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sábado, agosto 17, 2024
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    Lucas 9 - Palabra de Dios para Todos

    Misión de los doce discípulos

    1. Jesús reunió a los doce apóstoles. Les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades.

    2. Luego los mandó a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos,

    3. diciéndoles: -No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni alimentos, ni dinero ni un cambio de ropa.

    4. Quédense en la casa a donde lleguen hasta que se vayan del pueblo.

    5. Si no los quieren recibir en un pueblo, sacúdanse el polvo de los pies a manera de advertencia para ellos.

    6. Entonces los seguidores de Jesús salieron. Fueron por todos los pueblos anunciando a la gente las buenas noticias y sanando a la gente en todas partes.

    Muerte de Juan el Bautista

    7. El rey Herodes se enteró de todo lo que estaba pasando. Quedó confuso porque algunos decían: "Juan ha resucitado de la muerte".

    8. Algunos decían que Jesús era Elías. Otros decían que era uno de los antiguos profetas que había resucitado.

    9. Pero Herodes dijo: -Yo le corté la cabeza a Juan. Entonces ¿quién es este del que oigo decir todo esto? Y Herodes trataba de ver a Jesús.

    Alimentación de los cinco mil

    10. Los apóstoles regresaron y le contaron a Jesús todo lo que había pasado. Entonces Jesús se los llevó a un pueblo llamado Betsaida para estar a solas.

    11. Pero la gente se enteró y también fue. Jesús los recibió bien, les habló del reino de Dios y sanó a los que tenían enfermedades.

    12. Al atardecer, los doce apóstoles se acercaron a Jesús y le dijeron: -Dile a la gente que se vaya a los pueblos y campos cercanos a conseguir comida y un lugar donde dormir, porque aquí no hay nada.

    13. Pero Jesús les dijo: -Denles ustedes de comer. Ellos le dijeron: -Sólo tenemos cinco panes y dos pescados, a menos que quieras que vayamos a comprar comida para toda esta gente.

    14. Había allí como cinco mil hombres. Pero Jesús les dijo a sus seguidores: -Díganles que se sienten en grupos de más o menos cincuenta.

    15. Ellos les dijeron eso y todos se sentaron.

    16. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados. Miró hacia el cielo y dio gracias por la comida. Partió los panes y los peces y se los dio a sus seguidores para que se los repartieran a la gente.

    17. Todos comieron y quedaron satisfechos. Con las sobras se llenaron doce canastas.

    La confesión de Pedro

    18. Jesús estaba orando a solas. Sus seguidores se acercaron y él les preguntó: -¿Quién dice la gente que soy yo?

    19. Ellos contestaron: -Algunos creen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías y otros que uno de los antiguos profetas que ha resucitado.

    20. Él les dijo: -¿Y ustedes quién dicen que soy yo? Pedro respondió: -El Cristo de Dios.

    Jesús anuncia su muerte

    21. Jesús les advirtió que no se lo dijeran a nadie.

    22. Entonces les dijo: -El Hijo del hombre tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley. Tiene que morir, pero a los tres días será resucitado.

    23. Después Jesús les dijo a todos: -Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da cada día y seguirme.

    24. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, la salvará.

    25. De nada vale tener todo el mundo si uno mismo se destruye o se pierde.

    26. Si alguien se avergüenza de mí y de mi enseñanza, entonces yo me avergonzaré de él cuando venga en mi gloria. Mi gloria es la gloria de mi Padre y de los santos ángeles.

    27. Pero les digo la verdad: algunos de ustedes no morirán antes de haber visto el reino de Dios.

    La transfiguración

    28. Más o menos ocho días después de decir estas palabras, Jesús llevó a Pedro, Juan y Santiago a una montaña a orar.

    29. Mientras Jesús oraba, su cara cambió y su ropa se volvió de color blanco muy brillante.

    30. Allí aparecieron dos hombres que hablaban con él. Eran Moisés y Elías,

    31. quienes se veían también llenos de esplendor. Los dos hablaban de la muerte de Jesús, que iba a ocurrir en Jerusalén.

