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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 10 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Elección de los doce apóstoles

    1. Habiendo llamado a sus doce discípulos, Jesús les dio potestad sobre espíritus inmundos, para echarlos fuera, y curar toda enfermedad y toda /dolencia.

    2. De los doce apóstoles los nombres son: primero Simón, el dicho Pedro, y Andrés su hermano, Jacobo de Zebedeo, y Juan su hermano,

    3. Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano, Jacobo de Alfeo, y Lebeo, sobrenombrado Tadeo,

    4. Simón el Kananita y Judas, el iscariote, el que también le entregó.

    Misión de los doce

    5. A estos doce envió Jesús, dándoles estas instrucciones: A camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis;

    6. id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

    7. Yendo predicad que está cerca el Reino de los cielos.

    8. Sanad enfermos, limpiad leprosos, despertad muertos, echad fuera demonios. Gratuitamente recibisteis, gratuitamente dad.

    9. No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre en vuestros cintos,

    10. ni de alforjas para el camino, ni de dos túnicas, ni de zapatos, ni de bordón, porque el obrero es digno de su alimento.

    11. En cualquiera ciudad o aldea en que entrareis, informaos quién en ella es digno, y allí posad hasta que salgáis.

    12. Al entrar en la casa, saludadla, diciendo: Paz a esta casa.

    13. Y si fuere digna la casa, venga sobre ella vuestra paz, mas si no fuere digna, vuélvase vuestra paz a vosotros.

    14. Y quienquiera que no os recibiere, ni aún oyere vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.

    15. De cierto os digo: será más soportable para la tierra de Sodoma y Gomorra en día de juicio que para aquella ciudad.

    Persecuciones venideras

    16. He aquí yo os envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas.

    17. Guardaos de los hombres, porque, os entregarán a los tribunales, y en sus sinagogas os azotarán,

    18. y ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, en testimonio a ellos y a los gentiles.

    19. Cuando pues os entregaren no os acongojéis cómo o qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que hablaréis,

    20. pues, no sois vosotros los que habláis sino el espíritu de vuestro Padre es el que habla en vosotros.

    21. A la muerte entregará el hermano al hermano, el padre al hijo, y se levantarán hijos contra padres, y les darán muerte.

    22. Seréis aborrecidos de todos por mi nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvado (C. 24:13).

    23. Cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra. De cierto os digo que no habréis dado la vuelta de las ciudades de Israel, que habrá venido el hijo del hombre.

    24. No hay discípulo sobre el maestro, ni siervo sobre su señor.

    25. Basta al discípulo que sea como su maestro y al siervo como su señor. Si al dueño de casa, le llamaron Beelzebul, cuanto más a los de su casa.

    A quién se debe temer

    26. Luego no los temáis, porque nada hay encubierto que no será descubierto, ni oculto que no será conocido.

    27. Lo que os digo en las tinieblas, decidlo en la luz; lo que oís al oído, publicadlo sobre las azoteas.

    28. Y no temáis a los que matan al cuerpo, mas el alma no la pueden matar. Temed más bien al que puede perder alma y cuerpo en el Gehena.

    29. ¿No se venden dos pajarillos por tres centesimos? Y uno de ellos no caerá sobre la tierra sin vuestro Padre.

    30. De vosotros también los cabellos de la cabeza están todos contados.

    31. No temáis pues, más que muchos pajarillos valéis vosotros.

    32. Todo pues el que se declarare por mí delante de los hombres, yo también me declararé por él delante de mi Padre que está en los cielos,

    33. mas a todo el que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

    Jesús, causa de división

    34. No penséis que vine a meter paz sobre la tierra; no vine a meter paz, sino espada;

    35. porque vine a poner en disensión al hombre con su padre, a la hija con su madre, y a la nuera con su suegra;

    36. y el hombre tendrá por enemigos a los de su casa.

    37. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí,

    38. y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

    39. El que halló su vida la perderá, y el que perdió su vida por causa de mí, la hallará.

    Recompensas

    40. El que os recibe, me recibe, y el que me recibe, recibe al que me envió.

    41. El que recibe a un profeta a nombre de profeta, galardón de profeta recibirá; y el que recibe a un justo a nombre de justo, galardón de justo recibirá.

    42. Y si uno diere de beber a uno de estos pequeños un vaso solo de agua fría, a nombre de discípulo, de cierto os digo que no perderá su galardón.