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viernes, julio 19, 2024
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    Hechos 7 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Defensa y muerte de Esteban

    1. Pero el sumo sacerdote dijo: “¿Son así estas cosas?”.

    2. Él dijo: “Varones, hermanos y padres, oigan. El Dios de la gloria se apareció a nuestro antepasado Abrahán, cuando él estaba en Mesopotamia, antes que se domiciliara en Harán,

    3. y le dijo: ‘Sal de tu tierra y de tus parientes y ve a la tierra que yo te mostraré’.

    4. Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se domicilió en Harán. Y de allí, después que hubo muerto su padre, [Dios] hizo que mudara su domicilio a esta tierra donde ustedes ahora moran.

    5. Y, sin embargo, no le dio ninguna posesión heredable en ella, no, ni lo ancho de un pie; pero prometió dársela como posesión, y después de él a su descendencia, cuando todavía no tenía hijo.

    6. Además, Dios habló de esta manera: que su descendencia sería residente forastera en una tierra extranjera, y la esclavizarían y afligirían por cuatrocientos años.

    7. ‘Y a esa nación a la cual servirán como esclavos la juzgaré yo —dijo Dios—, y después de estas cosas ellos saldrán y me rendirán servicio sagrado en este lugar.’

    8. ”También le dio un pacto de circuncisión; y así él llegó a ser el padre de Isaac y lo circuncidó el día octavo; e Isaac, de Jacob; y Jacob, de los doce cabezas de familia.

    9. Y los cabezas de familia se pusieron celosos de José y lo vendieron en [manos de] Egipto. Pero Dios estaba con él,

    10. y lo libró de todas sus tribulaciones y le dio gracia y sabiduría a vista de Faraón rey de Egipto. Y él lo nombró para que gobernara a Egipto y a toda su casa.

    11. Pero vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, sí, gran tribulación; y nuestros antepasados no hallaban provisiones.

    12. Pero Jacob oyó que había comestibles en Egipto, y envió a nuestros antepasados por primera vez.

    13. Y durante la segunda vez José fue dado a conocer a sus hermanos; y la estirpe de José vino a serle manifiesta a Faraón.

    14. De modo que José envió y mandó llamar a Jacob su padre y a todos sus parientes de aquel lugar, en número de setenta y cinco almas.

    15. Jacob bajó a Egipto. Y falleció; e igualmente nuestros antepasados,

    16. y fueron transferidos a Siquem y fueron puestos en la tumba que con dinero de plata Abrahán había comprado a precio a los hijos de Hamor en Siquem.

    17. ”Justamente cuando se iba acercando el tiempo para [el cumplimiento de] la promesa que Dios había declarado abiertamente a Abrahán, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,

    18. hasta que se levantó sobre Egipto un rey diferente, que no sabía acerca de José.

    19. Este empleó astucia estatal en contra de nuestra raza, e injustamente obligó a los padres a exponer a sus criaturas, para que no fueran conservadas con vida.

    20. En aquel mismo tiempo nació Moisés, y era divinamente hermoso. Y por tres meses fue criado en casa de [su] padre.

    21. Mas cuando fue expuesto, lo recogió la hija de Faraón y lo crió como hijo suyo.

    22. Por consiguiente, Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios. De hecho, era poderoso en sus palabras y hechos.

    23. ”Ahora bien, cuando estaba cumpliéndose el tiempo de su año cuadragésimo, le vino al corazón el inspeccionar a sus hermanos, los hijos de Israel.

    24. Y cuando alcanzó a ver a alguien a quien se trataba injustamente, lo defendió, y ejecutó venganza a favor del maltratado, derribando al egipcio.

    25. Suponía que sus hermanos comprenderían que por su mano Dios les daba salvación, pero ellos no [lo] comprendieron.

    26. Y al día siguiente se presentó a ellos mientras estaban peleando, y trató de avenirlos en paz, diciendo: ‘Varones, ustedes son hermanos. ¿Por qué se tratan injustamente el uno al otro?’.

    27. Pero el que estaba tratando injustamente a su prójimo lo echó de sí, diciendo: ‘¿Quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros?

    28. No querrás eliminarme de la misma manera como eliminaste al egipcio ayer, ¿verdad?’.

    29. Ante esta palabra, Moisés huyó, y se hizo residente forastero en la tierra de Madián, donde llegó a ser padre de dos hijos.

