32.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Hebreos 11 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    La fe

    1. Por la fe vivimos convencidos de que existen los bienes que esperamos y estamos ciertos de las realidades que no vemos.

    2. Por ella merecieron nuestros antepasados la aprobación de Dios.

    3. Por la fe sabemos que el universo ha sido modelado por la palabra de Dios , para que no busquemos en las cosas que se ven el origen de este mundo visible.

    4. Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más valioso que el de Caín, con lo que Abel fue proclamado justo al dar Dios testimonio en favor de sus ofrendas. Y por su fe, aunque muerto, sigue hablando todavía.

    5. Por la fe, Henoc fue arrebatado de esta tierra sin pasar por la muerte. De él se dice que nadie pudo encontrarle, porque Dios le arrebató. Pero la Escritura proclama que, ya antes de ser arrebatado, era agradable a Dios;

    6. y sabemos que sin fe es imposible agradarle. En efecto, para acercarse a Dios es preciso creer que existe y que no dejará sin recompensa a aquellos que le buscan.

    7. Por la fe, Noé tomó en serio el anuncio divino sobre cosas que aún no se veían y construyó un arca que sirvió para salvar a su familia. Fue su fe la que puso en evidencia al mundo incrédulo que le rodeaba y la que le dio derecho a heredar la salvación que se obtiene por medio de la fe.

    8. Por la fe, Abraham obedeció la llamada de Dios y se puso en camino hacia la tierra que había de recibir en herencia. Y partió sin conocer cuál era su destino.

    9. Por la fe vivió como un extraño en la tierra que Dios le prometió, habitando en tiendas de campaña. Y otro tanto hicieron Isaac y Jacob, herederos, juntamente con él, de la misma promesa.

    10. Vivió así porque había puesto su esperanza en una ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

    11. Por la fe, a pesar de que sara era estéril y de que él mismo había rebasado la edad apropiada, recibió Abraham fuerza para fundar un linaje; todo porque se fió de quien se lo había prometido.

    12. Así que de uno solo, y por cierto sin vigor ya para engendrar, surgieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo, incontables como la arena de la playa.

    13. Todos éstos murieron sin haber recibido lo prometido, pero lo vieron con los ojos de la fe y lo saludaron de lejos, reconociendo así que eran extranjeros y gente de paso sobre la tierra.

    14. Quienes se comportan de esta forma, demuestran claramente que están buscando una patria.

    15. Ahora bien, si lo que añoraban era la patria que abandonaron al venir a Palestina, a tiempo estaban de regresar a ella.

    16. Pero no, es claro que ellos suspiraban por una patria mejor, la patria celestial. Y como Dios les tenía preparada una ciudad, se honraba con que le llamasen "su Dios" .

    17. Por la fe, Abraham, puesto a prueba, estuvo decidido a ofrecer a Isaac en sacrificio; él era el depositario de las promesas, y, sin embargo, a quien debía sacrificar era a su hijo único,

    18. del que Dios le había dicho: Isaac asegurará tu descendencia.

    19. Daba por supuesto Abraham que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos; con lo que el hecho de recuperar a su hijo era una suerte de anuncio simbólico.

    20. Por la fe bendijo también Isaac a Jacob y a Esaú con vistas al futuro.

    21. Por la fe bendijo Jacob, poco antes de morir, a cada uno de los hijos de José, y adoró a Dios inclinándose sobre la empuñadura del bastón de mando de José.

    22. Por la fe, José, ya en trance de muerte, aludió a la salida de Egipto de los israelitas y dispuso lo que habían de hacer con sus restos mortales.

    23. Por la fe, los padres de Moisés, viéndole tan hermoso, escondieron durante tres meses al niño recién nacido, sin miedo a las órdenes del rey.

    24. Por la fe, Moisés, siendo ya mayor de edad, renunció a la adopción que de él había hecho la hija del faraón.

    25. Prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios antes que aprovecharse de los efímeros placeres del pecado.

    26. Consideró que compartir los sufrimientos de aquel pueblo consagrado, figura de Cristo, era mucho más valioso que todos los tesoros de Egipto, teniendo como tenía fija su mirada en la recompensa.

    27. Por la fe se marchó de Egipto sin temor a la ira del rey se mantuvo constante en su propósito, como si estuviera viendo al Dios invisible.

    28. Por la fe celebró la Pascua y roció con sangre las puertas de los hogares israelitas, para que el ángel de la muerte no exterminase a los primogénitos de Israel.

    29. Por la fe, los israelitas atravesaron el mar Rojo como si fuera tierra firme, mientras que los egipcios, al intentar imitarlos, fueron tragados por las aguas.

    30. Por la fe se derrumbaron los muros de Jericó al cabo de siete días de dar vueltas a su alrededor los israelitas.

    31. En fin, por la fe, Rajab, la prostituta que había dispensado una amistosa acogida a los exploradores israelitas, no pereció junto con los incrédulos.

    32. ¿Qué más diré? Me faltaría tiempo si quisiera hablar de Gedeón, de Barac , de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los demás profetas.

    33. Todos éstos, por la fe, conquistaron reinos, gobernaron con justicia, vieron realizarse las promesas divinas, cerraron bocas de leones,

    34. extinguieron la fuerza de las llamas, se libraron de sucumbir a filo de espada, superaron enfermedades, derrocharon valor en la guerra y aniquilaron ejércitos extranjeros.

    35. Mujeres hubo que recobraron resucitados a sus muertos. Mencionaré también a los que se dejaron torturar hasta morir, renunciando a la liberación ante la esperanza de alcanzar una resurrección más valiosa.

    36. Otros fueron apedreados, partidos en dos por la sierra o muertos a filo de espada; o anduvieron errantes de un lado a otro, vestidos con pieles de oveja o de cabra, faltos de todo, perseguidos y maltratados.

    38. Hombres demasiado buenos para un mundo como éste, que hubieron de buscar refugio en el desierto, en los montes y en las cuevas y cavernas de la tierra.

    39. Y, con todo, aprobados por Dios en virtud de su fe, ninguno de ellos consiguió alcanzar la promesa.

    40. Es que Dios tenía previsto un plan mejor para nuestro tiempo, de manera que ninguno alcanzase la perfección, a no ser juntamente con nosotros.