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jueves, julio 18, 2024
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    Daniel 6 - Nacar-Colunga

    Daniel en el foso de los leones

    1. (2) Resolvió Darío constituir en su reino ciento veinte sátrapas que lo gobernasen,

    2. (3) y sobre ellos tres presidentes, de los cuales uno fue Daniel, a quien diesen cuenta los sátrapas para que no fuese perjudicado el rey.

    3. (4) Era Daniel superior a sátrapas y presidentes, porque había en él más espíritu, y el rey pensó en ponerle sobre todo el reino.

    4. (5) Entonces, presidentes y sátrapas buscaron ocasión de acusar a Daniel en lo tocante a la administración del reino, mas no hallaron ninguna cosa por qué denunciarle, pues era fiel y no se veía en él falta ni negligencia.

    5. (6) Dijeron entonces aquellos hombres: No hallaremos en Daniel cosa de qué acusarle si no es por la ley de su Dios.

    6. (7) Vinieron, pues, presidentes y sátrapas a la presencia del rey y le dijeron así: ¡Vive por siempre, rey Darío!

    7. (8) Todos los príncipes de tu reino, presidentes, sátrapas, magistrados y jueces han acordado en un consejo que se promulgue y confirme un real edicto mandando que cualquiera que en el espacio de treinta días hiciera petición alguna a dios u hombre fuera de ti, ¡oh rey! sea arrojado en el foso de los leones.

    8. (9) Confirma, pues, ¡oh rey! el edicto y fírmalo para que no pueda ser revocado, conforme a la irrevocable ley de Media y de Persia.

    9. (10) Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.

    10. (11) Cuando supo Daniel que había sido firmado el edicto, entróse en su casa, y, abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia la ciudad de Jerusalén, hincábase de rodillas tres veces al día y oraba, confesando a su Dios, como solía hacerlo antes.

    11. (12) Entonces apresuráronse a venir aquellos hombres y hallaron a Daniel orando y rogando a su Dios.

    12. (13) Llegáronse luego al rey y le hablaron acerca del real edicto: ¿No has firmado tú un decreto mandando que cualquiera que en el espacio de treinta días hiciese petición a dios u hombre, sino a ti, ¡oh rey! sea arrojado al foso de los leones? Respondió el rey, diciendo: Así es según la ley de Media y de Persia, que no puede revocarse.

    13. (14) Entonces respondieron ellos diciendo al rey: Pues Daniel, de los hijos de la cautividad de los judíos, no teniendo cuenta de ti, ¡oh rey! ni del edicto firmado, tres veces al día hace oración.

    14. (15) Al rey, cuando esto oyó, pesóle sobremanera, y se propuso salvar a Daniel, y hasta la puesta del sol estuvo haciendo esfuerzos para librarle.

    15. (16) Pero aquellos hombres se reunieron ante el rey y le dijeron: Has de saber, ¡oh rey! que es la ley de Media y de Persia que edicto u ordenanza que el rey firma es irrevocable.

    16. (17) Mandó entonces el rey que trajeran a Daniel y le arrojaran al foso de los leones. Y, hablando el rey a Daniel, le dijo: Quiera salvarte tu Dios, a quien perseverante sirves.

    17. (18) Trajeron una piedra, que pusieron sobre la boca del foso de los leones, y la selló el rey con su anillo y con los anillos de sus grandes para que en nada pudiera mudarse la suerte de Daniel.

    18. (19) Fuese luego el rey a su palacio, y se acostó ayuno; no se tocaron ante él instrumentos de música y huyó de sus ojos el sueño."

    19. (20) Levantóse, pues, muy de mañana y se fue apresuradamente al foso,

    20. (21) y acercándose al foso de los leones, llamó con tristes voces a Daniel, y, hablando el rey a Daniel, decía: Daniel, siervo del Dios vivo, el Dios tuyo, a quien perseverante sirves, ¿ha podido librarte de los leones?

    21. (22) Entonces dijo Daniel al rey: ¡Vive por siempre, oh rey!

    22. (23) Mi Dios ha enviado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones para que no me hiciesen mal, porque delante de El ha sido hallada en mí justicia, y aun contra ti, ¡oh rey! nada he hecho de malo.

    23. (24) Púsose entonces muy contento el rey, y mandó que sacasen del foso a Daniel. Este fue sacado del foso, y no hallaron en él herida alguna, porque había tenido confianza en su Dios.

    24. (25) Mandó el rey que los hombres que habían acusado a Daniel fueran traídos y arrojados al foso de los leones, ellos, sus hijos y sus mujeres, y antes de que llegasen al fondo del foso, los leones los agarraron y quebrantaron todos sus huesos.

    25. (26) Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: “Paz abundante.

    26. (27) Mando que en toda la extensión de mi reino teman todos y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel, porque El es el Dios vivo, y eternamente subsiste su reino, porque no será jamás destruido, y su dominación perdurará hasta el fin.

    27. (28) El libra y salva y obra señales y portentos en los cielos y en la tierra. El ha librado a Daniel del poder de los leones.”

    28. (29) Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.