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sábado, agosto 17, 2024
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    Apocalipsis 11 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Los dos testigos

    1. Y fuéme dada una caña semejante a una vara, diciendo: Levántate, y mide el templo de Dios y el altar y los que adoran en él;

    2. y el atrio que está fuera del templo, déjalo fuera, y no lo midas, porque fué dado a los gentiles y hollarán la santa ciudad cuarenta y dos meses.

    3. Y daré a mis dos testigos, que profeticen mil doscientos sesenta días, vestidos de sacos,

    4. estos son los dos olivos y los dos candeleros que están delante del Señor de la tierra.

    5. Y si alguien quiere hacerles daño, sale fuego de la boca de ellos, y consume a sus enemigos, y si alguien quisiere hacerles daño, así es menester que sea muerto.

    6. Estos tienen poder de cerrar el cielo para que no caiga lluvia en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y azotar la tierra con toda plaga, cuantas veces quisieren.

    7. Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.

    8. Y los cadáveres de ellos yacerán sobre la plaza de la gran ciudad que es llamada espiritualmente Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fué crucificado.

    9. Y de los pueblos, tribus y lenguas y naciones miran los cadáveres de ellos, tres días y medio, y no dejan que sean puestos en sepulcros los cadáveres de ellos.

    10. Y los habitantes de la tierra se gozan sobre ellos y se regocijan y se mandarán, unos a otros, presentes, porque estos dos profetas molestaron a los habitantes de la tierra.

    11. Y después de tres días y medio, soplo de vida de parte de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y grande temor cayó sobre los que los contemplaban.

    12. Y oyeron una gran voz del cielo, diciéndoles: Subid acá. Y subieron al cielo en la nube y los contemplaron sus enemigos.

    13. Y en aquella hora se hizo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos por el terremoto siete mil hombres, y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo.

    14. El segundo Ay pasó, y he aquí el tercer Ay viene presto.

    La séptima trompeta

    15. Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo diciendo: Vino el reino del mundo a ser del Señor nuestro y de su Cristo y reinará por los siglos de los siglos (Dan. 7:13,22).

    16. Y los veinticuatro ancianos que están delante del trono de Dios, sentados sobre sus tronos, cayeron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,

    17. diciendo: Gracias te damos, Señor, el Dios Todopoderoso, El que es, El que era, porque tomaste tu potencia grande, e inauguraste tu reinado;

    18. y las naciones fueron enfurecidas, y vino tu ira y el momento de ser juzgados los muertos y de dar el salario a tus siervos los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

    19. Y fué abierto el templo de Dios en el cielo, y fué vista el arca de su alianza en su templo, y se hicieron relámpagos y voces y truenos y terremoto, y grande granizo.