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domingo, agosto 18, 2024
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    Juan 18 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Arresto de Jesús

    1. Después de haber dicho estas cosas, Jesús salió con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón donde había un huerto, en el cual entró él con sus discípulos.

    2. Judas, el que le entregaba, conocía también el lugar, porque muchas veces Jesús fué reunido allí con sus discípulos.

    3. Judas, pues, tomando la cohorte, y alguaciles de los principales sacerdotes y fariseos, va allí con linternas, y antorchas y armas.

    4. Jesús pues, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, saliendo díjoles: ¿A quién buscáis?

    5. Le respondieron: A Jesús el nazareno. Díceles Jesús: Yo soy. Estaba también Judas, el que le entregaba, con ellos.

    6. Como pues le dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron en tierra.

    7. De nuevo les preguntó: ¿A quién buscáis? Dijéronle: A Jesús el nazareno.

    8. Respondió Jesús: Ya os dije que yo soy. Si pues me buscáis, dejad a éstos irse

    9. para que se cumpliese la palabra que dijo (10:12): De los que me has dado, no perdí a ninguno.

    10. Simón Pedro, pues, teniendo una espada la sacó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El nombre del siervo era Maleo.

    11. Dijo pues Jesús: Mete tu espada en la vaina. El cáliz que me ha dado el Padre, ¿no lo he de beber?

    Jesús ante el sumo sacerdote

    12. La cohorte, el tribuno y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y le ataron

    13. y le llevaron primero a Anas; porque era suegro de Caifas quien era sumo Sacerdote de aquel año.

    14. Era Caifas el que había aconsejado a los judíos que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo (c. 11:49, 50).

    Pedro en el patio de Anás

    15. Seguían a Jesús Simón Pedro, y otro discípulo. Aquel discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús en el patio del sumo sacerdote,

    16. pero Pedro estaba a la puerta. Salió, pues, el otro discípulo que era conocido del sumo sacerdote y habló a la portera e hizo entrar a Pedro.

    17. Dice pues a Pedro la criada, la portera: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy.

    18. Y estaban allí los criados y los alguaciles, habiendo encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban y estaba también Pedro con ellos en pie, calentándose.

    Anás interroga a Jesús

    19. El sumo sacerdote pues interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza.

    20. Le respondió Jesús: Yo públicamente he hablado al mundo; yo siempre enseñé en sinagoga y en el templo donde de todas partes los judíos concurren, y en secreto nada hablé.

    21. ¿Por qué me interrogas? Pregunta a los que han oído lo que les hablé. He aquí éstos saben lo que dije yo.

    22. Esto dicho por él, uno de los alguaciles que estaba presente dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?

    23. Respondióle Jesús: Si he hablado mal, da testimonio del mal. Mas si bien, ¿por qué me hieres?

    24. Anas pues le envió atado a Caifas, el sumo sacerdote.

    Pedro niega a Jesús

    25. Estaba Simón Pedro en pie y calentándose. Dijéronle, pues: ¿No eres tú también de los discípulos de él? El negó, y dijo: No lo soy.

    26. Dice uno de los siervos del sumo sacerdote, siendo pariente del a quien Pedro cortó la oreja: ¿No te vi yo en el huerto con él?

    27. De nuevo pues negó Pedro, y al instante cantó un gallo.

    Jesús ante Pilato

    28. Llevan, pues a Jesús, de Caifas al pretorio. Era temprano, y ellos no entraron en el pretorio para que no fuesen contaminados, mas para que comiesen la pascua.

    29. Salió pues Pilato fuera a ellos y dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?

    30. Respondiéronle: Si éste no fuese malhechor, no te le hubiéramos entregado.

    31. Díjoles pues Pilato: Tomadle vosotros y según vuestra ley juzgadle. Dijéronle entonces los judíos: A nosotros no es lícito dar muerte a nadie;

    32. para que la palabra de Jesús se cumpliese, la que había dicho señalando de qué muerte iba a morir.

    33. Entró pues de nuevo en el pretorio Pilato y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el rey de los judíos?

    34. Le respondió Jesús: ¿Es de ti mismo que tú dices esto, u otros te lo dijeron de mí?

    35. Respondió Pilato: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué hiciste?

    36. Respondió Jesús: Mi reinado no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi reinado, mis servidores lucharían para que no fuese entregado a los judíos. Mas ahora mi reinado no es de aquí.

    37. Díjole pues Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú lo dices, soy rey yo. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo para dar testimonio a la verdad. Todo el que es de la verdad oye mi voz.

    38. Dícele Pilato: ¿Qué es verdad? Y después de decir esto, de nuevo salió a los judíos y díjoles: Yo no hallo ningún crimen en él.

    39. Mas es costumbre para vosotros que os suelte a uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al rey de los judíos?

    40. Gritaron, pues, de nuevo todos: No a éste, sino a Barrabás. Y era Barrabás salteador.