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sábado, agosto 17, 2024
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    Josué 11 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Derrota de la alianza de Jabín

    1. Y aconteció que en cuanto Jabín el rey de Hazor lo oyó, se puso a enviar [un mensaje] a Jobab el rey de Madón y al rey de Simrón y al rey de Acsaf,

    2. y a los reyes que estaban al norte en la región montañosa, y en las llanuras desérticas al sur de Kinéret, y en la Sefelá, y en las serranías de Dor, al oeste,

    3. a los cananeos al oriente y al oeste, y a los amorreos y a los hititas y a los perizitas y a los jebuseos en la región montañosa y a los heveos al pie de Hermón, en la tierra de Mizpá.

    4. De modo que salieron, ellos y todos sus campamentos con ellos, un pueblo tan numeroso como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud, y muchísimos caballos y carros de guerra.

    5. Entonces todos estos reyes se reunieron por cita, y vinieron y acamparon juntos cerca de las aguas de Merom para pelear contra Israel.

    6. En esto, Jehová dijo a Josué: “No tengas miedo a causa de ellos, porque mañana, como a esta hora, voy a abandonarlos en manos de Israel, todos ellos muertos. Sus caballos los desjarretarás, y sus carros los quemarás en el fuego”.

    7. Y Josué, y con él toda la gente de guerra, procedió a ir contra ellos por sorpresa a lo largo de las aguas de Merom, y a caer sobre ellos.

    8. Entonces Jehová los dio en mano de Israel, y estos se pusieron a herirlos y perseguirlos hasta la populosa Sidón y Misrefot-maim y la llanura-valle de Mizpé al oriente; y siguieron hiriéndolos hasta no dejar que quedara de ellos un solo sobreviviente.

    9. Después de eso Josué les hizo tal como Jehová le había dicho: sus caballos los desjarretó, y sus carros los quemó en el fuego.

    10. Más que eso, Josué dio la vuelta en aquel tiempo y tomó a Hazor; y derribó a espada a su rey, porque antes de eso Hazor era la cabeza de todos estos reinos.

    11. Y se pusieron a herir a filo de espada a todas las almas que había en ella, dándo[las] por entero a la destrucción. No quedó cosa alguna que respirara, y él quemó a Hazor en el fuego.

    12. Y todas las ciudades de estos reyes y a todos sus reyes los tomó Josué y se puso a herirlos a filo de espada. Los dio por entero a la destrucción, tal como Moisés el siervo de Jehová había mandado.

    13. Solamente a todas las ciudades situadas sobre sus propios montículos Israel no quemó, salvo que Josué sí quemó a Hazor sola.

    14. Y todo el despojo de estas ciudades y los animales domésticos los saquearon para sí los hijos de Israel. Fue solamente a todo el género humano a quienes hirieron a filo de espada hasta que los hubieron aniquilado. No dejaron que quedara ninguno que respirara.

    15. Tal como Jehová había mandado a Moisés su siervo, así mandó Moisés a Josué, y así lo hizo Josué. No quitó una palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.

    Josué se apodera de toda la tierra

    16. Y Josué procedió a tomar toda esta tierra, la región montañosa y todo el Négueb y toda la tierra de Gosén y la Sefelá y el Arabá y la región montañosa de Israel y su Sefelá,

    17. desde el monte Halaq, que sube hasta Seír, y hasta Baal-gad en la llanura-valle del Líbano, al pie del monte Hermón, y tomó a todos sus reyes y se puso a herirlos y darles muerte.

    18. Muchos días hizo Josué la guerra contra todos estos reyes.

    19. Resultó que no hubo ciudad que hiciera la paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que habitaban en Gabaón. Todas las demás las tomaron por guerra.

    20. Pues resultó ser el proceder de Jehová dejar que se les pusiera terco el corazón, para que declararan guerra contra Israel, a fin de que él los diera por entero a la destrucción, para que no llegaran a recibir consideración favorable, sino para que los aniquilara, tal como Jehová había mandado a Moisés.

    21. Además, en aquel tiempo en particular Josué fue y cortó a los anaquim de la región montañosa, de Hebrón, de Debir, de Anab y de toda la región montañosa de Judá y de toda la región montañosa de Israel. Josué los dio por entero a la destrucción junto con sus ciudades.

    22. No quedaron anaquim en la tierra de los hijos de Israel. Fue solo en Gaza, en Gat y en Asdod donde quedaron.

    23. De modo que Josué tomó toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había prometido a Moisés, y Josué la dio entonces como herencia a Israel según las partes que les correspondían, conforme a sus tribus. Y la tierra no tuvo disturbio de guerra.