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sábado, agosto 17, 2024
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    Hechos 10 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Pedro y Cornelio

    1. Había en Cesárea un varón, por nombre Cornelio, centurión de la compañía llamada la italiana,

    2. piadoso, y temeroso de Dios, con toda su casa, haciendo muchas limosnas al pueblo, y orando a Dios en todo tiempo

    3. vio claramente en aparición como a la hora de la nona, a un ángel de Dios que entró en su casa y le dijo: Cornelio:

    4. Y fijando los ojos en él y espantado, dijo: ¿Qué hay, Señor? Y díjole: Tus oraciones y tus limosnas subieron en memorial delante de Dios;

    5. y ahora envía a Jope varones y haz venir a un Simón que tiene por sobrenombre Pedro;

    6. éste posa en casa de un Simón curtidor cuya casa está junto al mar, éste te dirá lo que debes hacer.

    7. Y cuando se fué el ángel que le hablaba, Cornelio llamando a dos de sus criados y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes,

    8. y contándoles todo los envió a Jope.

    9. Al día siguiente, mientras que aquéllos viajaban y se acercaban a la ciudad, subió Pedro a la azotea a orar cerca de la hora sexta.

    10. Le vino hambre, y quiso tomar algo. Mientras que se lo preparaban, cayó sobre él un éxtasis,

    11. y vio el cielo abierto y un vaso que bajaba sobre él, como sábana grande, atado de las cuatro puntas, y bajado sobre la tierra,

    12. en el cual había de todos los cuadrúpedos de la tierra y fieras y reptiles y aves del cielo,

    13. y vino a él una voz: Levántate, Pedro, mata y come.

    14. Mas Pedro dijo: ¡De ningún modo, Señor! porque jamás comí algo común e inmundo.

    15. Y una voz de nuevo, por segunda vez a él: Lo que Dios purificó, no lo tengas tú por común.

    16. Y esto se hizo hasta tres veces, y de nuevo fué recogido el vaso en el cielo.

    17. Y como Pedro en sí mismo estaba perplejo sobre lo que sería la visión que vio, he aquí los varones, enviados por Cornelio, preguntando por la casa de Simón se presentaron a la puerta,

    18. y llamando se informaban si Simón el sobrenombrado Pedro posaba allí.

    19. Estando Pedro reflexionando sobre la visión, le dijo el Espíritu: He aquí tres varones te buscan;

    20. mas levántate desciende y vete con ellos sin vacilar nada, porque yo los he enviado.

    21. Bajando pues Pedro a los varones dijo: Heme aquí, yo soy el que buscáis, ¿cuál es la causa porque habéis venido?

    22. Ellos dijeron: Cornelio, centurión, hombre justo y temeroso de Dios, y a quien da buen testimonio toda la nación de los judíos, fué divinamente avisado por un santo ángel de hacerte venir a su casa y oír palabras de ti.

    23. Invitándolos pues los hospedó, y el día siguiente Pedro levantándose salió con ellos, y algunos de los hermanos que eran de Jope fueron con él.

    24. Al día siguiente entraron en Cesárea, y Cornelio estaba aguardándolos, habiendo convocado a sus parientes y a los amigos íntimos.

    25. Y como iba a entrar Pedro, saliéndole al encuentro Cornelio, cayendo a sus pies, rindió homenaje:

    26. pero Pedro le levantó, diciendo: Levántate, y yo mismo soy hombre.

    27. Y conversando con él, entró y halló a muchos que habían concurrido

    28. y les dijo: Vosotros sabéis cómo no es lícito a un varón judío juntarse o allegarse a un extranjero, y a mí me mostró Dios a no llamar común o inmundo a ningún hombre,

    29. por eso también sin contradicción vine, siendo llamado. Pregunto pues por qué razón me habéis llamado.

    30. Y Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora, estaba a la nona orando en mi casa, y he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente,

    31. y dijo: Cornelio, fué escuchada tu oración y tus limosnas fueron recordadas delante de Dios.

    32. Envía pues a Jope, y haz llamar a Simón que es sobrenombrado Pedro; éste se hospeda en casa de Simón, curtidor, junto al mar, el cual al venir te hablará.

    33. En seguida pues envié a ti, tú hiciste bien en venir. Ahora pues todos nosotros estamos aquí delante de Dios para oír las cosas que te están ordenadas por Dios.

    34. Abriendo la boca, Pedro dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,

    35. sino que en toda nación el que lo teme y obra justicia le es acepto.

    36. La palabra que envió a los hijos de Israel, anunciando paz por Jesu-Cristo, este es Señor de todos (Rom. 10:11),

    37. vosotros la sabéis; lo que su cedió por toda la Judea, al comenzar desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan,

    38. a Jesús de Nazaret cómo le ungió Dios con espíritu santo y fuerza, el cual pasó haciendo bien y sanando a todos los que estaban dominados por el diablo, porque Dios era con él.

    39. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalem, al cual quitaron la vida, colgándole en un madero.

    40. A éste Dios le despertó al tercer día, e hizo que se hiciese ver,

    41. no a todo el pueblo, sino a testigos designados por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él, después que se levantó de los muertos,

    42. y nos mandó predicar al pueblo, y testificar que él es el instituido por Dios, juez de vivos y muertos.

    43. A éste dan testimonio todos los pro fetas: que todo el que cree en él recibe por el nombre de él, re misión de pecados.

    44. Estando aún hablando Pedro estas palabras, cayó el santo Espíritu sobre todos los que oían la palabra.

    45. Y se admiraron los fieles de la circuncisión cuantos vinieron con Pedro, que tambien sobre los gentiles estaba derramado el don del santo Espíritu,

    46. porque les oían hablar en lenguas y magnificar a Dios.

    47. Entonces Pedro respondió: ¿Puede alguien rehusar el agua, que no sean bautizados éstos, los cuales recibieron el santo Espíritu como también nosotros.

    48. Y mandó que fuesen bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedase con ellos algunos días.