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sábado, agosto 17, 2024
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    Lucas 6 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

    1. Ahora bien, un sábado sucedió que él iba pasando por los sembrados de grano, y sus discípulos arrancaban y comían las espigas, tras frotarlas con las manos.

    2. Por esto, algunos de los fariseos dijeron: “¿Por qué hacen ustedes lo que no es lícito en día de sábado?”.

    3. Pero Jesús, respondiendo, les dijo: “¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David cuando él y los hombres que estaban con él tuvieron hambre?

    4. ¿Que entró en la casa de Dios y recibió los panes de la presentación y comió y dio parte a los hombres que estaban con él, lo que no es lícito a nadie comer, sino solo a los sacerdotes?”.

    5. Y pasó a decirles: “Señor del sábado es lo que el Hijo del hombre es”.

    El hombre de la mano seca

    6. En el transcurso de otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y estaba allí un hombre cuya mano derecha estaba seca.

    7. Los escribas y fariseos entonces estuvieron observándolo detenidamente para ver si curaría en día de sábado, a fin de hallar alguna manera de acusarlo.

    8. Él, sin embargo, conocía sus razonamientos; no obstante, dijo al hombre de la mano seca: “Levántate y ponte de pie en medio”. Y él se levantó y quedó de pie.

    9. Entonces Jesús les dijo: “Les pregunto: ¿Es lícito en el sábado hacer bien, o hacer daño?, ¿salvar un alma, o destruirla?”.

    10. Y después de mirar alrededor a todos ellos, dijo al hombre: “Extiende la mano”. Él lo hizo, y la mano le fue restaurada.

    11. Pero ellos se llenaron de insensatez, y se pusieron a hablar unos con otros en cuanto a qué podrían hacerle a Jesús.

    Elección de los doce apóstoles

    12. En el transcurso de aquellos días él salió a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.

    13. Pero cuando se hizo de día llamó a sí a sus discípulos y escogió doce de entre ellos, a los cuales también dio el nombre de “apóstoles”:

    14. Simón, a quien también dio el nombre de Pedro, y Andrés su hermano, y Santiago y Juan, y Felipe y Bartolomé,

    15. y Mateo y Tomás, y Santiago [hijo] de Alfeo, y Simón que es llamado “el celoso”,

    16. y Judas [hijo] de Santiago, y Judas Iscariote, que se volvió traidor.

    Jesús atiende a una multitud

    17. Y bajó con ellos y se apostó en un lugar llano, y había una gran muchedumbre de sus discípulos, y una gran multitud del pueblo de toda Judea y de Jerusalén y del país marítimo de Tiro y Sidón, que vinieron a oírle y a ser sanados de sus enfermedades.

    18. Hasta aquellos a quienes perturbaban espíritus inmundos eran curados.

    19. Y toda la muchedumbre procuraba tocarlo, porque de él salía poder y sanaba a todos.

    Bienaventuranzas y ayes

    20. Y él alzó los ojos sobre sus discípulos y se puso a decir: “Felices son ustedes, los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios.

    21. ”Felices son ustedes los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. ”Felices son ustedes los que lloran ahora, porque reirán.

    22. ”Felices son ustedes cuando los hombres los odien, y cuando los excluyan y los vituperen y desechen su nombre como inicuo por causa del Hijo del hombre.

    23. Regocíjense en aquel día y salten, porque, ¡miren!, su galardón es grande en el cielo, porque esas son las mismas cosas que hacían los antepasados de ellos a los profetas.

    24. ”Mas ¡ay de ustedes los ricos, porque ya disfrutan de su consolación completa!

    25. ”¡Ay de ustedes los que están saciados ahora, porque padecerán hambre! ”¡Ay, ustedes que ríen ahora, porque se lamentarán y llorarán!

    26. ”¡Ay, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes, porque cosas como estas son las que los antepasados de ellos hicieron a los falsos profetas!

    El amor hacia los enemigos, y la regla de oro

    27. ”Pero les digo a ustedes los que escuchan: Continúen amando a sus enemigos, haciendo bien a los que los odian,

    28. bendiciendo a los que los maldicen, orando por los que los insultan.

    29. Al que te hiera en una mejilla, ofrécele también la otra; y al que te quite tu prenda de vestir exterior, no le retengas siquiera la prenda de vestir interior.

    30. Da a todo el que te pida, y al que te quite lo tuyo, no [lo] pidas de vuelta.

    31. ”También, así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, háganles de igual manera a ellos.

    32. ”Y si ustedes aman a los que los aman, ¿de qué mérito les es? Porque hasta los pecadores aman a los que los aman.

    33. Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿de qué mérito, realmente, les es a ustedes? Hasta los pecadores hacen lo mismo.

    34. También, si prestan [sin interés] a aquellos de quienes esperan recibir, ¿de qué mérito les es? Hasta los pecadores prestan [sin interés] a los pecadores para que se les devuelva otro tanto.

    35. Al contrario, continúen amando a sus enemigos y haciendo bien y prestando [sin interés], sin esperar que se les devuelva nada; y su galardón será grande, y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso para con los ingratos e inicuos.

    36. Continúen haciéndose misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.

    El juzgar a los demás

    37. ”Además, dejen de juzgar, y de ninguna manera serán juzgados; y dejen de condenar, y de ninguna manera serán condenados. Sigan poniendo en libertad, y se les pondrá en libertad.

    38. Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio”.

    39. Entonces les habló también una ilustración: “Un ciego no puede guiar a un ciego, ¿verdad? Ambos caerán en un hoyo, ¿no es cierto?

    40. El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro.

    41. ¿Por qué, entonces, miras la paja que está en el ojo de tu hermano, pero no observas la viga que está en tu propio ojo?

    42. ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, permíteme extraer la paja que está en tu ojo’, mientras que tú mismo no miras la viga en ese ojo tuyo? ¡Hipócrita! Primero extrae la viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente cómo extraer la paja que está en el ojo de tu hermano.

    Por sus frutos los conoceréis

    43. ”Porque no hay árbol excelente que produzca fruto podrido; de nuevo, no hay árbol podrido que produzca fruto excelente.

    44. Porque cada árbol es conocido por su propio fruto. Por ejemplo, no se recogen higos de espinos, ni de la zarza se cortan uvas.

    45. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno; pero el hombre inicuo produce lo que es inicuo de su [tesoro] inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

    Los dos cimientos

    46. ”Entonces, ¿por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’, pero no hacen las cosas que digo?

    47. Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las hace, les mostraré a quién es semejante:

    48. Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la masa rocosa. Por consiguiente, cuando sobrevino una inundación, el río rompió contra aquella casa, pero no tuvo la fuerza para sacudirla, porque estaba bien edificada.

    49. Por otra parte, el que oye, y no hace, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra sin fundamento. El río rompió contra esta, y esta inmediatamente se desplomó, y la ruina de aquella casa vino a ser grande”.