Juan 17 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

Jesús ora por sus discípulos

1. Estas cosas habló Jesús y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu hijo para que tu hijo te glorifique a ti,

2. como le diste poder sobre toda carne para que a todo lo que has dado le dé vida eterna.

3. Pues ésta es la vida eterna que te conozcan a ti al único verdadero Dios y al que enviaste, Jesucristo.

4. Yo te glorifiqué sobre la tierra y acabé la obra que me has dado para que hiciese.

5. Y ahora glorifícame tú, Padre, en ti mismo, con la gloria que tenía cerca de ti, antes que el mundo fuese.

6. Manifesté tu nombre a los hombres que del mundo me has dado, a ti eran, y me los has dado, y han guardado tu palabra.

7. Ahora han conocido que todas cuantas cosas me has dado, vienen de ti.

8. Porque las palabras que me diste, les he dado, y ellos las recibieron y conocieron verdaderamente que de ti salí, y creyeron que tú me enviaste.

9. Yo por ellos ruego. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque a ti son,

10. y todas las cosas mías son tuyas, y las tuyas mías son, y he sido glorificado en ellas. -

11. Y ya no estoy en el mundo y éstos están en el mundo y yo a ti voy. Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros.

12. Cuando estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre. A los que me has dado los guardé, y ninguno de ellos pereció sino el hijo de la perdición, para que la Escritura fuese cumplida.

13. Mas ahora a ti voy. Y estas cosas hablo en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

14. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.

15. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del malo.

16. No son del mundo, como yo no soy del mundo.

17. Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.

18. Como me enviaste al mundo, yo también los envié al mundo,

19. y por ellos yo me santifico a mí mismo para que ellos también estén santificados en verdad.

20. No por éstos solamente ruego, sino por los que por la palabra de ellos creen en mí,

21. para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en tí, para que también ellos en nosotros uno sean, para que el mundo crea que tú me enviaste.

22. Y la gloria que me has dado, yo les he dado para que sean uno así como nosotros uno somos;

23. yo en ellos, y tú en mí para que sean hechos perfectamente uno, y para que el mundo conozca que tú me enviaste y los amaste como me amaste.

24. Padre, los que me has dado, quiero que donde estoy yo, también estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo.

25. Padre justo, el mundo no te conoció, mas yo te conocí, y ellos conocieron que tú me enviaste,

26. y les hice conocer tu nombre, y lo haré conocer para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.