Lucas 14 - La Biblia del Oso  RV1569

Jesús sana a un hidrópico

1. YAconteció que entrando en caſa de vn principe de los Phariſeos vn Sab. bado à comer pã, ellos lo aßechauã.

2. Y heaqui vn hombre hydropico eſtaua delante deel.

3. Y reſpondiendo IESVS, dixo à los Doores de la Ley, y à los Phariſeos, diziendo, Es licito ſanar en Sabbado?

4. Y ellos callaron. Entonces el tomandolo, ſanólo, y embiólo.

5. Y reſpondiendo à ellos, dixo, El aſno ò el buey de qual de voſotros caerá en algun pozo, y el no lo ſacará luego en dia de Sabbado?

6. Y no le podian reſponder [en contrario] à eſtas coſas.

Los convidados a las bodas

7. Y dixo vna parabola à los combidados, attento como eſcogian los primeros aßientos à la meſa, diziendoles.

8. Quãdo fueres combidado de alguno à bodas, no te aßientes en el primer lugar: porque porventura otro mas honrrado q̃ tu no ſea combidado de el:

9. Y viniendo el que te llamó à ti y à el, te diga, Da lugar à eſte: y entonces comiences con verguença à tener el poſtrer lugar.

10. Mas quando fueres llamado, vé, aßientate en el poſtrer lugar: porque quando viniere el que te llamó, te diga, Amigo, ſube arriba. entonces aurás gloria delante de loſq̃ juntamente ſe aßientan à la meſa.

11. Porque qualquiera que ſe enſalça, ſerá humillado: y el que ſe humilla, ſerá enſalçado.

12. Y dezia tambien àlque lo auia combidado, Quando hazes comida ò cena, no llames à tus amigos, ni à tus hermanos, ni à tus parientes, ni à tus vezinos ricos: porque tambien ellos no te bueluan à combidar, y te ſea hecha paga.

13. Mas quando hazes vanquete, llama à los pobres, los mancos, los coxos, los ciegos.

14. Y ſerás bienauenturado, porque no te pueden pagar: mas ſertehá pagado en la reſurrecion de los juſtos.

Parábola de la gran cena

15. Y oyendo eſto vno de los que juntamente eſtauan ſentados à la meſa, dixole, Bienauenturado elque comerá pan en el Reyno de los cielos.

16. El entonces le dixo, Vn hombre hizo vna grande cena, y llamó à muchos:

17. Y à la hora de la cena embió à ſu ſieruo à dezir à los cõbidados, Venid, que ya todo eſta aparejado.

18. Y començaron todos à vna à eſcuſarſe. El primero le dixo, He comprado vn cortijo, y he meneſter de ſalir, y verlo: ruegote que me ayas por eſcuſado.

19. Y el otro dixo, He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy à prouarlos: ruegote que me ayas por eſcuſado.

20. Y el otro dixo, Heme caſado, y portãto no puedo venir.

21. Y buelto el ſieruo, hizo ſaber eſtas coſas à ſu ſeñor. Entonces el padre de la familia, enojado, dixo à ſu ſieruo, Vé preſto por las plaças, y por las calles de la ciudad y mete acà los pobres, los mãcos, y coxos, y ciegos.

22. Y dixo el ſieruo, Señor, hecho es como mandaſte: y aun ay lugar.

23. Y dixo el ſeñor àl ſieruo, Vé por los caminos, y por los cercados, y fuerçalos à entrar, paraque ſe hincha mi caſa.

24. Porque yo os digo, que ninguno de aquellos varones que fueron llamados, guſtara mi Cena.

Lo que cuesta seguir a Cristo

25. Y muchas compañas yuan con el; y boluiendoſe dixoles.

26. Si alguno viene à mi, y no aborrece à ſu padre, y madre, y muger, y hijos, y hermanos, y hermanas, y aun tambien ſu vida, no puede ſer mi Diſcipulo.

27. Y qualquiera q̃ no trae ſu cruz, y viene enpos de mi, no puede ſer mi diſcipulo.

28. Porque qual de voſotros, queriendo edificar vna torre, no cuẽta primero ſentado los gaſtos [que ſon neceßarios,] para ver ſi tiene para acabar la ?

29. Porq̃ deſpues que aya pueſto el fundamento, y no pueda acabar la , todos loſq̃ lo vierẽ, no comiencẽ à hazer burla deel:

30. Diziendo, Eſte hombre començó à edificar, y no pudo acabar.

31. O, qual rey, auiendo de yr à hazer guerra contra otro rey, ſentandoſe primero no conſulta, ſi puede ſalir àl encuentro con diez mil àl que viene contra el con veynte mil?

32. Otramente, quando aun el otro eſtá lexos, le ruega por la paz, embiandole embaxada.

33. Anſi pues qualquiera de voſotros q̃ no renuncia à todas las coſas que poßee, no puede ſer mi Diſcipulo.

Cuando la sal pierde su sabor

34. Buena es la ſal: mas ſi la ſal fuere desvanecida, conque ſe adobará?

35. Ni para la tierra, ni para el muladar es buena: en la calle la echan. Quien tiene oydos para oyr, oyga.