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miércoles, julio 17, 2024
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    Hebreos 7 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    El sacerdocio de Melquisedec

    1. Este Melquisedec era rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo. cuando Abraham volvía victorioso de su batalla contra los reyes, Melquisedec, le salió al encuentro y le bendijo.

    2. Abraham, a su vez, le dio la décima parte de todo el botín conquistado. Melquisedec, que significa, en primer lugar, "rey de justicia" , era también "rey de Salem" , es decir, "rey de paz" .

    3. Aparece en la Escritura sin padre, sin madre, sin antepasados, sin que se conozca el origen ni el fin de su vida. A semejanza, pues, del Hijo de Dios , su sacerdocio dura por siempre.

    4. Fijaos qué grande tenía que ser Melquisedec para que nuestro mismo padre Abraham le diese la décima parte del botín.

    5. Sabido es que, según la Ley, los sacerdotes pertenecientes a la tribu de Leví deben percibir del pueblo la décima parte de todo; lo perciben de sus propios hermanos, que pueden presumir de ser descendientes del mismísimo Abraham.

    6. Melquisedec, en cambio, aun sin pertenecer a la tribu de Leví, recibió la décima parte del botín conquistado por Abraham y bendijo a quien Dios había distinguido con sus promesas.

    7. Ahora bien, está fuera de duda que es el superior quien bendice al inferior, y no al contrario.

    8. Además, en el caso del sacerdocio levítico, son hombres mortales quienes reciben la décima parte; pero de Melquisedec la Escritura asegura que vive.

    9. Y, finalmente, puede decirse que los mismos levitas que ahora reciben la décima parte de los bienes del pueblo, pagaron entonces a Melquisedec, por medio de Abraham, esa misma décima parte.

    10. ¿Acaso no estaban ya los descendientes de Leví en las entrañas de su padre Abraham cuando éste se encontró con Melquisedec?

    11. El pueblo israelita recibió la Ley en estrecha conexión con el sacerdocio levítico. Ahora bien, si el alcanzar la salvación estuviera en manos de ese sacerdocio, ¿qué necesidad habría de que surgiese un sacerdote distinto, según el rango de Melquisedec? Bastaba con un sacerdote perteneciente al rango de Aarón.

    12. Porque de lo dicho resulta que un sacerdocio distinto lleva consigo una ley distinta.

    13. Y nuestro Señor, a quien se refiere todo esto, pertenece a una tribu que nunca estuvo al servicio del altar;

    14. todos saben que desciende de Judá, y de esa tribu nada dijo Moisés en relación con los sacerdotes.

    15. La cosa es aún más clara si surge otro sacerdote que, como Melquisedec,

    16. no la es en virtud de un sistema de leyes terrenas, sino en virtud del poder de una vida indestructible.

    17. Así lo testifica la Escritura: Tú eres sacerdote para siempre según el rango de Melquisedec.

    18. Esto significa que el viejo orden de cosas, por endeble e inútil, ha quedado abolido.

    19. Nada, en efecto, logró hacer perfecta la Ley, que no era sino la puerta hacia una esperanza mejor, por medio de la cual nos acercamos a Dios.

    20. Ningún juramento medió a la hora de constituir sacerdotes a los descendientes de Leví;

    21. sí, en cambio, ha mediado juramento en el caso de Jesús, como da fe de ello la Escritura: El Señor lo ha jurado, y no arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre.

    22. Y, puesto que ha habido de por medio un juramento, señal es de que Jesús ha salido fiador de una alianza más valiosa.

    23. Por otra parte, los sacerdotes israelitas fueron muchos, por cuanto la muerte les impedía prolongar su ministerio.

    24. Pero Jesús permanece para siempre: su sacerdocio es eterno.

    25. Puede, por tanto, salvar de forma definitiva a quienes por medio de él se acercan a Dios; no en vano vive siempre intercediendo por ellos.

    26. Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente , incontaminado, a cubierto de toda promiscuidad con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos.

    27. No como los demás sumos sacerdotes, que necesitan ofrecer sacrificios a diario por sus propios pecados primero, y después por los del pueblo. Jesús lo hizo de una vez por todas ofreciéndose a sí mismo.

    28. La ley de Moisés, en efecto, constituye sumos sacerdotes a hombres frágiles, mientras que Dios, por medio de su palabra confirmada con juramento y posterior a la Ley, es al Hijo a quien constituye sacerdote perfecto para siempre.