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sábado, julio 20, 2024
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    Isaías 32 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    El Rey justo

    1. ¡Mira! Un rey reinará para justicia misma; y en cuanto a príncipes, gobernarán como príncipes para derecho mismo.

    2. Y cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada.

    3. Y los ojos de los que ven no estarán pegados, y los mismísimos oídos de los que oyen prestarán atención.

    4. Y el corazón mismo de los que son demasiado apresurados considerará conocimiento, y hasta la lengua de los tartamudos será rápida en hablar cosas claras.

    5. Al insensato ya no se le llamará generoso; y en cuanto al hombre sin principios, de él no se dirá que sea noble;

    6. porque el insensato mismo hablará pura insensatez, y su corazón mismo se ocupará en lo que es perjudicial, para ocuparse en apostasía y para hablar contra Jehová lo que es descarriado, para hacer que el alma del hambriento lo pase vacía; y hace que hasta el sediento lo pase sin bebida misma.

    7. En cuanto al hombre sin principios, sus instrumentos son malos; él mismo ha dado consejo para actos de conducta relajada, para destrozar a los afligidos con dichos falsos, aun cuando alguien pobre habla lo que es recto.

    8. En cuanto al generoso, es para cosas generosas para lo que ha dado consejo; y en pro de cosas generosas él mismo se levantará.

    Advertencia a las mujeres de Jerusalén

    9. “¡Mujeres que están en desahogo, levántense, escuchen mi voz! ¡Hijas descuidadas, presten oído a mi dicho!

    10. Dentro de un año y algunos días, ustedes, las descuidadas, se hallarán agitadas, porque se habrá acabado la vendimia, [pero] ninguna recolección [de fruta] vendrá.

    11. ¡Tiemblen, mujeres que están en desahogo! ¡Agítense, descuidadas! Desvístanse y desnúdense, y cíñanse [saco] sobre los lomos.

    12. Dense golpes sobre los pechos en lamentación por los campos deseables, por la vid fructífera.

    13. Sobre el suelo de mi pueblo suben meramente espinos, arbustos espinosos, pues están sobre todas las casas de alborozo, sí, el pueblo altamente jubiloso.

    14. Porque la torre de habitación misma ha sido abandonada, la mismísima bulla de la ciudad ha sido dejada; Ofel y la atalaya mismas se han convertido en campos pelados, para tiempo indefinido el alborozo de cebras, el pasto de hatos;

    15. hasta que sobre nosotros sea derramado el espíritu desde lo alto, y el desierto se haya convertido en huerto, y el huerto mismo sea considerado como verdadero bosque.

    16. ”Y en el desierto ciertamente residirá el derecho, y en el huerto morará la justicia misma.

    17. Y la obra de la justicia [verdadera] tiene que llegar a ser paz; y el servicio de la justicia [verdadera], quietud y seguridad hasta tiempo indefinido.

    18. Y mi pueblo tiene que morar en un lugar de habitación pacífico y en residencias de plena confianza y en lugares de descanso sosegados.

    19. Y ciertamente caerá granizo cuando el bosque se venga abajo y la ciudad quede rebajada a una condición de abatimiento.

    20. ”Felices son ustedes los que siembran junto a todas las aguas, y envían los pies del toro y del asno.”