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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 7 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    El juzgar a los demás

    1. No juzguéis para que no seáis juzgados,

    2. porque con el juicio que juzgáis, seréis juzgados, y con el metro con que medís, se os medirá.

    3. ¿Por qué miras el arista que hay en el ojo de tu hermano, mas la viga que hay en tu ojo, no la percibes?

    4. O ¿cómo dirás a tu hermano:. Déjame sacar de tu ojo la arista, y he aquí la viga en tu ojo?

    5. ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la arista del ojo de tu hermano.

    6. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que éstos las huellen bajo sus pies, á y volviéndose os despedacen.

    La oración, y la regla de oro

    7. Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá,

    8. porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

    9. O ¿qué hombre hay de vosotros quien si su hijo le pidiere pan, le dará una piedra?

    10. O si le pidiere un pescado le dará una serpiente?

    11. Si, pues, vosotros, siendo males, sabéis hacer dádivas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden.

    12. Todo, pues, cuanto queráis que os hagan los hombres, así también vosotros hacedlo a ellos, porque esto es la Ley y los Profetas.

    La puerta estrecha

    13. Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella,

    14. porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo hallan.

    Por sus frutos los conoceréis

    15. Guardaos de los falsos profetas, los cuales vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces.

    16. Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de espinos o de abrojos higos?

    17. Así todo árbol bueno lleva frutos buenos; el árbol maleado lleva frutos malos.

    18. No puede un árbol bueno llevar frutos malos ni un árbol maleado llevar frutos buenos.

    19. Todo árbol que no lleva buen fruto es cortado y echado al fuego.

    20. Así que por sus frutos los conoceréis.

    Nunca os conocí

    21. No todo el que me dice: ¡Señor!, ¡Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

    22. Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor!, ¡Señor!, ¿no es en tu nombre que profetizamos, y en tu nombre que echamos demonios, y en tu nombre que hicimos muchos milagros?

    23. Y entonces les afirmaré: Nunca os conocí, apartaos de mí, los que obráis la iniquidad.

    Los dos cimientos

    24. Por tanto, a todo el que oye estas palabras mías, y las pone por obra, se asemejará a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca,

    25. y descendió la lluvia, y vinieron los torrentes y soplaron los vientos y dieron contra aquella casa, y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

    26. Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone por obra, se asemejará a un hombre insensato, el cual edificó su casa sobre la arena;

    27. y descendió la lluvia y vinieron los torrentes, y soplaron los vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa, y cayó, y era grande su ruina.

    28. Y fué que cuando acabó Jesús estas palabras, se impresionaban las multitudes de su enseñanza,

    29. porque era enseñándoles como quien tiene autoridad, y no como los escribas de ellos.