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    2 Samuel 14 - La Biblia del Oso  RV1569

    Joab procura el regreso de Absalón

    1. YConociendo Ioab hijo de Saruias, que el coraçon del Rey eſtaua con Abſalom:

    2. Embió Ioab à Thecua, y tomó de alla vna muger aſtuta, y dixole: Yo te ruego q̃ te enlutes, y te viſtas de ropas de luto, y no te vnjas con olio, antes ſe como vna muger que ha mucho tiẽpo que trae luto por algun muerto.

    3. Y entrando àl Rey, habla con el deeſta manera. Entonces puſo Ioab las palabras en ſu boca.

    4. Entró pues aquella muger de Thecua àl Rey, y proſtrandoſe ſobre ſu roſtro en tierra adoró, y dixo: O rey, ſalua.

    5. Y el Rey le dixo: Que has? y ella reſpõdió: Yo ſoy de cierto vna muger biuda, y mi marido es muerto.

    6. Y tu ſierua tenia dos hijos, y los dos riñeron enel campo: y no auiẽdo quien los deſpartieße, hirió el vno àl otro, y matólo.

    7. Y heaqui toda la parentela ſe há leuantado contra tu ſierua, diziendo: Entrega àl que mató à ſu hermano, paraque lo matemos por la vida de ſu hermano, aquien el mató: y quitemos tãbien el heredero. Anſi apagarã el aſcua que me ha quedado, no dexando à mi marido nombre ni reliquia ſobre la tierra.

    8. Entonces el Rey dixo à la muger. Vete à tu cauſa, que yo mandaré acerca de ti.

    9. Y la muger de Thecua dixo àl Rey: Rey ſeñor mio la maldad ſea ſobre mi, y ſobre la caſa de mi padre, y el Rey y ſu ſilla ſea ſin culpa.

    10. Y el Rey dixo: Alque hablâre contra ti, traelo à mi, que no te tocará mas.

    11. Y ella dixo: Yo te ruego ò Rey que te acuerdes de Iehoua tu Dios, que no hagas multiplicar los cercanos del muerto para echar à perder y deſtruyr à mi hijo. Y el reſpondió: Biue Iehoua, que no caerá ni aun vn cabello de la cabeça de tu hijo en tierra.

    12. Y la muger dixo: Yo te ruego que hable tu criada vna palabra à mi ſeñor el Rey. Y el dixo: Habla.

    13. Entonces la muger dixo: Porque pues pienſas tu otro tanto contra el pueblo de Dios? que hablando el Rey eſta palabra es como culpado: por quanto el Rey no haze boluer ſu fugitiuo.

    14. Porque muriendo morimos, y como aguas derramadas por tierra, que nũca mas ſon tornadas à coger, ni Dios tendrà reſpeo à perſona: mas pienſa penſamiẽtos para no echar de ſi àl deſechado.

    15. Y que yo he venido aora para dezir eſto àl Rey mi ſeñor, es porque el pueblo me ha pueſto miedo. Mas tu ſierua dixo enſi, Aora yo hablaré àl Rey, por ventura hará el Rey la palabra de ſu ſierua.

    16. Porque el Rey oyrá para librar à ſu ſierua de mano del hombre que me quiere raer à mi hijo juntamẽte dela heredad de Dios.

    17. Tu ſierua pues dize, que ſea aora la reſpueſta de mi ſeñor el Rey para deſcanſo: pueſque mi ſeñor el Rey es como vn angel de Dios para eſcuchar lo bueno y lo malo, Y Iehoua tu Dios ſea contigo.

    18. Entonces el Rey reſpondió, y dixo à la muger: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntâre. Y la muger dixo: Diga mi ſeñor el Rey.

    19. Y el Rey dixo. No ha ſido la mano de Ioab contigo entodas eſtas coſas? Y la muger reſpondió, y dixo: Por vida de tu anima Rey ſeñor mio, que no ay porque yr à mano derecha ni amano yzquierda de todo loque mi ſeñor el Rey ha hablado: porque tu ſieruo Ioab, el me mandó, y el puſo en la boca de tu ſierua todas eſtas palabras.

    20. Y que yo boluieße la forma de las palabras, Ioab tu ſieruo lo ha hecho. Mas mi ſeñor es ſabio cõforme à la ſabiduria de vn angel de Dios, para ſaber loque ſe haze en la tierra.

    21. Entonces el Rey dixo à Ioab: He aqui yo hago eſto. Ve y haz boluer àl moço Abſalom.

    22. Y Ioab ſe proſtró en tierra ſobre ſu roſtro, y adoró, y bendixo àl Rey: y dixo Ioab: Oy há entendido tu ſieruo, que he hallado gracia en tus ojos Rey ſeñor mio; pueſque ha hecho el Rey la palabra de ſu ſieruo.

    23. Y leuantoſe Ioab, y fue à Geßur, y boluió à Abſalom à Ieruſalem.

    24. Y el Rey dixo: Vayaſe à ſu caſa, y no vea mi roſtro. Y Abſalom ſe boluió à ſu caſa, y no vido el roſtro del Rey.

    25. No auia varon tan hermoſo en todo Iſrael como Abſalom, para alabar en gran manera: deſde la planta de ſu pie haſta la mollerá no auia enel macula.

    26. Y quando treſquilaua ſu cabeça (loqual era cada año àl cabo del año, que el ſe treſquilaua, porque le hazia moleſtia el cabello, y treſquilaualo,) peſaua el cabello de ſu cabeça dozientos ſiclos de peſo real.

    27. Y nacieronle à Abſalom tres hijos, y vna hija que ſe llamaua Thamar: la qual fue hermoſa de ver.

    28. Y eſtuuo Abſalom dos años de tiẽpo en Ieruſalem, que nunca vido la faz del Rey.

    29. Y embió Abſalom por Ioab para embiarlo àl Rey: mas no quiſo venir â el: ni aunque embió por el la ſegunda vez, quiſo venir.

    30. Entonces dixo à ſus ſieruos: Bien ſabeys las tierras de Ioab junto à mi lugar, donde tiene ſus ceuadas. Id, y pegadle fuego. Y los ſieruos de Abſalom pegarõ fuego à las tierras.

    31. Y leuantoſe Ioab, y vino à Abſalom à ſu caſa, y dixole: Porque han pueſto fuego tus ſieruos à mis tierras?

    32. Y Abſalom reſpondió à Ioab: Heaqui, yo he embiado por ti, diziendo, que vinießes acà, paraque yo te embiaße àl Rey, à que le dixeßes: Paraque vine de Geßur? Mejor me fuera eſtarme aun allà. Vea yo aora la cara del Rey: y ſi ay en mi peccado, máteme.

    33. Vino pues Ioab àl Rey: y hizoſelo ſaber: y llamó à Abſalom, el qual vino àlRey, y inclinó ſu roſtro à tierra delãte del Rey: y el Rey beſó à Abſalom.