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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 22 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Parábola de la fiesta de bodas

    1. Jesús les habló de nuevo con parábolas y dijo:

    2. -El Reino de los Cielos es como un rey que celebró las bodas de su hijo,

    3. y envió a sus siervos a llamar a los invitados a las bodas; pero éstos no querían acudir.

    4. Nuevamente envió a otros siervos diciéndoles: "Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya mi banquete, se ha hecho la matanza de mis terneros y mis reses cebadas, y todo está a punto; venid a las bodas".

    5. Pero ellos, sin hacer caso, se marcharon: quien a su campo, quien a su negocio.

    6. Los demás echaron mano a los siervos, los maltrataron y los mataron.

    7. El rey se encolerizó, y envió a sus tropas a acabar con aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.

    8. Luego les dijo a sus siervos: "Las bodas están preparadas pero los invitados no eran dignos.

    9. Así que marchad a los cruces de los caminos y llamad a las bodas a cuantos encontréis".

    10. Los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y se llenó de comensales la sala de bodas.

    11. Entró el rey para ver a los comensales, y se fijó en un hombre que no vestía traje de boda;

    12. y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin llevar traje de boda?" Pero él se calló.

    13. Entonces el rey les dijo a los servidores: "Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera; allí habrá llanto y rechinar de dientes".

    14. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.

    La cuestión del tributo

    15. Entonces los fariseos se retiraron y se pusieron de acuerdo para ver cómo podían cazarle en alguna palabra.

    16. Y le enviaron a sus discípulos, con los herodianos, a que le preguntaran: -Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas de verdad el camino de Dios, y que no te dejas llevar por nadie, pues no haces acepción de personas.

    17. Dinos, por tanto, qué te parece: ¿es lícito dar tributo al César, o no?

    18. Conociendo Jesús su malicia, respondió: -¿Por qué me tentáis, hipócritas?

    19. Enseñadme la moneda del tributo. Y ellos le mostraron un denario.

    20. Él les dijo: -¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

    21. -Del César -contestaron. Entonces les dijo: -Dad, pues, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

    22. Al oírlo se quedaron admirados, lo dejaron y se fueron.

    La pregunta sobre la resurrección

    23. Aquel mismo día se le acercaron unos saduceos -que niegan la resurrección- y le preguntaron:

    24. -Maestro, Moisés dijo: "Si alguien muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer y dará descendencia a su hermano".

    25. Pues bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y falleció, y, al no tener descendencia, dejó su mujer a su hermano.

    26. Lo mismo sucedió con el segundo y el tercero, hasta el séptimo.

    27. Después de todos ellos, murió la mujer.

    28. Entonces, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será esposa?, porque la tuvieron todos.

    29. Jesús les respondió: -Estáis equivocados por no entender las Escrituras ni el poder de Dios:

    30. porque en la resurrección no se casarán ni ellas ni ellos, sino que serán en el cielo como los ángeles.

    31. Y sobre la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os dejó dicho Dios:

    32. "Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos sino de vivos.

    33. Y la muchedumbre, al oírlo, quedaba admiraba de su enseñanza.

    El gran mandamiento

    34. Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se pusieron de acuerdo,

    35. y uno de ellos, doctor de la ley, le preguntó para tentarle:

    36. -Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?

    37. Él le respondió: -"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma" y con toda tu mente.

    38. Éste es el mayor y el primer mandamiento.

    39. El segundo es como éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

    40. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    41. Estaban reunidos unos fariseos y Jesús les preguntó:

    42. -¿Qué pensáis del Mesías? ¿De quién es hijo? -De David -le respondieron.

    43. Él les dice: -¿Entonces, cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor al decir:

    44. "Dijo el Señor a mi Señor": ""Siéntate a mi derecha", "hasta que ponga a tus enemigos" "bajo tus pies""?

    45. "Por lo tanto, si David le llama "Señor", ¿cómo va a ser hijo suyo?

    46. Y nadie podía responderle una palabra; y desde aquel día ninguno se atrevió a hacerle ya más preguntas.