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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 8 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    1. y Jesús se fué al monte de los olivos.]

    2. [De madrugada, de nuevo vino al templo, y todo el pueblo venía a él. Y sentándose les enseñaba.

    3. Y los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio,

    4. le dicen: Maestro, esta mujer fué sorprendida en adulterio;

    5. en la ley de Moisés nos fué mandado apedrear a las tales. Tú pues ¿qué dices?

    6. Decían esto probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, doblándose abajo, escribía con el dedo en la tierra.

    7. Mas como continuaban a preguntarle, enderezándose les dijo: El impecable de vosotros le arroje el primero la piedra.

    8. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.

    9. Ellos al oír esto, redargüidos por la conciencia, salieron uno por uno, empezando por los ancianos hasta los últimos, y fué dejado solo Jesús y la mujer que estaba en el medio.

    10. Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino la mujer, díjole: Mujer, ¿dónde están aquellos tus acusadores? ¿Ninguno te condenó?

    11. Ella dijo: Ninguno, señor. Díjole Jesús: Ni yo te condeno. Vete y no peques más].

    Jesús, la luz del mundo

    12. De nuevo, pues, Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en la obscuridad, mas tendrá la luz de la vida.

    13. Dijéronle los fariseos: Tú de ti mismo das testimonio; tu testimonio no es verdadero.

    14. Respondióles Jesús : Aunque yo doy testimonio de mí mismo, verdadero es mi testimonio, porque sé de dónde vine y a dónde voy.

    15. Vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros según la carne juzgáis.

    16. Yo no juzgo a nadie, y aunque juzgue yo, mi juicio es verdadero porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió;

    17. y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

    18. Soy yo el que doy testimonio de mí mismo, también da testimonio de mí el Padre que me envió.

    19. Decíales pues: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis ni a mi Padre. Si me conocieseis, a mi Padre también conocierais.

    20. Estas palabras pronunció Jesús en la Tesorería, enseñando en el templo, y nadie le prendió, porque aun no había llegado su hora.

    A donde yo voy, vosotros no podéis venir

    21. Dijo pues de nuevo Jesús: Yo me voy y me buscaréis, y en vuestro pecado moriréis. Adonde yo voy, vosotros no podéis venir.

    22. Decían pues los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, porque dice: Adonde yo voy, vosotros no podéis venir?

    23. Díjoles: Vosotros sois de lo de abajo; yo soy de lo de arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo.

    24. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados, porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

    25. Decíanle pues: Tú ¿quién eres? Díjoles Jesús: Precisamente lo que también os declaro.

    26. Muchas cosas tengo que decir y que juzgar de vosotros, mas el que me envió es verdadero y las cosas que oí de él, estas hablo al mundo.

    27. No entendieron que les hablaba del Padre.

    28. Díjoles Jesús: Cuando hubiereis elevado al hijo del hombre, entonces sabréis que yo soy, y que de por mí mismo nada hago, sino que como me enseñó mi Padre, estas cosas hablo

    29. y el que me envió está conmigo. No me dejó solo el Padre, porque yo hago siempre las cosas que le son agradables.

    30. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

    La verdad os hará libres

    31. Decía pues Jesús a los que en él habían creído: Si vos otros permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos,

    32. y conoceréis la verdad y la verdad os libertará.

    33. Respondiéronle : Linaje de Abraham somos, y de nadie hemos sido esclavos jamás. ¿Cómo dices tú: Vendréis a ser libres?

    34. Respondióles Jesús: En verdad, en verdad os digo que el que hace el pecado, esclavo es del pecado.

    35. El esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo queda para siempre.

    36. Si pues el hijo os libertare, seréis realmente libres.

    37. Sé que sois linaje de Abraham, pero procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros.

    38. Yo lo que he visto en mi Padre, lo hablo, y vos otros pues lo que habéis visto en vuestro padre, lo hacéis.

    Sois de vuestro padre el diablo

    39. Le respondieron y dijeron: Nuestro padre es Abraham. Díceles Jesús: Si sois hijos de Abraham, las obras de Abraham haced,

    40. mas ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad que oí de Dios. Esto Abraham no lo hizo.

    41. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle: Nosotros no fuimos engendrados de prostitución; un solo padre tenemos: Dios.

    42. Díjoles pues Jesús: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo de Dios salí y heme aquí, porque no es de mí mismo que he venido, sino que él me envió.

    43. ¿ Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra.

    44. Vosotros sois del padre, el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Aquel era homicida desde el principio, y en la verdad no está, por que no hay verdad en él. Cuando habla la mentira, habla de su propio fondo, porque es mentiroso y el padre del mentiroso, y a mí,

    45. porque digo la verdad, no me creéis.

    46. ¿ Quién de vosotros me convence de pecado? Si digo verdad ¿por qué vosotros no me creéis?

    47. El que es de Dios las palabras de Dios oye. Por esto vosotros no oís porque no sois de Dios.

    La preexistencia de Cristo

    48. Le respondieron, pues, los judíos: ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

    49. Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis.

    50. Mas yo no busco mi gloria. Hay quien la busca y juzga.

    51. En verdad, en verdad os digo: Si alguno guardare mi palabra, para siempre no verá la muerte.

    52. Dijéronle, pues, los judíos : Ahora sí sabemos que tienes demonio. Abraham murió y los profetas, y tú dices: Si alguno guardare mi palabra, no gustará la muerte para siempre.

    53. ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham el cual murió y los profetas murieron? ¿A quién te haces a ti mismo?

    54. Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es. Es mi Padre quien me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios,

    55. y no le conocéis; yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería semejante a vosotros, mentiroso, pero le conozco y guardo su palabra.

    56. Abraham, vuestro padre se regocijó para ver mi día, y lo vio, y se gozó.

    57. Dijéronle, pues, los judíos: Cincuenta años aun no tienes ¿y has visto a Abraham?

    58. Díjoles Jesús: En verdad, en verdad os digo: Antes que Abraham vino a ser, yo soy.

    59. Llevaron, pues, piedras para arrojarlas sobre él, mas Jesús se ocultó y salió del templo. Q