio, agravóse su corazón, y no les oyó; según había hablado Señor.

    La plaga de piojos

    16. Y dijo Señor a Moisés: «Di a Aarón: «Extiende tu vara y hiere el polvo de la tierra, y habrá mosquitos, y en los hombres y en los cuadrúpedos, y en toda tierra de Egipto».

    17. Extendió, pues, con la mano, la vara y hubo los mosquitos en los hombres y en los cuadrúpedos; y todo polvo de la tierra convirtióse en mosquitos en toda la tierra de Egipto.

    18. E hicieron del mismo modo también los encantadores; y no pudieron. Y había(c) mosquitos en los hombres y en los cuadrúpedos.

    19. Dijeron, pues, los encantadores a Faraón: «Dedo(d) de Dios es éste». Pero el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó; según había hablado Señor.

    La plaga de moscas

    20. Y dijo Señor a Moisés: «Madruga mañana y ponte frente a frente de Faraón; he aquí él saldrá al agua, y dirás a él: «Esto dice Señor: «Deja ir mi pueblo para que me sirva en el desierto;

    21. y si no quieres dejar ir mi pueblo, he aquí yo suelto, sobre ti y tus servidores y sobre tu pueblo y sobre vuestras casas mosca(e) y llenáronse las casas de Egipto de mosca, y la tierra donde están.

    22. Pero maravillaré(f) en aquel día la tierra de Gesén, en donde está mi pueblo; sobre la cual no habrá mosca; para que sepas que yo soy Señor; el señor de toda la tierra.

    23. Y pondré división entre el pueblo mío y entre el pueblo tuyo; y mañana habrá esto sobre la tierra».

    24. E hizo Dios así, y vino la mosca muchedumbre, a las casas de Faraón y a las casas de sus servidores y a toda la tierra de Egipto; y devastada fue la tierra por la mosca.

    25. Y llamó Faraón a Moisés y Aarón, diciendo: «Yendo, sacrificad a vuestro Dios en la tierra».

    26. Y dijo Moisés: «No es posible hacer así; pues abominaciones de los egipcios sacrificaremos a Señor, nuestro Dios; pues, si sacrificáremos las abominaciones de los egipcios a faz de ellos, lapidarásenos.

    27. Camino de tres días iremos al desierto y sacrificaremos a nuestro Dios, según nos dijo Señor».

    28. Y dijo Faraón: «Yo os dejo ir, y sacrificad a vuestro Dios en el desierto; pero no os alejéis mucho en el andar; rogad, pues, por mí a Señor».

    29. Y dijo Moisés: «He aquí yo saldré contigo y oraré a Dios y se irá de ti la mosca y de tus servidores y de tu pueblo mañana; no prosigas ya, Faraón, en engañar para no dejar ir al pueblo a sacrificar a Señor».

    30. Y salió Moisés de con Faraón y oró a Dios;

    31. e hizo Señor, según dijo Moisés, y quitó la mosca de Faraón y sus servidores y su pueblo; y no quedó ninguna.

    32. Y agravó Faraón su corazón, también esta vez, y no quiso dejar ir al pueblo.