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sábado, julio 20, 2024
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    Job 34 - Nueva Traducción Viviente

    Eliú justifica a Dios

    1. Entonces Eliú dijo:

    2. «Escúchenme, ustedes hombres sabios; presten atención, ustedes que tienen conocimiento.

    3. Job dijo: “El oído pone a prueba las palabras que oye igual que la boca distingue los sabores”.

    4. Así que, juzguemos por nosotros mismos lo que es correcto; aprendamos juntos lo que es bueno.

    5. Pues Job también dijo: “Yo soy inocente, pero Dios ha quitado mis derechos.

    6. Soy inocente, pero me llaman mentiroso; mi sufrimiento es incurable, aunque yo no haya pecado”.

    7. »Díganme, ¿hubo una vez un hombre como Job, con sed de conversaciones irreverentes?

    8. Él escoge como compañeros a hombres malvados; pasa su tiempo con hombres perversos.

    9. Ha llegado a decir: “¿Por qué malgastar el tiempo intentando agradar a Dios?”.

    10. »Escúchenme, ustedes que tienen entendimiento. ¡Todo el mundo sabe que Dios no peca! El Todopoderoso no puede hacer nada malo.

    11. Él paga a las personas según lo que hayan hecho; las trata como se merecen.

    12. En verdad, Dios no hará el mal; el Todopoderoso no torcerá la justicia.

    13. ¿Algún otro puso la tierra al cuidado de Dios? ¿Quién colocó al mundo en su sitio?

    14. Si Dios retirara su espíritu y quitara su aliento,

    15. todos los seres vivientes dejarían de existir y la humanidad volvería al polvo.

    16. »Ahora escúchame, si eres sabio; presta atención a lo que digo.

    17. ¿Podría Dios gobernar si odiara la justicia? ¿Condenarás al juez todopoderoso?

    18. Pues él dice a los reyes: “Ustedes son malvados”, y a los nobles: “Ustedes son injustos”.

    19. A él no le importa la grandeza que pueda tener una persona y no presta más atención al rico que al pobre, él creó a todos.

    20. En un instante mueren; fallecen en la mitad de la noche; los poderosos se van sin la intervención de mano humana.

    21. »Pues Dios observa cómo vive la gente; ve todo lo que ellos hacen.

    22. No hay oscuridad tan densa que pueda esconder a los malos de sus ojos.

    23. No decidimos nosotros el momento de presentarnos ante Dios para ser juzgados.

    24. Él lleva a los poderosos a la ruina sin consultar a nadie, y pone a otros en su lugar.

    25. Él sabe lo que hacen, y por la noche los vence y los destruye.

    26. Los derriba porque son malvados, lo hace abiertamente para que todos lo vean.

    27. Pues se apartaron y dejaron de seguirlo; no respetan ninguno de sus caminos.

    28. Hacen que los pobres clamen, y esto atrae la atención de Dios; él oye los clamores de los necesitados.

    29. Sin embargo, si él opta por quedarse callado, ¿quién puede criticarlo? Cuando esconde su rostro, nadie puede encontrarlo, ya sea un individuo o una nación.

    30. Él no deja que los incrédulos gobiernen para que no sean una trampa para la gente.

    31. »¿Por qué la gente no le dice a Dios: “He pecado pero no volveré a pecar”?

    32. O bien: “No sé qué mal hice, dímelo; si he actuado mal, me detendré de inmediato”.

    33. »¿Debe Dios adaptar su justicia a tus exigencias a pesar de que lo hayas rechazado? La elección es tuya, no mía. Adelante, haznos partícipes de tu sabiduría.

    34. Después de todo, las personas inteligentes me dirán y la gente sabia me oirá decir:

    35. “Job habla por ignorancia; sus palabras carecen de percepción”.

    36. Job, te mereces la pena máxima por tu manera malvada de responder.

    37. Pues a tu pecado has añadido rebelión; no muestras ningún respeto y dices muchas palabras de enojo contra Dios».