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jueves, julio 18, 2024
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    Proverbios 4 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Beneficios de la sabiduría

    1. Escuchen, oh hijos, la disciplina de un padre, y presten atención, para conocer entendimiento.

    2. Porque buena instrucción es lo que ciertamente les daré. No dejen mi ley.

    3. Pues yo resulté ser un hijo verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre.

    4. Y él me instruía y me decía: “Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras. Guarda mis mandamientos y continúa viviendo.

    5. Adquiere sabiduría, adquiere entendimiento. No te olvides, y no te desvíes de los dichos de mi boca.

    6. No la dejes, y ella te guardará. Ámala, y ella te salvaguardará.

    7. La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento.

    8. Estímala altamente, y ella te ensalzará. Te glorificará porque la abrazas.

    9. Dará a tu cabeza una guirnalda de encanto; te otorgará una corona de hermosura”.

    10. Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos.

    11. Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría; ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud.

    12. Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás.

    13. Ásete de la disciplina; no [la] sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida.

    14. No entres en la senda de los inicuos, y no andes directamente adelante al camino de los malos.

    15. Esquívalo, no pases adelante por él; desvíate de él, y pasa adelante.

    16. Porque ellos no duermen a menos que hagan maldad, y su sueño [les] ha sido arrebatado a no ser que hagan tropezar a alguien.

    17. Porque se han alimentado del pan de la iniquidad, y el vino de actos de violencia es lo que beben.

    18. Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.

    19. El camino de los inicuos es como las tinieblas; no han sabido en qué siguen tropezando.

    20. Hijo mío, de veras presta atención a mis palabras. A mis dichos inclina tu oído.

    21. No se escapen de tus ojos. Guárdalos en medio de tu corazón.

    22. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne.

    23. Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida.

    24. Quita de ti mismo la tortuosidad del habla; y la sinuosidad de labios aleja de ti.

    25. En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti.

    26. Allana el derrotero de tu pie, y establézcanse firmemente todos tus propios caminos.

    27. No te inclines a la derecha ni a la izquierda. Quita tu pie de lo que es malo.