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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 21 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    Cielo nuevo y tierra nueva

    1. Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva. Nada quedaba del primer cielo ni de la primera tierra; nada del antiguo mar.

    2. Vi también bajar del cielo la ciudad santa, la nueva Jerusalén. Venía de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo.

    3. Y oí que desde el trono decía una voz poderosa: - He aquí que Dios ha montado su tienda de campaña entre los hombres. Habitará con ellos, ellos serán su pueblo y él será el Dios - con - ellos.

    4. Enjugará las lágrimas de sus ojos, y ya no habrá más muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Es todo un mundo viejo el que pasó.

    5. El que estaba sentado en el trono anunció: - Ahora voy a hacer nuevas todas las cosas. Y añadió: - Palabras fieles y verdaderas son éstas. ¡Escríbelas!

    6. Finalmente, me dijo: - ¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al sediento le daré a beber gratis del manantial del agua de la vida.

    7. Al vencedor le reservo esta herencia: yo seré su Dios y él será mi hijo.

    8. Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los asesinos, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los embaucadores están destinados al lago ardiente de fuego y azufre, es decir, a la segunda muerte.

    La nueva Jerusalén

    9. Uno de los siete ángeles que llevaban las siete copas con las siete últimas calamidades, se acercó a mí y me dijo: - ¡Ven! Quiero mostrarte la novia, la esposa del Cordero.

    10. Me llevó, pues, en visión a una montaña altísima. Allí me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo enviada por Dios

    11. y nimbada de su gloria. Su resplandor era como el de una piedra preciosa deslumbrante, como el del jaspe cristalino.

    12. Su muralla era alta y maciza, y doce ángeles custodiaban sus doce puertas, en las que estaban grabados los nombres de las doce tribus de Israel.

    13. Tres puertas daban al oriente y tres al Poniente; tres al Norte y tres al Sur.

    14. La muralla se asienta sobre doce pilares, que tienen grabados los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

    15. El ángel que hablaba conmigo tenía una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y sus murallas.

    16. La ciudad estaba edificada sobre una planta cuadrada: igual de larga que de ancha. El ángel midió la ciudad con la vara, y resultaron doce mil estadios. Lo mismo medía de ancho y de alto.

    17. Luego midió la muralla, que resultó de ciento cuarenta y cuatro codos; todo ello según las medidas humanas utilizadas por el ángel.

    18. Toda la muralla era de jaspe, y la ciudad, de oro puro semejante a límpido cristal.

    19. Los pilares sobre los que se asentaba la muralla de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer pilar tenía jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;

    20. el quinto, sardonio; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto, y el duodécimo, amatista.

    21. En cuanto a las doce puertas, eran doce perlas. Cada puerta estaba hecha de una sola perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.

    22. Pero no vi templo alguno en la ciudad, porque el Señor Dios, dueño de todo, y el Cordero son su templo.

    23. Tampoco necesita sol ni luna que la alumbren; la ilumina la gloria de Dios, y su antorcha es el Cordero.

    24. La luz de esta ciudad alumbrará el destino de los pueblos, y los reyes del mundo vendrán a rendirle homenaje.

    25. No se cerrarán sus puertas al declinar el día, pues allí no habrá noche;22:

    26. y le levarán como ofrenda el poderío y la riqueza de los pueblos.

    27. Pero nada manchado entrará en ella; ningún depravado, ningún embaucador. Tan sólo los inscritos en el libro de la vida del Cordero.