28.1 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Juan 5 - Nacar-Colunga

    El paralítico de Betesda

    1. Después de esto se celebraba una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.

    2. Hay en Jerusalén, junto a la puerta Probatica, una piscina llamada en hebreo Betzata, que tiene cinco pórticos.

    3. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, mancos, que esperaban el movimiento del agua,

    4. porque un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua, y el primero que bajaba después de la agitación del agua quedaba sano de cualquiera enfermedad que padeciese.

    5. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.

    6. Jesús le vio acostado, y, conociendo que llevaba ya mucho tiempo, le dijo: ¿Quieres ser curado?

    7. Respondió el enfermo: Señor, no tengo a nadie que, al moverse el agua, me meta en la piscina y, mientras yo voy, baja otro antes de mí

    8. Le dijo Jesús: Levántate, toma la camilla y anda.

    9. Al instante quedó el hombre sano, y tomó su camilla y se fue.

    10. Y los judíos decían al curado: Es sábado. No te es lícito llevar la camilla.

    11. Respondiéndoles: El que me ha curado me ha dicho: Coge tu camilla y vete.

    12. Le preguntaron: ¿Y quién es ese hombre que te ha dicho: Coge y vete?

    13. El curado no sabía quién era, porque Jesús se había retirado de la muchedumbre que allí había.

    14. Después de esto le encontró Jesús en el templo, y le dijo: Mira que has sido curado; no vuelvas a pecar, no te suceda algo peor."

    15. Fuese el hombre y dijo a los judíos que era Jesús el que lo había curado.

    16. Los judíos perseguían a Jesús porque hacía estas cosas en sábado.

    17. Pero El les respondió: Mi Padre sigue obrando todavía, y por eso obro yo también.

    18. Por esto los judíos buscaban con más ahínco matarle, pues no sólo quebrantaba el sábado, sino que decía a Dios su Padre, haciéndose igual a Dios.

    La autoridad del Hijo

    19. Respondió, pues, Jesús, diciéndoles: En verdad, en verdad os digo que no puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque lo que éste hace, lo hace igualmente el Hijo."

    20. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que El hace, y le mostrará aún mayores obras que éstas, de suerte que vosotros quedéis maravillados.

    21. Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere les da vida.

    22. Aunque el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo todo el poder de juzgar.

    23. Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre, que le envió.

    24. En verdad, en verdad os digo que el que escucha mi palabra y cree en el que me envió, tiene la vida eterna y no es juzgado, porque pasó de la muerte a la vida.

    25. En verdad, en verdad os digo que llega la hora, y es ésta, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escucharen vivirán.

    26. Pues así como el Padre tiene la vida en sí mismo, así dio también al Hijo tener vida en sí mismo,

    27. y le dio poder de juzgar, por cuanto El es el Hijo del hombre.

    28. No os maravilléis de esto, porque llega la hora en que cuantos están en los sepulcros oirán su voz

    29. y saldrán: los que han obrado el bien, para la resurrección de la vida, y los que han obrado el mal, para la resurrección del juicio.

    Testigos de Cristo

    30. Yo no puedo hacer por mí mismo nada; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió."

    31. Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería verídico;"

    32. es otro el que de mí da testimonio, y yo sé que es verídico el testimonio que de mí da.

    33. Vosotros habéis mandado a preguntar a Juan, y él dio testimonio de la verdad;"

    34. pero yo no recibo testimonio de hombres; mas os digo esto para que seáis salvos."

    35. Aquél era la lámpara que arde y alumbra, y vosotros habéis querido gozar un instante de su luz.

    36. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan, porque las obras que mi Padre me dio hacer, esas obras que yo hago, dan en favor mío testimonio de que el Padre me ha enviado,

    37. y el Padre, que me ha enviado, ése da testimonio de mí. Vosotros no habéis oído jamás su voz, ni habéis visto su semblante,

    38. ni tenéis su palabra en vosotros, porque no habéis creído en aquel que El ha enviado.

    39. Investigad las Escrituras, ya que en ellas creéis tener la vida eterna, pues ellas dan testimonio de mí,

    40. y no queréis venir a mí para tener la vida.

    41. Yo no recibo gloria de los hombres,

    42. pero os conozco y sé que no tenéis en vosotros el amor de Dios.

    43. Yo he venido en nombre de mi Padre, y vosotros no me recibís; si otro viniera usurpando mi nombre, le recibiríais."

    44. ¿Cómo vais a creer vosotros, que recibís la gloria unos de otros y no buscáis la gloria que procede del Único?

    45. No penséis que vaya yo a acusaros ante mi Padre; hay otro que os acusará, Moisés, en quien vosotros tenéis puesta la esperanza;"

    46. porque, si creyerais en Moisés, creeríais en mí, pues de mí escribió él;"

    47. pero, si no creéis en sus Escrituras, ¿cómo vais a creer en mis palabras?