26.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Romanos 9 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    La elección de Israel

    1. Como cristiano que soy, digo la verdad. No miento, y mi conciencia, bajo la guía del Espíritu Santo, me asegura que es verdad lo que digo.

    2. Me agobia la tristeza, y un dolor profundo e incesante acongoja mi corazón.

    3. Con gusto aceptaría convertirme en objeto de maldición, separado incluso de Cristo, si eso redundara en beneficio de mis hermanos de raza.

    4. Ellos descienden de Israel; Dios los ha recibido como hijos y se ha hecho gloriosamente presente en medio de ellos. Suyos son la alianza, la Ley, el culto y las promesas.

    5. Suyos son los patriarcas; de ellos, en cuanto hombre, procede Cristo, que es Dios sobre todas las cosas, bendito por siempre. Amén.

    6. Y no es que Dios haya sido infiel a su promesa. Lo que sucede es que no todos los que son israelitas de nombre lo son también de corazón.

    7. Tampoco son hijos auténticos de Abraham todos los que de él descienden. Lo que está escrito es que por medio de Isaac se perpetuará tu descendencia .

    8. Es decir, que no es la simple generación natural la que hace hijos de Dios; los verdaderos descendientes son los que nacen en virtud de la promesa.

    9. Y la promesa es ésta: Cuando yo vuelva por este mismo tiempo, Sara tendrá un hijo.

    10. Por si esto no bastara, está el caso de Rebeca, que concibió dos hijos de un solo hombre, nuestro antepasado Isaac.

    11. Cuando aún no habían nacido, y, por tanto, no habían hecho nada - ni bueno ni malo -, Rebeca recibió este anuncio: El mayor servirá al menor. Y es que Dios, que hace el llamamiento, elige conforme a su propósito y no conforme al comportamiento humano.

    12. (Está escrito en el anterior)

    13. Con lo que concuerda la Escritura cuando dice: Preferí a Jacob antes que a Esaú.

    14. ¿Quiere esto decir que Dios es injusto? ¡De ningún modo!

    15. El fue quien dijo a Moisés: Tendré compasión de quien me plazca y usaré de clemencia con quien quiera.

    16. No es, pues, cosa de desear o de afanarse, sino de que Dios se muestre compasivo.

    17. A este respecto, en la Escritura se dice al Faraón: Te he constituido rey para mostrar en ti mi poder; para hacer que mi fama llegue hasta el extremo del mundo.

    18. En una palabra, Dios tiene compasión de quien quiere, lo mismo que deja endurecerse a quien le parece.

    19. Alguien dirá quizás: Así las cosas, y puesto que nadie es capaz de oponerse al plan divino, ¿cómo puede Dios censurar algo al hombre?

    20. Pero ¿y quién eres tú, pobre hombre, para exigir cuentas a Dios? ¿Le dice acaso el barro al alfarero: "Por qué me haces así"?

    21. ¿No tiene facultad el alfarero para hacer del mismo barro un jarrón de lujo o un recipiente ordinario?

    22. Así es Dios. Cuando quiere, muestra su indignación y pone de manifiesto su poder. Pero puede también soportar con toda paciencia a esos que son objeto de indignación y están abocados a la ruina.

    23. De este modo resalta más la grandeza de su generosidad con aquellos a quienes hizo objeto de su amor y preparó para la gloria.

    24. Nosotros somos estos últimos, convocados, además, no sólo de entre los judíos, sino también de entre todas las naciones.

    25. Esto es lo que dice en el libro del profeta Oseas: Al que no es mi pueblo lo llamaré "Pueblo mío" , y a la que no era amada la llamaré "Amada mía" .

    26. Y donde les dije: "No sois mi pueblo" , allí volverán a ser llamados, "hijos del Dios vivo" .

    27. El profeta Isaías, a su vez, hablando de Israel, proclama: Aunque fuesen los israelitas tan numerosos como la arena del mar, sólo un pequeño resto será salvado.

    28. Con prontitud y perfección, el Señor va a realizar su plan en la tierra.

    29. Y el mismo Isaías anunció: Si el Señor todopoderoso no nos hubiese dejado descendencia, como la de Sodoma y Gomorra sería nuestra suerte.

    La justicia que es por fe

    30. ¿Qué concluir de todo esto? Pues que los no judíos, sin afanarse en buscar la amistad de Dios, la han encontrado. Hablo de la amistad que se alcanza mediante la fe.

    31. En cambio, Israel, afanándose por cumplir una Ley que debería llevar a la amistad con Dios, ni siquiera consiguió cumplir la Ley.

    32. ¿Queréis saber por qué? Pues porque, al prescindir de la fe y apoyarse en el valor de las propias acciones, terminaron tropezando contra aquella piedra

    33. de que habla la Escritura: Mirad, yo coloca en Sión una piedra contra la que podéis tropezar, y una roca que os puede hacer caer. Pero quien ponga su confianza en ella, no quedará defraudado.