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viernes, agosto 16, 2024
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    1 Corintios 6 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    Litigios delante de los incrédulos

    1. ¿Cómo es que, cuando tenéis un pleito entre vosotros, lleváis el asunto a un tribunal no cristiano, en lugar de resolverlo entre creyentes?

    2. Sabéis de sobra que los miembros del pueblo de Dios juzgarán al mundo. Si , pues, vais a ser jueces del mundo, ¿no seréis competentes para entender en pleitos de menor cuantía?

    3. ¡Hasta a ángeles tendremos que juzgar! ¡Cuánto más asuntos concernientes a la vida ordinaria!

    4. ¿No os da vergüenza escoger como jueces para esta clase de pleitos a quienes no tienen relación con la iglesia? ¿Es que no hay entre vosotros ni uno siquiera capaz de resolver con equidad estos litigios entre hermanos?

    5. (Está escrito en el anterior)

    6. ¿Por qué pleitear hermano contra hermano, y, por si fuera poco, ante jueces no cristianos?

    7. Ya es una triste lástima que se den pleitos entre vosotros, cuando deberíais soportar pacientemente la injusticia y hacer la vista gorda si alguno os estafa.

    8. ¡Pero no! Sois vosotros mismos los injustos y los estafadores, y, para colmo, lo sois con vuestros propios hermanos.

    9. ¿Ignoráis acaso que los que hacen el mal no tendrán parte en el reino de Dios? No os llaméis a engaño: ni los lujuriosos,

    10. ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

    11. Y esto es lo que antes erais algunos de vosotros. Pero ahora habéis sido purificados, consagrados y restablecidos por Dios en su amistad en nombre de Jesucristo, el Señor, y por la acción del Espíritu de nuestro Dios.

    Glorificad a Dios en vuestro cuerpo

    12. Andan diciendo algunos: "Todo me está permitido." Sí, pero no todo es conveniente. Y, aunque todo me esté permitido, no debo dejar que nada me esclavice.

    13. Se dice también: "La comida es para el estómago, y el estómago, para la comida" ; pero la verdad es que Dios hará que perezcan ambas cosas. Y, en toda caso, el cuerpo no está hecho para la lujuria, sino para el Señor. A su vez, el Señor es para el cuerpo,

    14. pues Dios, que con su poder resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros.

    15. ¿Ignoráis que vuestros cuerpos son miembros del cuerpo de Cristo? ¡No quiero ni pensar que pueda tomarse un miembro de Cristo para convertirlo en miembro de prostituta!

    16. Porque de sobra sabéis que unirse a una prostituta es hacerse con ella como un solo cuerpo. La misma Escritura lo dice: Los dos vendrán a convertirse en un solo ser.

    17. Igualmente, unirse al Señor es hacerse una cosa con él en la esfera del Espíritu.

    18. Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado que el hombre cometa queda fuera del cuerpo, pero el pecado de la lujuria ofende al propio cuerpo.

    19. ¿No sabéis, en fin, que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que habéis recibido de Dios y habita en vosotros? Ya no sois los dueños de vosotros mismos.

    20. Dios ha pagado por vuestro rescate; glorificadle, pues, con vuestro cuerpo.