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sábado, agosto 17, 2024
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    Hebreos 3 - Nacar-Colunga

    Jesús es superior a Moisés

    1. Vosotros, pues, hermanos santos, que participáis de la vocación celeste, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra confesión, Jesús,

    2. fiel al que le hizo, como lo fue Moisés en toda su casa.

    3. Y es tenido por digno de tanta mayor gloria que Moisés, cuanto mayor que la gloria de la casa es la del que la fabricó.

    4. Pues toda casa es fabricada por alguno, pero el Hacedor de todas las cosas es Dios.

    5. Y Moisés fue fiel en toda su casa, como ministro que había de dar testimonio de las cosas que se habían de decir;"

    6. pero Cristo está como Hijo sobre su casa, que somos nosotros, si retenemos firmemente hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.

    El reposo del pueblo de Dios

    7. Por lo cual, según dice el Espíritu Santo: “Si oyereis su voz hoy,

    8. no endurezcáis vuestros corazones como en la rebelión, como el día de la tentación en el desierto,

    9. donde vuestros padres me tentaron y me pusieron a prueba, y vieron mis obras

    10. durante cuarenta años; por lo cual me irrité contra esta generación, y dije: Andan siempre extraviados en su corazón y no conocen mis caminos,"

    11. y así juré en mi cólera que no entrarían en mi descanso.”

    12. Mirad, hermanos, que no haya entre vosotros un corazón malo e incrédulo, que se aparte del Dios vivo;"

    13. antes exhortaos mutuamente cada día, mientras perdura el “hoy,” a fin de que ninguno de vosotros se endurezca con el engaño del pecado”

    14. Porque hemos sido hechos participantes de Cristo en el supuesto de que hasta el fin conservemos la firme confianza del principio;"

    15. mientras se dice: “Si hoy oyereis su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la rebelión.”

    16. ¿Quiénes, en efecto, se rebelaron después de haber oído? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por obra de Moisés?

    17. ¿Y contra quiénes se irritó por espacio de cuarenta años? ¿No fue contra los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto?

    18. ¿Y a quiénes sino a los desobedientes juró que no entrarían en el descanso?

    19. En efecto, vemos que no pudieron entrar por su incredulidad.