31.6 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Hechos 10 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Pedro y Cornelio

    1. Ahora bien, en Cesarea había cierto varón de nombre Cornelio, oficial del ejército de la banda italiana, como se le llamaba,

    2. hombre devoto y que temía a Dios junto con toda su casa, y hacía muchas dádivas de misericordia al pueblo y hacía ruego a Dios continuamente.

    3. Como alrededor de la hora nona del día vio claramente, en una visión, que un ángel de Dios entraba a donde él estaba, y le decía: “¡Cornelio!”.

    4. El hombre lo miró con fijeza y, atemorizándose, dijo: “¿Qué hay, Señor?”. Le dijo: “Tus oraciones y dádivas de misericordia han ascendido como recuerdo delante de Dios.

    5. De modo que ahora envía varones a Jope y manda llamar a cierto Simón que tiene por sobrenombre Pedro.

    6. A este lo está hospedando cierto Simón, curtidor, que tiene su casa junto al mar”.

    7. Luego que el ángel que le habló se fue, él llamó a dos de sus sirvientes de casa y a un soldado devoto de entre los que le atendían constantemente,

    8. y les contó todo, y los despachó a Jope.

    9. Al día siguiente, mientras ellos iban caminando y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar como a la hora sexta.

    10. Pero le dio mucha hambre y quiso comer. Mientras hacían preparaciones, a él le sobrevino un arrobamiento,

    11. y contempló el cielo abierto, y cierta clase de receptáculo que descendía como una gran sábana de lino que era bajada por sus cuatro extremos sobre la tierra;

    12. y en este había toda suerte de cuadrúpedos y criaturas de la tierra que se arrastran y aves del cielo.

    13. Y le vino una voz: “¡Levántate, Pedro, degüella y come!”.

    14. Pero Pedro dijo: “De ninguna manera, Señor, porque jamás he comido cosa alguna contaminada e inmunda”.

    15. Y le [habló] de nuevo la voz, por segunda vez: “Deja tú de llamar contaminadas las cosas que Dios ha limpiado”.

    16. Esto ocurrió una tercera vez, y en seguida el receptáculo fue tomado arriba al cielo.

    17. Ahora bien, estando Pedro muy perplejo en su interior respecto a lo que pudiera significar la visión que había visto, ¡mira!, los varones que habían sido despachados por Cornelio habían preguntado por la casa de Simón y estaban de pie allí a la puerta.

    18. Y, llamando a voces, preguntaron si se hospedaba allí Simón, que tenía por sobrenombre Pedro.

    19. Mientras Pedro repasaba en su mente lo de la visión, el espíritu dijo: “¡Mira! Tres varones te buscan.

    20. Levántate, pues, baja y vete con ellos, sin dudar nada, porque yo los he despachado”.

    21. De modo que Pedro bajó a donde estaban los varones y dijo: “¡Miren! Yo soy el que buscan. ¿Cuál es la causa por la que están presentes?”.

    22. Ellos dijeron: “Cornelio, oficial del ejército, varón justo y que teme a Dios, y acerca de quien da buen informe toda la nación de los judíos, recibió instrucciones divinas, mediante un santo ángel, de que te enviara a decir que vinieras a su casa y de que oyera las cosas que tú dijeras”.

    23. Por lo tanto él los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y se fue con ellos, y algunos de los hermanos que eran de Jope fueron con él.

    24. El día después de aquello entró en Cesarea. Cornelio, por supuesto, los esperaba, y había convocado a sus parientes y a sus amigos íntimos.

    25. Al momento en que entraba Pedro, Cornelio salió a su encuentro, cayó a sus pies y le rindió homenaje.

    26. Pero Pedro lo alzó, y dijo: “Levántate; yo mismo también soy hombre”.

    27. Y conversando con él, entró y halló reunidas a muchas personas,

    28. y les dijo: “Bien saben ustedes cuán ilícito le es a un judío unirse o acercarse a un hombre de otra raza; y, no obstante, Dios me ha mostrado que no debo llamar contaminado o inmundo a ningún hombre.

    29. Por lo tanto vine, verdaderamente sin oponerme, cuando se me mandó llamar. Así es que pregunto por qué razón mandaron a llamarme”.

    30. Por consiguiente, Cornelio dijo: “Cuatro días atrás, contando desde esta hora, yo estaba orando en mi casa a la hora nona, cuando, ¡mira!, un varón con ropaje brillante estuvo de pie delante de mí

    31. y dijo: ‘Cornelio, tu oración ha sido oída favorablemente y tus dádivas de misericordia han sido recordadas delante de Dios.

    32. Envía, pues, a Jope, y llama a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. Este está hospedado en casa de Simón, curtidor, junto al mar’.

    33. Por eso en seguida envié a donde ti, e hiciste bien en venir acá. Y así es que ahora todos estamos presentes delante de Dios para oír todas las cosas que Jehová te ha mandado decir”.

    34. Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial,

    35. sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.

    36. Él envió la palabra a los hijos de Israel para declararles las buenas nuevas de paz mediante Jesucristo: Este es Señor de todos [los demás].

    37. Ustedes conocen el tema acerca del cual se habló por toda Judea, comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó,

    38. a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los [que eran] oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él.

    39. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en el país de los judíos como en Jerusalén; pero ellos también lo eliminaron colgándolo en un madero.

    40. Dios levantó a Este al tercer día y le concedió manifestarse,

    41. no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que se levantó de entre los muertos.

    42. También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.

    43. De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que pone fe en él consigue perdón de pecados mediante su nombre”.

    44. Mientras Pedro todavía estaba hablando acerca de estos asuntos, el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra.

    45. Y los fieles que habían venido con Pedro que eran de los circuncisos estaban asombrados, porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones.

    46. Pues los oían hablar en lenguas y engrandecer a Dios. Entonces Pedro respondió:

    47. “¿Puede alguien negar el agua de modo que no sean bautizados estos, que han recibido el espíritu santo igual que nosotros?”.

    48. Con eso, mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces ellos le solicitaron que permaneciera algunos días.