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jueves, julio 18, 2024
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    Marcos 14 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    El complot para prender a Jesús

    1. Era la Pascua y los ázimos dos días después; y buscaban los principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle,

    2. pero decían: No en la fiesta, para que no haya alboroto del pueblo.

    Jesús es ungido en Betania

    3. Y estando Jesús en Betania, en la casa de Simón, el leproso, y poniéndose a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de gran precio, y rompiendo el vaso, derramó sobre la cabeza de él.

    4. Mas había algunos que se indignaban entre sí y decían: ¿A qué se ha hecho esta pérdida del perfume?

    5. Porque podía esto ser vendido por trescientos denarios, y ser dado a los pobres; y se enfadaban contra ella.

    6. Mas Jesús dijo: Dejadla. ¿Por qué le dais disgustos? Buena obra hizo para mi,

    7. porque siempre a los pobres tenéis con vosotros y cuando queráis podéis hacerles bien, mas a mí no siempre me tenéis.

    8. Lo que pudo, ella hizo. Se anticipó a embalsamar mi cuerpo para el sepelio.

    9. De cierto os digo: Dondequiera que fuere predicado este evangelio en todo el mundo, también lo que hizo ella será hablado en recuerdo de ella.

    Judas ofrece entregar a Jesús

    10. Y Judas, el iscariote, uno de los doce, fué a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús.

    11. Al oírlo, se alegraron; y prometieron darle dinero, y él buscaba cómo oportunamente le entregaría.

    Institución de la Cena del Señor

    12. Y el primer día de los ázimos cuando sacrificaban la pascua, le dicen sus discípulos: ¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas la pascua?

    13. Y envía a dos de sus discípulos, y les dice: Id a la ciudad, y os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua. Seguidle,

    14. y donde entrare, decid al dueño de casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento en que coma la pascua con mis discípulos?

    15. Y él os mostrará una gran sala alta arreglada, dispuesta. Allí hacednos los preparativos.

    16. Y salieron sus discípulos y vinieron a la ciudad, como les había dicho, y prepararon la pascua.

    17. Y llegada la noche, viene con los doce,

    18. y estando ellos a la mesa y comiendo, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros me entregará, el que come conmigo;

    19. y ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo? y otro: ¿Acaso soy yo?

    20. El les respondió: Es uno de los doce, el que moja conmigo su pan en el plato.

    21. El hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero, ¡ay de aquel hombre por quien el hijo del hombre es entregado! Mejor le sería que no hubiese nacido aquel hombre.

    22. Y comiendo ellos, tomando pan, Jesús, bendiciendo (a Dios), lo partió, y lo dio a ellos, y dijo: Tomad comed. Esto es mi cuerpo.

    23. Y tomando un cáliz, dando gracias, lo dio a ellos, y bebieron de él todos;

    24. y les dijo: Esto es mi sangre, la de la nueva alianza, la que por muchos se derrama.

    25. De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel! día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.

    Jesús anuncia la negación de Pedro

    26. Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos.

    27. Y les dice Jesús: Todos seréis escandalizados en mí, esta noche, porque escrito está: Heriré al pastor, y serán esparcidas las ovejas,

    28. mas después de ser despertado, iré delante de vosotros a la Galilea.

    29. Y Pedro le dijo: Aunque todos fueren escandalizados, yo no.

    30. y Jesús le dice: de cierto te digo que hoy, en esta noche, antes que dos veces haya cantado un gallo, tres veces me habrás negado,

    31. mas él más y más hablaba: Aunque me fuere necesario morir contigo, no te negaré. Lo mismo decían también todos.

    Jesús ora en Getsemaní

    32. Y llegan a un lugar llamado Getsemaní, y dice a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que haya orado.

    33. Y toma consigo a Pedro, a Jacob o y a Juan, y comenzó a ser atemorizado y angustiado,

    34. y les dice: Muy triste está mi alma hasta la muerte. Quedaos aquí y velad.

    35. Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oraba para que, si posible, pasase de él la hora,

    36. y decía: Abba, Padre, todo te es posible, aparta de mí este cáliz; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.

