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jueves, julio 18, 2024
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    Apocalipsis 14 - Peshita (Nuevo Testamento)

    El cántico de los 144 mil

    1. Luego vi, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte de Sion, y con Él la cantidad de ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales tenían escrito su Nombre y el Nombre de su Padre en sus frentes.

    2. Entonces oí un sonido del Cielo, semejante al estruendo de muchas aguas, como el estruedo de un gran trueno, y el sonido que escuché era semejante al de arpistas que tocaban su arpa,

    3. y entonaban un cántico nuevo delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y delante de los ancianos, y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de la Tierra.

    4. Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son castos; son los que siguen al Cordero adondequiera que va; son los que fueron redimidos de entre los hombres por Jesús, primicias para Dios y para el Cordero.

    5. No fue encontrado engaño en su boca, porque son sin mancha.

    El mensaje de los tres ángeles

    6. Luego miré a otro ángel que volaba en los cielos que tenía el Evangelio eterno para proclamarlo a los habitantes de la Tierra, a toda raza, linaje, lengua y pueblo,

    7. que decía en alta voz: ¡Sirvan a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! ¡Adoren al que hizo los cielos y la Tierra, el mar y las fuentes de las aguas!

    8. Y otro ángel, el segundo, lo siguió, diciendo: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! La que daba a beber el vino del furor de su prostitución a todas las naciones.

    9. Luego los siguió otro ángel, el tercero, diciendo en alta voz: ¡Si alguno adora a la bestia salvaje o a su imagen, y acepta su marca en su frente o en su mano,

    10. también beberá del vino de la ira de Dios que ha sido vertido sin diluír en la copa de su ira, y será atormentado en fuego y azufre delante de los santos ángeles y ante el trono!

    11. Y el humo de su tormento subirá por eternidades de eternidades; y para los que adoren a la bestia salvaje o a su imagen, no habrá reposo ni de día ni de noche.

    12. Aquí esta la perseverencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

    13. Luego escuché una voz del Cielo que dijo: Escribe: "Dichosos los muertos que mueren en Dios desde ahora". Si - dice el espíritu -, para que descansen de sus fatigas, aunque sus obras siguen con ellos.

    La tierra es segada

    14. Después vi, y he aquí una nube blanca, y sobre la nube, uno sentado, parecido a hijo de hombre, que tenía una corona de oro en su cabeza y una hoz afilada en su mano.

    15. Luego otro ángel salió del templo gritando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube.

    16. Y arrojó su hoz sobre la Tierra, y la Tierra fue segada.

    17. Después salió otro ángel del templo que está en el Cielo, que tenía también una hoz afilada.

    18. Y salió del altar otro ángel que tenía autoridad sobre el fuego, y llamó en alta voz al que tenía la hoz afilada, diciendo: Arroja tu hoz afilada y recoge los racimos del viñedo de la Tierra, porque sus uvas ya están maduras.

    19. Entonces el ángel arrojó su hoz sobre la Tierra, y recogió el viñedo de la Tierra, arrojándolo luego al lagar de la ira del gran Dios.

    20. Y el lagar de mil seiscientos estadios fue pisado hasta los frenos de los caballos.