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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 7 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Incredulidad de los hermanos de Jesús

    1. Y después de estas cosas andaba Jesús por la Galilea. No quería pues andar por la Judea, porque los judíos pro curaban matarle.

    2. Era próxima la fiesta de los judíos, la de las cabañas. (Lev. 23:24).

    3. Le dijeron sus hermanos: Parte de aquí, y ve a la Judea, para que también tus discípulos admiren tus obras que haces,

    4. porque nadie hace algo en secreto y procura estar en notoriedad. Si haces estas cosas, manifiéstate a ti mismo al mundo.

    5. Porque ni aun sus hermanos creían en él.

    6. Díceles pues Jesús: Mi tiempo aun no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre es oportuno.

    7. No puede el mundo aborreceros a vosotros, pero me aborrece a mí porque yo doy testimonio de él que sus obras son malas".

    8. Vosotros subid a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque mi tiempo no se ha cumplido aún. (Lucas 9:31, 51).

    9. Después de haberles dicho esto, quedóse en Galilea,

    Jesús en la fiesta de los tabernáculos

    10. Pero como hubieron subido sus hermanos, entonces él también subió a la fiesta, no públicamente sino como en secreto.

    11. Los judíos pues le buscaban en la fiesta y decían: ¿Dónde está aquél?

    12. Y había mucho murmullo respecto de él entre la gente. Unos decían: Es bueno; otros decían: No, mas engaña a la gente.

    13. Nadie hablaba con franqueza de él, por miedo de los judíos.

    14. Siendo ya la fiesta a medio pasada, subió Jesús al templo y enseñaba,

    15. y maravillábanse los judíos, diciendo: ¿Cómo éste sabe letras sin haber estudiado?

    16. Respondióles Jesús, y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.

    17. Si alguno quisiere hacer la voluntad de él, sabrá si mi enseñanza es de Dios, o si yo de por mí mismo hablo.

    18. El que de por sí mismo habla busca la propia gloria, mas el que busca la gloria del que le envió, éste es veraz, y no hay injusticia en él.

    19. ¿No os ha dado Moisés la Ley? y ninguno de vosotros hace la Ley. ¿Por qué procuráis matarme?

    20. La gente respondió: Demonio tienes. ¿Quién procura matarte?

    21. Respondió Jesús: Una obra hice, y todos os maravilláis.

    22. Por esto Moisés os ha dado la circuncisión, no que sea de Moisés sino de los patriarcas y en sábado circuncidáis a un hombre.

    23. Si recibe la circuncisión un hombre en sábado para que no sea quebrantada la ley de Moisés, os encolerizáis contra mí porque hice sano a todo un hombre en sábado.

    24. No juzguéis según las apariencias, mas pronunciad el justo juicio.

    ¿Es éste el Cristo?

    25. Decían pues algunos de los jerosolimitanos: ¿No es éste .a quien procuran-matar?

    26. Y he aquí libremente habla, y nada le dicen. ¿Acaso reconocieron verdaderamente los jefes que éste es el Cristo?

    27. Pero éste sabemos de dónde es. Mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.

    28. Exclamó, pues, enseñando en el templo Jesús, y diciendo: Sí, a mí me conocéis, y sabéis de dónde soy, y no es de mí mismo que he venido, mas es verdadero el que me envió, a quien vosotros no conocéis,

    29. yo lo conozco, porque de parte de él soy, y aquél me envió.

    30. Procuraban, pues, prenderle, y nadie echó sobre él la mano, porque aun no había llegado su hora.

    31. Y muchos de la muchedumbre creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿acaso hará más señales de las que éste hizo?

    Los fariseos envían alguaciles para prender a Jesús

    32. Oyeron los fariseos a la gente susurrando de él estas cosas. Y los fariseos y los sumo sacerdotes enviaron alguaciles para que le prendiesen.

    33. Por lo cual dijo Jesús: Aun poco tiempo estoy con vosotros, y me voy al que me envió.

    34. Me buscaréis y no me hallaréis, y donde estaré yo, vosotros no podéis venir.

    35. Se dijeron pues los judíos entre sí: ¿A dónde se ha de ir éste, que nosotros no le hallaremos? ¿Es a la dispersión entre los griegos que ha de irse y enseñar a los griegos?

    36. ¿Qué significa esta palabra que dijo: Me buscaréis y no me hallaréis, y donde estoy yo, vosotros no podéis venir?

    Ríos de agua viva

    37. En el último día, el grande de la fiesta, estaba de pie Jesús y clamó, diciendo: Si alguien tiene sed, venga a mí, y beba.

    38. El que cree en mí, como dijo la Escritura, correrán de su interior ríos de agua viva (cf. 4: 14).

    39. Esto lo dijo del Espíritu que habían de recibir los creyentes en él, porque aun no había espíritu , porque Jesús todavía no fué glorificado.

    División entre la gente

    40. Pues de la multitud, al oír esta palabra, decían: Este es verdaderamente el profeta; otros decían: Este es el Cristo;

    41. otros decían: ¿Es pues de Galilea que el Cristo viene?

    42. ¿No dijo la Escritura que del linaje de David, y de Bethlehem, de la aldea de donde era David, viene el Cristo?

    43. Hubo disensión pues en la gente a causa de él,

    44. y algunos querían prenderle, mas nadie echó sobre él las manos.

    !!Nunca ha hablado hombre así!

    45. Vinieron pues los alguaciles a los principales sacerdotes y fariseos, y éstos le dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?

    46. Y respondieron los alguaciles: Jamás habló un hombre como este hombre.

    47. Les respondieron pues los fariseos: ¿ Y vosotros también habéis sido engañados?

    48. ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos creyó en él?

    49. Mas esta gente que no conoce la ley, es maldita.

    50. Díceles Nicodemo, el que antes de noche vino a él, siendo uno de ellos:

    51. ¿Acaso juzga nuestra ley al hombre, sin primero escucharle y saber lo que hace?

    52. Le respondieron: ¿Eres tú también de la Galilea? Averigua, y ve que de la Galilea no ha sido suscitado profeta.

    La mujer adúltera

    53. [Y se fué cada uno a su casa,