    37. Y viene y los halla durmiendo, y dice a Pedro: Simón, duermes. No fuiste capaz de velar una sola hora.

    38. Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu pronto es, mas la carne débil.

    39. Y de nuevo fué y oró, diciendo la misma cosa.

    40. Y volviendo los halló de nuevo durmiendo, porque sus ojos estaban cargados, y no sabían qué responderle.

    41. Y viene la tercera vez y les dice: Dormid el resto, y descansad. Basta. Llegó la hora. He aquí el hijo del hombre es entregado en las manos de los pecadores.

    42. Despertaos. Vamos. He aquí el que me entrega está cerca.

    Arresto de Jesús

    43. Y estando aun él hablando, se presenta Judas, siendo uno de los doce, y con él una grande banda con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.

    44. El que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Aquel que besare, es él; prendedle, y llevadle con seguridad.

    45. Venido, acercándose en seguida a Jesús, le dice: ¡Maestro! y le besó.

    46. Ellos pues echaron sobre él las manos, y le prendieron.

    47. Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó ¡a oreja.

    48. Y Jesús, dirigiéndose a ellos, les dijo: Como contra ladrón salisteis con espadas y palos a prenderme.

    49. Cada día estaba con vosotros en el templo enseñando, y no os apoderasteis de mí. Mas es para que fuesen cumplidas las Escrituras.

    50. Y dejándole, todos huyeron,

    El joven que huyó

    51. y cierto mancebo le seguía, envuelto en una sábana sobre el cuerpo desnudo, y le agarran;

    52. mas él, dejando la sábana, desnudo les escapó.

    Jesús ante el concilio

    53. Y llevaron a Jesús al sumo sacerdote, y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas.

    54. Y Pedro de lejos le siguió hasta dentro del atrio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, y calentándose a la lumbre.

    55. Y los principales sacerdotes y todo el sanedrín buscaban contra Jesús testimonio para matarle; y no lo hallaban,

    56. porque muchos daban falsos testimonios contra él, y no eran concordantes los testimonios.

    57. Algunos levantándose declaraban falsamente contra él, diciendo:

    58. Nosotros lo oímos decir: Yo derribaré este templo, hecho de mano, y en tres días edificaré otro, hecho sin manos.

    59. Y ni aun así era concordante la deposición de ellos.

    60. Levantándose en el medio, el sumo sacerdote preguntó a Jesús: ¿No respondes nada? ¿Qué declaran éstos contra ti?

    61. Mas él callaba, y nada respondió. De nuevo el sumo sacerdote le preguntó: ¿Eres tú el Cristo, el hijo del Bendito?

    62. Jesús le dijo: Lo soy, y veréis al hijo del hombre sentado a la diestra de la omnipotencia, y viniendo con las nubes del cielo.

    63. El sumo sacerdote, rasgando sus vestiduras, dice: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?

    64. Oísteis la blasfemia. ¿Qué os parece? Y todos le juzgaron ser reo de muerte.

    65. Y comenzaron algunos a escupirle y vendarle los ojos y abofetearle y decir: Profetiza. Y los alguaciles le pegaban con varas (Jn. 19. 3).

    Pedro niega a Jesús

    66. Estando Pedro abajo, en el atrio, viene una de las criadas del sumo sacerdote.

    67. Y viendo a Pedro que se calentaba, y mirándole, le dice: Y tú con el nazareno Jesús estabas.

    68. Mas él negó, diciendo: Ni sé ni entiendo lo que tú dices. Y salió fuera al patio, y un gallo cantó.

    69. Y la criada, viéndole, de nuevo comenzó a decir a los presentes: Este es de ellos.

    70. Mas él de nuevo negaba. Y poco después, de nuevo los presentes decían a Pedro: Verdaderamente eres de ellos, y en efecto eres galileo, y tu habla es semejante.

    71. Mas él comenzó a hacer imprecaciones y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. ~

    72. Y luego por segunda vez un gallo cantó. Y acordóse Pedro de la palabra que le dijo Jesús: Antes que un gallo cante dos veces, me habrán negado tres veces. Y echándose fuera sollozaba.