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jueves, julio 18, 2024
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    Romanos 11 - Jünemann Septuaginta en español

    El remanente de Israel

    1. No todos los judíos se endurecieron Digo, pues: ¿Acaso ha repelido Dios a su pueblo? ¡No sea! que también yo israelita soy, de simiente de Abrahán, tribu de Benjamín.

    2. No ha repelido Dios a su pueblo, al que preconoció(a). ¿O no sabéis, en Elías, qué dice la escritura: cómo interpela a Dios contra Israel?:

    3. 1 R. 19,10. Señor, a tus profetas han muerto; tus aras socavado, y yo he sido dejado solo, y buscan mi alma.

    4. Pero ¿qué le dice el oráculo(b)? R. 19,18. Heme dejado siete mil varones; los cuales no han doblado rodilla a Baal.

    5. Así, pues, también en el presente tiempo, resto, según elección de gracia, (salvo) ha sido hecho;

    6. y, si, de gracia, ya no por obras, que de otra suerte la gracia ya no se hace gracia.

    7. ¿Qué, pues? Lo que busca Israel, esto no consiguió; la elección(c), empero, lo consiguió; mas los restantes obcecáronse;

    8. según está escrito: Is. 29,10. Dióles Dios espíritu de quebranto, ojos para no ver, y orejas para no oír, hasta el día de hoy.

    9. Y David dice: Sl. 69,23,24. Hágase la mesa de ellos en lazo, y en prendimiento, y en escándalo y en retribución a ellos;

    10. entenebrézcanse sus ojos para no ver; y la espalda de ellos siempre encorva.

    La salvación de los gentiles

    11. Digo, pues: ¿Acaso tropezaron para que cayesen? ¡No sea! ¡sino que, con la caída de ellos, la salud(d) a las gentes, para encelarles.

    12. Y, si la caída de ellos, riquezas del mundo; y la merma de ellos, riquezas de las gentes; cuánto más la plenitud de ellos!

    13. Y a vosotros digo: a las gentes; en cuanto, en verdad, soy yo de gentes apóstol, mi ministerio glorifico;

    14. por si de algún modo he de encelar a mi carne(e) y salvar algunos de ellos.

    15. Pues, si la repulsa de ellos, reconciliación de mundo ¿cuál la recepción; si no vida de muchos?

    16. Y si las primicias(f), santas, también la masa; y, si la raíz, santa, también las ramas.

    17. Y, si algunas de las ramas se desgajaron, y tú, oleastro siendo, injertado has sido en ellas y copartícipe de la raíz, de la grosura de la oliva has sido hecho;

    18. no te jactes de las ramas, y, si te jactares, no tú la raíz llevas, sino la raíz, a ti.

    19. Dirás, pues; «Desgajáronse ramas, para que yo fuese injertado».

    20. ¡Bellamente! Por la infidelidad desgajáronse, y tú por la fe parado estás. No cosas excelsas sientas, sino teme;

    21. pues, si Dios a las según naturaleza ramas no perdonó, ni a ti perdonará.

    22. Ve, pues, benignidad y severidad de Dios: para los que cayeron ciertamente, severidad; y para ti, benignidad de Dios, si permanecieres en la benignidad; de otra suerte también tú cortado serás.

    23. Y también aquéllos si no permanecieren en la infidelidad, injertados serán. Que poderoso es Dios para de nuevo injertarles,

    24. pues, si tú cortado has sido del, por naturaleza, oleastro, y, contra naturaleza, injertado en bella oliva; ¡cuánto más éstos, los según naturaleza, injertados serán en su propia oliva!

    La restauración de Israel

    25. Pues no quiero que vosotros ignoréis, hermanos, este misterio (para que no seáis en vosotros mismos prudentes(g): que la ceguedad en parte a Israel aconteció, hasta que la plenitud(h) de las gentes entrare.

    26. Y así(i) todo Israel se salvará, según está escrito: Is. 59.20. Llegará de Sión el que libertará, y apartará impiedades de Jacob.

    27. Y ésta para ellos la conmigo alianza, cuando quitare yo los pecados de ellos.

    28. Según el Evangelio ciertamente odiados(j), por causa de vosotros; pero, según la elección, amados, por causa de los padres,

    29. pues irrevocables los carismas y la vocación de Dios.

    30. Pues, así como vosotros un día desobedecisteis a Dios; mas ahora ya se os compadece por la de éstos desobediencia;

    31. así también éstos ahora han desobedecido por vuestra compasión, a fin de que también a ellos ahora se les compadezca;

    32. pues ha encerrado Dios a todos en desobediencia, para de todos compadecerse.

    33. ¡Oh profundidad de riquezas y sabiduría y ciencia de Dios! ¡cuán inescrutables sus juicios, e ininvestigables sus caminos!

    34. Pues ¿quién conoció mente de Señor? ¿O quién consejero suyo hecho fue?

    35. ¿O quién antes dióle, y retribuirásele?

    36. Pues de él, y por él y a él todas las cosas: a él la gloria por los siglos; amén.