    30. ”Y cuando se cumplieron cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.

    31. Pues bien, cuando Moisés vio aquello, se maravilló de la vista. Pero al acercarse para investigar, vino la voz de Jehová:

    32. ‘Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob’. Sobrecogido de temblor, Moisés no se atrevía a seguir investigando.

    33. Jehová le dijo: ‘Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás de pie es suelo santo.

    34. Ciertamente he visto el maltrato de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido y he bajado para librarlos. Y ahora ven, te enviaré a Egipto’.

    35. A este Moisés, a quien repudiaron, diciendo: ‘¿Quién te nombró a ti gobernante y juez?’, a este hombre Dios lo envió como gobernante y también como libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.

    36. Este hombre los sacó después de efectuar portentos presagiosos y señales en Egipto y en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años.

    37. ”Este es el Moisés que dijo a los hijos de Israel: ‘Dios les levantará a ustedes de entre sus hermanos un profeta semejante a mí’.

    38. Este es el que llegó a estar entre la congregación en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí y con nuestros antepasados, y él recibió vivas y sagradas declaraciones formales para darlas a ustedes.

    39. Nuestros antepasados rehusaron hacerse obedientes a él; antes bien, lo echaron a un lado, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

    40. diciendo a Aarón: ‘Haznos dioses que vayan delante de nosotros. Porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le habrá pasado’.

    41. Así que hicieron un becerro en aquellos días y le trajeron un sacrificio al ídolo y se pusieron a gozar en las obras de sus manos.

    42. De modo que Dios se volvió y los entregó a que rindieran servicio sagrado al ejército del cielo, así como está escrito en el libro de los profetas: ‘No fue a mí a quien ustedes ofrecieron víctimas y sacrificios por cuarenta años en el desierto, ¿verdad, oh casa de Israel?

    43. Antes bien, fue la tienda de Moloc y la estrella del dios Refán lo que ustedes tomaron, las figuras que ustedes hicieron para adorarlas. Por consiguiente, los deportaré más allá de Babilonia’.

    44. ”Nuestros antepasados tenían en el desierto la tienda del testimonio, así como él dio órdenes, cuando habló con Moisés, de que él la hiciera conforme al modelo que había visto.

    45. Y nuestros antepasados, que la recibieron en sucesión, también la introdujeron con Josué en la tierra poseída por las naciones, a quienes Dios echó fuera de delante de nuestros antepasados. Allí permaneció hasta los días de David.

    46. Él halló favor a vista de Dios y pidió [el privilegio de] proveer habitación para el Dios de Jacob.

    47. Sin embargo, Salomón le edificó casa.

    48. No obstante, el Altísimo no mora en casas hechas de mano; así como dice el profeta:

    49. ‘El cielo es mi trono, y la tierra es el escabel de mis pies. ¿Qué clase de casa edificarán para mí?, dice Jehová. ¿O cuál es el lugar de mi descanso?

    50. Mi mano hizo todas estas cosas, ¿no es así?’.

    51. ”Hombres obstinados e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo el espíritu santo; como hicieron sus antepasados, así hacen ustedes.

    52. ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Sí, mataron a los que de antemano hicieron anuncio respecto a la venida del Justo, cuyos traidores y asesinos ustedes ahora han llegado a ser,

    53. ustedes que recibieron la Ley según fue transmitida por ángeles, pero no la han guardado”.

    54. Pues bien, al oír estas cosas se sintieron cortados hasta el corazón, y se pusieron a crujir los dientes contra él.

    55. Mas él, estando lleno de espíritu santo, miró con fijeza al cielo y alcanzó a ver la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios,

    56. y dijo: “¡Miren! Contemplo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios”.

    57. Ante esto, ellos clamaron a voz en cuello y se pusieron las manos sobre los oídos y se precipitaron de común acuerdo sobre él.

    58. Y después de echarlo fuera de la ciudad, se pusieron a arrojarle piedras. Y los testigos pusieron sus prendas de vestir exteriores a los pies de un joven llamado Saulo.

    59. Y siguieron arrojándole piedras a Esteban mientras él hacía petición y decía: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”.

    60. Entonces, doblando las rodillas, clamó con fuerte voz: “Jehová, no les imputes este pecado”. Y después de decir esto, se durmió [en la muerte].