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sábado, agosto 17, 2024
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    Tito 2 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Enseñanza de la sana doctrina

    1. Tú, sin embargo, sigue hablando las cosas que son apropiadas para la enseñanza saludable.

    2. Que los hombres de edad sean moderados en los hábitos, serios, de juicio sano, saludables en fe, en amor, en aguante.

    3. Igualmente, que las mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho vino, maestras de lo que es bueno;

    4. para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus hijos,

    5. sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetas a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios.

    6. Igualmente, sigue exhortando a los hombres de menos edad a que sean de juicio sano,

    7. en todas las cosas mostrándote tú mismo ejemplo de obras excelentes; mostrando incorrupción en tu enseñanza, seriedad,

    8. habla saludable que no se pueda condenar; para que el hombre que está del lado opuesto se avergüence, al no tener nada vil que decir acerca de nosotros.

    9. Que los esclavos estén en sujeción a sus dueños en todas las cosas y les sean de buen agrado, no siendo respondones,

    10. no cometiendo robos, sino desplegando buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.

    11. Porque la bondad inmerecida de Dios que trae salvación a toda clase de hombres se ha manifestado,

    12. y nos instruye a repudiar la impiedad y los deseos mundanos y a vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas actual,

    13. mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y de[l] Salvador nuestro, Cristo Jesús,

    14. que se dio a sí mismo por nosotros para librarnos de toda clase de desafuero y limpiar para sí un pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes.

    15. Sigue hablando estas cosas y exhortando y censurando con plena autoridad para mandar. Que nadie jamás te desprecie.