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sábado, agosto 17, 2024
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    Marcos 7 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Lo que contamina al hombre

    1. Ahora bien, los fariseos y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén se juntaron en torno de él.

    2. Y cuando vieron a algunos de los discípulos de él tomar su comida con manos contaminadas, es decir, no lavadas

    3. —porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos que se laven las manos hasta el codo, teniendo firmemente asida la tradición de los hombres de otros tiempos,

    4. y, al volver del mercado, no comen a menos que se limpien por rociadura; y hay muchas otras tradiciones que han recibido para tenerlas firmemente asidas: bautismos de copas y cántaros y vasos de cobre—;

    5. de modo que estos fariseos y escribas le preguntaron: “¿Por qué no proceden tus discípulos conforme a la tradición de los hombres de otros tiempos, sino que toman su comida con manos contaminadas?”.

    6. Él les dijo: “Aptamente profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí.

    7. En vano me siguen adorando, porque enseñan como doctrinas mandatos de hombres’.

    8. Soltando el mandamiento de Dios, ustedes tienen firmemente asida la tradición de los hombres”.

    9. Además, siguió diciéndoles: “Diestramente ponen ustedes a un lado el mandamiento de Dios para retener su tradición.

    10. Por ejemplo, Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’.

    11. Pero ustedes dicen: ‘Si un hombre le dice a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es corbán (es decir, una dádiva dedicada a Dios)”’...,

    12. ya no le dejan hacer ni una sola cosa por su padre o su madre,

    13. y así invalidan la palabra de Dios por la tradición suya que ustedes transmitieron. Y hacen muchas cosas parecidas a esto”.

    14. Entonces, llamando a sí otra vez a la muchedumbre, procedió a decirles: “Escúchenme, todos ustedes, y capten el significado.

    15. Nada hay que entre en el hombre de fuera de él que pueda contaminarlo; mas las cosas que proceden del hombre son las cosas que contaminan al hombre”.

    16. ——

    17. Ahora bien, cuando hubo entrado en una casa, apartado de la muchedumbre, sus discípulos se pusieron a preguntarle acerca de la ilustración.

    18. De modo que les dijo: “¿Están ustedes también faltos de percepción como ellos? ¿No se dan cuenta de que nada que de fuera entra en el hombre puede contaminarlo,

    19. puesto que no entra en [su] corazón, sino en [sus] intestinos, y sale a la cloaca?”. Así declaró limpios todos los alimentos.

    20. Además dijo: “Lo que procede del hombre es lo que contamina al hombre;

    21. porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos,

    22. adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad.

    23. Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.

    La fe de la mujer sirofenicia

    24. Levantándose de allí, se fue a las regiones de Tiro y Sidón. Y entró en una casa y no quería que nadie llegara a saberlo. Sin embargo, no pudo pasar inadvertido;

    25. antes bien, inmediatamente una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo oyó acerca de él, y vino y se postró a sus pies.

    26. La mujer era griega, de nacionalidad sirofenicia; y siguió pidiéndole que expulsara de su hija al demonio.

    27. Pero él empezó por decirle: “Primero deja que los hijos se satisfagan, porque no es correcto tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos”.

    28. Pero, en respuesta, ella le dijo: “Sí, señor; sin embargo, los perritos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los niñitos”.

    29. Ante aquello, él le dijo: “Por haber dicho esto, ve; el demonio ha salido de tu hija”.

    30. De modo que ella se fue a su casa y halló a la niñita acostada en la cama, y que el demonio había salido.

    Jesús sana a un sordomudo

    31. Entonces, saliendo él de nuevo de las regiones de Tiro, se fue por Sidón al mar de Galilea y subió por en medio de las regiones de Decápolis.

    32. Aquí le trajeron un hombre sordo y con un impedimento del habla, y le suplicaron que pusiera la mano sobre él.

    33. Y él se lo llevó aparte de la muchedumbre, en privado, y puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua.

    34. Y con una mirada al cielo suspiró profundamente y le dijo: “Éffatha”, esto es: “Sé abierto”.

    35. Pues bien, las facultades de oír de aquel fueron abiertas, y el impedimento de su lengua fue desatado, y empezó a hablar normalmente.

    36. Con eso, él les ordenó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más les ordenaba, tanto más lo proclamaban.

    37. De hecho, estaban atónitos de una manera sumamente extraordinaria, y decían: “Todas las cosas las ha hecho bien. Hasta a los sordos hace oír y a los mudos hablar”.