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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 6 - Nacar-Colunga

    Alimentación de los cinco mil

    1. Después de esto partió Jesús al otro lado del mar de Galilea, de Tiberíades,

    2. y le seguía una gran muchedumbre, porque veían los milagros que hacía con los enfermos.

    3. Subió Jesús a un monte y se sentó con sus discípulos.

    4. Estaba cercana la Pascua, la fiesta de los judíos.

    5. Levantando, pues, los ojos Jesús y contemplando la gran muchedumbre que venía a El, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para dar de comer a éstos?

    6. Esto lo decía para probarle, porque El bien sabía lo que había de hacer.

    7. Contestó Felipe: Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno reciba un pedacito.

    8. Díjole uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:

    9. Hay aquí un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero esto, ¿qué es para tantos?"

    10. Dijo Jesús: Mandad que se acomoden. Había en aquel sitio mucha hierba verde. Se acomodaron, pues, los hombres, en número de unos cinco mil.

    11. Tomó entonces Jesús los panes, y, dando gracias, dio a los que estaban recostados, e igualmente de los peces, cuanto quisieron.

    12. Así que se saciaron, dijo a los discípulos: Recoged los fragmentos que han sobrado, para que no se pierdan.

    13. Los recogieron, y llenaron doce cestos de fragmentos que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.

    14. Los que estaban presentes, viendo el milagro que había hecho, decían: Verdaderamente éste es el Profeta que ha de venir al mundo.

    15. Y Jesús, conociendo que iban a venir para arrebatarle y hacerle rey, se retiró al monte El solo.

    Jesús anda sobre el mar

    16. Llegada la tarde, bajaron sus discípulos al mar,

    17. y, subiendo en la barca, se dirigían al otro lado del mar, hacia Cafarnaúm. Ya había oscurecido y aún no había vuelto a ellos Jesús,

    18. y el mar se había alborotado por el viento fuerte que soplaba.

    19. Habiendo, pues, navegado como unos veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba ya a la barca, y temieron.

    20. Pero El les dijo: Soy yo, no temáis.

    21. Querían ellos tomarle en la barca; pero al instante se halló la barca en la ribera adonde se dirigían."

    La gente busca a Jesús

    22. Al otro día, la muchedumbre que estaba al otro lado del mar echó de ver que no había sino una barquilla y que Jesús no había entrado con sus discípulos en la barca, sino que los discípulos habían partido solos;"

    23. pero llegaron de Tiberíades barcas cerca del sitio donde habían comido el pan, después de haber dado gracias el Señor,

    24. y cuando la muchedumbre vio que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos tampoco, subieron en las barcas y vinieron a Cafarnaúm en busca de Jesús.

    Jesús, el pan de vida

    25. Habiéndole hallado al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo has venido aquí?

    26. Les contestó Jesús, y dijo: En verdad, en verdad os digo, vosotros me buscáis, no porque habéis visto los milagros, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado;"

    27. procuraos, no el alimento perecedero, sino el alimento que permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da, porque Dios Padre le ha sellado con su sello.

    28. Dijéronle, pues: ¿Qué haremos para hacer obras de Dios?

    29. Respondió Jesús y les dijo: La obra de Dios es que creáis en aquel que El ha enviado.

    30. Ellos le dijeron: Pues tú, ¿qué señales haces para que veamos y creamos? ¿Qué haces?

    31. Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”

    32. Díjoles, pues, Jesús: En verdad, en verdad os digo: Moisés no os dio pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;"

    33. porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.

    34. Dijéronle, pues, ellos: Señor, danos siempre ese pan.

    35. Les contestó Jesús: Yo soy el pan de vida; el que viene a mí, no tendrá más ya hambre, y el que cree en mí, jamás tendrá sed."

    36. Pero Yo os digo que vosotros me habéis visto, y no me creéis;"

    37. todo lo que el Padre me da viene a mí, y al que viene a mí, yo no le echaré fuera,

    38. porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

    39. Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día.

    40. Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en El tenga la vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.

    41. Murmuraban de El los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que bajó del cielo,

    42. y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? Pues ¿cómo dice ahora: Yo he bajado del cielo?

    43. Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros.

    44. Nadie puede venir a mí si el Padre, que me ha enviado, no le trae, y yo le resucitaré en el último día.

    45. En los Profetas está escrito: “Y serán todos enseñados de Dios.” Todo el que oye a mi Padre y recibe su enseñanza, viene a mí;"

    46. no que alguno haya visto al Padre, sino sólo el que está en Dios, ése ha visto al Padre.

    47. En verdad, en verdad os digo: El que cree, tiene la vida eterna.

    48. Yo soy el pan de vida;"

    49. vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.

    50. Este es el pan que baja del cielo, para que el que lo coma no muera.

    51. Yo soy el pan vivo bajado del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo."

    52. Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede éste darnos de comer de su carne?

    53. Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.

    54. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día.

    55. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

    56. El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él.

    57. Así como me envió mi Padre vivo, y vivo yo por mi Padre, así también el que me come vivirá por mí.

    58. Este es el pan bajado del cielo, no como el pan que comieron los padres, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre."

    59. Esto lo dijo enseñando en sinagoga en Cafarnaúm.

    Palabras de vida eterna

    60. Luego de haberle oído, muchos de sus discípulos dijeron: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede oírlas?

    61. Conociendo Jesús que murmuraban de esto sus discípulos, les dijo: ¿Esto os escandaliza?

    62. Pues ¿qué sería si vierais al Hijo del hombre subir allí a donde estaba antes?

    63. El espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida;"

    64. pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque sabía Jesús, desde el principio, quiénes eran los que no creían y quién era el que había de entregarle.

    65. Y decía: Por esto os dije que nadie puede venir a mí si no le es dado de mi Padre.

    66. Desde entonces muchos de sus discípulos se retiraron y ya no le seguían.

    67. Y dijo Jesús a los Doce: ¿Queréis iros vosotros también?

    68. Respondióle Simón Pedro: Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna,

    69. y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

    70. Respondióle Jesús: ¿No he elegido yo a los Doce? Y uno de vosotros es diablo.

    71. Hablaba de Judas Iscariote, porque éste, uno de los Doce, había de entregarle.