    32. Pedro y los que estaban con él, se habían quedado dormidos. Pero cuando se despertaron, vieron la gloria de Jesús y también a los dos hombres que estaban al lado de él.

    33. Cuando Moisés y Elías se iban, Pedro, sin saber lo que decía, le dijo a Jesús: -Maestro, qué bueno que estemos aquí. Permítenos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

    34. Pero mientras decía esto, una nube llegó y los envolvió. Los seguidores estaban muy asustados cuando entraron en la nube.

    35. Entonces salió de la nube una voz que decía: "Este es mi Hijo, mi escogido. ¡Obedézcanlo!"

    36. Después de que se dejó de oír la voz, Jesús quedó solo. Pedro, Juan y Santiago guardaron silencio. Por un tiempo no le dijeron a nadie lo que habían visto.

    Jesús sana a un muchacho endemoniado

    37. Al día siguiente bajaron de la montaña y mucha gente salió al encuentro de Jesús.

    38. Justo en ese momento, un hombre de la multitud gritó: -Maestro, te ruego que veas a mi único hijo, porque

    39. un espíritu se apodera de él. De repente grita, luego lo tira al suelo y le sale espuma por la boca. El espíritu lo sigue atormentando y lo deja rendido.

    40. Les rogué a tus seguidores que expulsaran al espíritu, pero no pudieron.

    41. Cuando Jesús escuchó esto, dijo: -¡Partida de incrédulos! ¡Cómo son de corrompidos! ¿Cuánto tiempo más tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Entonces Jesús le dijo: -Trae a tu hijo aquí.

    42. Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró al suelo y lo hizo convulsionar. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y lo regresó a su padre.

    43. Toda la gente estaba asombrada por el gran poder de Dios. Mientras toda la gente estaba asombrada de lo que Jesús había hecho, él les dijo a sus seguidores:

    Jesús anuncia otra vez su muerte

    44. -Pongan mucha atención a lo que les voy a decir ahora. El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres.

    45. Pero ellos no entendieron lo que decía, porque el mensaje estaba oculto para que no pudieran entenderlo. Tenían miedo de preguntarle qué quería decir.

    ¿Quién es el mayor?

    46. Los seguidores de Jesús comenzaron a discutir sobre quién de ellos era el más importante.

    47. Jesús sabía lo que estaban pensando, por eso puso a un niño pequeño a su lado, y

    48. les dijo: -El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. Y si me recibe a mí, también recibe a mi Padre que me envió. El más insignificante entre ustedes es el más importante.

    El que no es contra nosotros, por nosotros es

    49. Juan le dijo: -Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en tu nombre y tratamos de detenerlo porque no era uno de nosotros.

    50. Pero Jesús le dijo: -No lo detengan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes.

    Jesús reprende a Jacobo y a Juan

    51. Cuando se acercaba el momento de que Jesús fuera llevado al cielo, tomó la decisión de ir a Jerusalén.

    52. Envió a unos mensajeros antes de él a un pueblo samaritano para que prepararan todo para su llegada.

    53. Pero los samaritanos no lo recibieron porque iba hacia Jerusalén.

    54. Cuando sus seguidores Santiago y Juan vieron esto, dijeron: -Señor, ¿quieres que ordenemos que baje fuego del cielo para destruirlos?"

    55. Pero Jesús se dio vuelta y los regañó.

    56. Luego se fueron a otro pueblo.

    Los que querían seguir a Jesús

    57. Mientras estaban caminando, alguien le dijo a Jesús: -Te seguiré a dondequiera que vayas.

    58. Entonces Jesús le dijo: -Las zorras tienen sus madrigueras y las aves tienen sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene un lugar donde descansar la cabeza.

    59. Jesús le dijo a otro: -Sígueme. Pero el hombre le dijo: -Primero déjame ir a enterrar a mi padre.

    60. Jesús le contestó: -Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú ve y anuncia el reino de Dios.

    61. También otro hombre le dijo: -Yo te seguiré, Señor, pero primero deja que vaya a despedirme de mi familia.

    62. Pero Jesús le dijo: -Aquel que empieza a arar un campo y mira hacia atrás, no sirve para el reino de Dios.