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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 22 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Parábola de la fiesta de bodas

    1. Y respondiendo Jesús de nuevo les habló en parábolas:

    2. El reino de los cielos es hecho semejante a un rey, el cual hizo bodas a su hijo,

    3. y envió sus siervos a llamar a los convidados a las bodas, y ellos no quisieron venir.

    4. De nuevo envió a otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, aparejé mi comida: mis toros y los animales gordos están sacrificados, y todo está pronto. Venid a las bodas.

    5. Mas ellos sin hacer caso se fueron, uno a su campo, otro a sus negocios;

    6. y los demás, prendiendo a sus siervos los afrentaron y mataron.

    7. Oyéndolo, el rey fué irritado, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

    8. Entonces dice a sus siervos: Las bodas están preparadas, mas los convidados no eran dignos.

    9. Id, pues, a las encrucijadas de los caminos, y a todos cuantos hallareis, llamadlos a las bodas.

    10. Y saliendo a los caminos, aquellos siervos ayuntaron a todos los que hallaron, malos y buenos, y fué llenada la sala de bodas de comensales.

    11. Y entrando el rey para mirar a los comensales, vio allí a un hombre no vestido con traje de boda,

    12. y dícele: Amigo, ¿cómo entraste aquí sin tener vestido dé boda? Y él tuvo cerrada la boca.

    13. Entonces dijo el rey a los servidores: Atadle de pies y manos, y sacadle y echadle a las tinieblas exteriores, allí será el llanto y el rechinar de dientes,

    14. porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

    La cuestión del tributo

    15. Entonces partidos los fariseos tomaron consejo de qué manera le enredarían en palabra.

    16. Y le envían a los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, pues no miras a persona humana.

    17. Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo a César, o no?

    18. Conociendo la maldad de ellos, Jesús dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?

    19. Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.

    20. Y díceles: ¿De quién es esta imagen y la leyenda?

    21. Dícenle: De César. Entonces les dice: Devolved pues lo que es de César, a César, y lo que es de Dios, a Dios.

    22. Y oyéndolo se maravillaron, y dejándole se fueron.

    La pregunta sobre la resurrección

    23. En aquel día se llegaron a él unos saduceos, los que dicen no haber resurrección, y le preguntaron,

    24. diciendo: Moisés dijo: Si alguno muriere sin tener hijos, se casará su hermano con la mujer de él, y levantará posteridad a su hermano.

    25. Había pues entre nosotros siete hermanos, y el primero, después de casado, murió y no teniendo posteridad, dejó su mujer a su hermano;

    26. asimismo también el segundo y el tercero hasta los siete,

    27. después de todos murió también la mujer.

    28. En la resurrección pues ¿de cuál de los siete será mujer? porque todos la tuvieron.

    29. Jesús les respondió: Sois equivocados, por no saber las Escrituras ni el poder de Dios,

    30. porque en la resurrección ni se casan ni son casados, mas como ángeles de Dios en el cielo son.

    31. Respecto a la resurrección de los muertos ¿no leísteis lo que os fué dicho por Dios, en estas palabras:

    32. Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivientes.

    33. Y oyendo las gentes estaban sorprendidas de su enseñanza.

    El gran mandamiento

    34. Los fariseos, oyendo que había cerrado la boca a los saduceos, se juntaron en el mismo lugar.

    35. Y le preguntó uno de ellos, doctor de la ley, tentándole, y diciendo:

    36. Maestro, ¿cuál es mandamiento grande en la ley?

    37. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

    38. Este es el primer y. grande mandamiento.

    39. Un segundo, semejante a él, es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

    40. De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    41. Estando reunidos los fariseos, les preguntó Jesús

    42. ¿Qué os parece del Cristo? ¿de quién es hijo? Dicenles: de David.

    43. Díceles: ¿Cómo pues David en espíritu lo llama señor, diciendo:

    44. El Señor dijo a mi señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies?

    45. Si pues David le llama señor, ¿cómo es hijo de él?

    46. Y nadie podía responderle palabra, ni se atrevió alguien, desde aquel día, a hacerle más preguntas.