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domingo, agosto 18, 2024
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    Hechos 19 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Pablo en Efeso

    1. Y aconteció que entretanto que Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de atravesar las regiones superiores, llegó a Efeso, y hallando algunos discípulos,

    2. les dijo: ¿Recibisteis espíritu santo, creyendo? Y ellos a él dijeron: Mas ni aun que hay espíritu santo oímos.

    3. Y díjoles: ¿En qué fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.

    4. Y dijo Pablo: Juan bautizó bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que venía después de él, esto es en Jesús Cristo.

    5. Oyéndolo fueron bautizados al nombre del Señor Jesús.

    6. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el santo Espíritu, y hablaban en lenguas y profetizaban.

    7. Eran todos los varones como doce.

    8. Y entrando en la sinagoga, hablaba con denuedo por tres meses discutiendo y persuadiendo lo que se refiere al reino de Dios.

    9. Como algunos se endurecían, y no creían, hablando mal del Camino, delante de la multitud, apartándose de ellos separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de un tal Tirano.

    10. Esto se hizo por dos años, de suerte que todos los que habitaban el Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor.

    11. Milagros extraordinarios hacía Dios por las manos de Pablo,

    12. de suerte que sobre los enfermos se llevaban de su cuerpo pañuelos o mandiles, y se iban de ellos las enfermedades, y también los espíritus malos.

    13. Y empezaron algunos de los judíos ambulantes, exorcistas, a invocar sobre los que tenían los espíritus malos, el nombre del Señor Jesús, diciendo: Os conjuramos por el Jesús que Pablo predica.

    14. Eran siete hijos de Esceva, judío, principal sacerdote, que hacían esto.

    15. Respondiendo el espíritu malo les dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, mas vosotros, ¿quiénes sois?

    16. Y arrojándose. sobre ellos el hombre en quien estaba el espíritu malo, y apoderándose de ellos los maltrató, de suerte que desnudos y heridos escaparon de aquella casa.

    17. Esto fué notorio a todos, judíos y griegos, que habitaban Efeso. y cayó temor sobre todos ellos, y era engrandecido el nombre del Señor Jesús.

    18. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y declarando las prácticas de ellos,

    19. y buen número de los que practicaron las artes supersticiosas, trayendo los libros los quemaban delante de todos. Y calcularon los precios de ellos, y hallaron cincuenta mil monedas de plata.

    20. Así con fuerza crecía y prevalecía la palabra del Señor.

    21. Como fueron cumplidas estas cosas, Pablo puso en su espíritu, ir a Jerusalem, pasando por Macedonia y Acaya, diciendo: Después de haber estado allí es menester que vea también a Roma.

    22. Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, a Timoteo y a Erasto, él se detuvo algún tiempo en Asia.

    El alboroto en Efeso

    23. Y hubo en aquel tiempo, un alboroto no pequeño acerca del Camino.

    24. Porque uno por nombre Demetrio, platero, fabricante en plata de templos de Diana (»), daba a los obreros no poca ganancia.

    25. Juntando a ellos y a los artistas de tal gremio, dijo: Varones, sabéis que de esta industria nos viene la prosperidad,

    26. y consideráis y oís que no sólo en Efeso, sino también en. casi toda el Asia, este Pablo persuadió y cambió bastante gente, diciendo que no son dioses los hechos por manos.

    27. No sólo hay peligro por nosotros, que este oficio venga en descrédito, sino también que el templo de la grande diosa Diana sea tenido en nada, y que ha de ser despojada de su majestad aquella a quien toda el Asia y el mundo veneran.

    28. Oyéndole, y llenándose de furor gritaban, diciendo: Grande es la Diana de los efesios.

    29. Y llenó la confusión la ciudad toda, y se lanzaron en masa al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo.

    30. A Pablo, queriendo entrar en el pueblo, no le dejaban los discípulos,

    31. y algunos también de los asiarcas, siendo sus amigos, enviándole recado le rogaban que no se presentase en el teatro.

    32. Unos pues gritaban una cosa, y otros otra, porque la asamblea estaba revuelta, y los más no sabían por qué estaban juntados..

    33. De la muchedumbre pusieron adelante a Alexandro, empujándole los judíos. Alexandro, pues, haciendo señas con la mano quería dar razón al pueblo,

    34. pero reconociendo que era judío, se hizo una sola voz de todos que gritaban, casi por dos horas: Grande es la Diana de los efesios.

    35. Pero el escribano habiendo apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿quién es que no conoce la ciudad de los efesios, por ser adoradora de la grande diosa Diana y de la imagen caída del cielo?

    36. Siendo pues indiscutibles estas cosas, conviene que vosotros seáis apaciguados, y nada hagáis con precipitación.

    37. Ahora habéis traído a estos hombres que no son sacrílegos, ni insultan a vuestra diosa.

    38. Si pues Demetrio y los oficiales con él, tienen queja contra alguien, se celebran audiencias y hay procónsules, acúsense los unos a los otros.

    39. Y si acerca de otras cosas demandáis, en asamblea autorizada se resolverá;

    40. y en efecto nos arriesgamos de ser acusados de sedición, por la de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podremos dar razón de este atropello.

    41. Y habiendo dicho esto disolvió la asamblea.