Romanos 11 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

El remanente de Israel

1. Mas con respecto a Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y contradictor (65:2).

2. Digo pues: ¿Desechó Dios a su pueblo? No, por cierto, y en efecto yo soy israelita, del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín.

3. No desechó Dios su pueblo que preconoció ; o ¿no sabéis en Elias lo que dice la Escritura cómo él interviene a Dios contra Israel? (1 Rey 19:10-18).

4. Señor a tus profetas mataron y tus altares derribaron y yo me quedé solo y buscan mi vida.

5. Mas ¿qué dice la divina respuesta? Me reservé siete mil hombres que no doblaron la rodilla ante Baal.

6. Así pues también en la época actual un residuo por elección de gracia ha habido.

7. Si es por gracia ya no depende de obras, de otra manera la gracia ya no es gracia.

8. ¿Qué pues? Lo que busca Israel, esto no lo consiguió, mas la elección lo consiguió, los demás fueron endurecidos,

9. como está escrito (Deut. 29'-4): Dios dióles espíritu de entorpecimiento, ojos de no ver, oídos de no oír hasta el día de hoy;

10. y David dice (Sal. 69:23-24): Séales la mesa de ellos por lazo, por trampa y por tropiezo y por paga.

La salvación de los gentiles

11. Sean oscurecidos los ojos de ellos para no ver y se doble siempre el espinazo.

12. Digo pues: ¿tropezaron para que cayesen? No por cierto, mas por la falta de ellos vino la salvación a los gentiles, de manera a estimularlos.

13. Si la falta de ellos es riqueza del mundo, y la quiebra de ellos riqueza de gentiles ¡cuánto más la plenitud de ellos!

14. A vosotros pues gentiles, hablo, en cuanto soy yo apóstol de gentiles, mi ministerio glorifico;

15. si de algún modo estimulare a mi carne y salvare a algunos de ellos;

16. porque si el desecho de ellos fué reconciliación del mundo ¿qué será la acogida sino vida de entre los muertos?

17. Si las primicias son santas, lo es también la masa, y si la raíz es santa también lo son las ramas.

18. Si algunas de las ramas fueron cortadas, y tú siendo acebuche fuiste injertado en ellas, y hecho participante de la raíz y de la savia del olivo,

19. no te jactes contra las ramas; si pues te jactas no eres tú que. sostienes a la raíz sino la raíz a ti.

20. Dirás pues: Fueron cortadas algunas ramas para que yo fuese injertado.

21. Bien; por la incredulidad fueron cortadas, mas tú por la fe estás de pie. No te ensoberbezcas, sino teme,

22. porque si Dios a las naturalmente ramas no preservó, ni a ti te preserve.

23. Mira pues la bondad y la severidad de Dios: en los caídos la severidad, y en ti la bondad, si permanecieres en la bondad; de otra manera tú también serás cortado,

24. y aquéllos, si no permanecieren en la incredulidad serán injertados, porque poderoso es Dios para injertarlos otra vez.

La restauración de Israel

25. Si en efecto tú fuiste cortado del por naturaleza acebuche y, contra naturaleza, fuiste injertado en el buen olivo, cuanto más éstos, que lo son por naturaleza, serán injertados en el propio olivo.

26. En efecto, no quiero que vosotros, hermanos, ignoréis este misterio, a fin de que no seáis presuntuosos en vosotros, que ha habido endurecimiento en parte a Israel hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado,

27. y así todo Israel será salvado, como está escrito (Is. 59:20-21, cf. 27-29): Vendrá de Sión el que libra, y apartará de Jacob la impiedad, y éste es el pacto de mi parte con ellos, cuando quitaré los pecados de ellos.

28. Según el evangelio, son enemigos a causa de vosotros, pero según la elección, son amados a causa de los padres,

29. porque irrevocables son las mercedes y la vocación de Dios.

30. En efecto, como también vosotros en otro tiempo desobedecisteis a Dios, mas ahora fuisteis tratados con misericordia por la desobediencia de éstos,

31. así también éstos ahora desobedecieron por la misericordia con que sois tratados, para que ellos también fuesen tratados con misericordia

32. porque los encerró Dios a todos en desobediencia, para que se compadeciese de todos.

33. ¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuan inescudriñables son sus juicios e investigables sus caminos!

34. ¿Quién conoció la mente del Señor? (Is. 40:13). ¿Quién fué su consejero? o

35. ¿quién le adelantó y se le devolverá? (Job 41:11).

36. Porque de él y por él y para él son todas las cosas, a él la gloria por los siglos. Amén.