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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 24 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Jesús predice la destrucción del templo

    1. Salió Jesús del Templo y, cuando se alejaba, sus discípulos se le acercaron para que se fijara en las construcciones del Templo.

    2. Pero él les dijo: -¿Veis todo esto? En verdad os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derruida. Comienzo de las tribulaciones. Persecuciones por causa del Evangelio

    Señales antes del fin

    3. Estando él sentado en el Monte de los Olivos, se le acercaron sus discípulos a solas y le preguntaron: -Dinos cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de tu venida y del final del mundo.

    4. Jesús les respondió: -Mirad que no os engañe nadie;

    5. porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: "Yo soy el Cristo", y a muchos los seducirán.

    6. Vais a oír hablar de guerras y de rumores de guerras. Mirad, no os inquietéis, porque es necesario que ocurra, pero todavía no es el fin.

    7. Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, y habrá hambres y terremotos en diversos lugares.

    8. Todo esto será el comienzo de los dolores.

    9. "Entonces os entregarán al tormento, os matarán y todas las gentes os odiarán a causa de mi nombre.

    10. Y se escandalizarán muchos, se traicionarán mutuamente y se odiarán unos a otros.

    11. Surgirán muchos falsos profetas y seducirán a muchos.

    12. Y, al desbordarse la iniquidad, se enfriará la caridad de muchos.

    13. Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

    14. Y se predicará este Evangelio del Reino en todo el mundo en testimonio para todas las gentes, y entonces vendrá el fin.

    15. "Por eso, cuando veáis "la abominación de la desolación", que predijo el profeta Daniel, erigida "en el lugar santo" -quien lea, entienda-,

    16. entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes;

    17. quien esté en el terrado, que no baje a tomar nada de su casa;

    18. y quien esté en el campo, que no vuelva atrás para tomar su manto.

    19. ¡Ay de las que estén encintas y de las que estén criando esos días!

    20. Rogad para que vuestra huida no ocurra ni en invierno ni en sábado.

    21. "Habrá entonces una gran "tribulación", "como no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora", ni la habrá.

    22. Y de no acortarse esos días, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos esos días se acortarán.

    23. "Entonces, si alguien os dijese: "Mirad, el Cristo está aquí o allí", no os lo creáis.

    24. Porque surgirán falsos mesías y falsos profetas, y se presentarán con grandes señales y prodigios para engañar, si fuera posible, incluso a los elegidos.

    25. Mirad que os lo he predicho.

    26. Y si os dijeran que está en el desierto, no vayáis; o que está en un lugar oculto, no os lo creáis.

    27. De la misma manera que el relámpago sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.

    28. Dondequiera que esté el cadáver allí se reunirán los buitres.

    La venida del Hijo del Hombre

    29. "Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, "el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán" del cielo y "las potestades de los cielos" se conmoverán.

    30. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y en ese momento "todas las tribus de la tierra romperán en llantos". Y verán "al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo" con gran poder y gloria.

    31. Y enviará a sus ángeles que, con trompeta clamorosa, reunirán a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo a otro de los cielos.

    32. "Aprended de la higuera esta parábola: cuando sus ramas están ya tiernas y brotan las hojas, sabéis que está cerca el verano.

    33. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que es inminente, que está a las puertas.

    34. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla.

    35. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

    36. "Pero nadie sabe de ese día y de esa hora: ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

    37. Lo mismo que en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

    38. Pues, como en los días que precedieron al diluvio comían y bebían, tomaban mujer o marido hasta el día mismo en que entró Noé en el arca,

    39. y no se dieron cuenta sino cuando llegó el diluvio y los arrebató a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

    40. Entonces estarán dos en el campo: uno será tomado y el otro dejado.

    41. Dos mujeres estarán moliendo en el molino: una será tomada y la otra dejada.

    42. "Por eso: velad, porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor.

    43. Sabed esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, estaría ciertamente velando y no dejaría que se horadase su casa.

    44. Por tanto, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre.

    45. "¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el amo puso al frente de la servidumbre, para darles el alimento a la hora debida?

    46. Dichoso aquel siervo a quien su amo cuando vuelva encuentre obrando así.

    47. En verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.

    48. Pero si ese siervo fuese malo y dijera en sus adentros: "Mi amo tarda",

    49. y comenzase a golpear a sus compañeros y a comer y beber con los borrachos,

    50. llegará el amo de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista,

    51. lo castigará duramente y le dará el pago de los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.