26.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Hechos 11 - Peshita (Nuevo Testamento)

    Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén

    1. Y los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea se enteraron de que los gentiles también habían recibido la palabra de Dios,

    2. y al subir Simón a Jerusalén, los que eran de la circuncisión contendían con él,

    3. diciendo: Él ha entrado en casas de incircuncisos para comer con ellos.

    4. Entonces Simón comenzó a narrarles en orden:

    5. Mientras oraba yo en Jope, vi en una visión algo parecido a un lienzo que bajaba y que estaba atado de sus cuatro extremos, y bajaba del cielo, y vino hacia mí.

    6. Cuando lo observé, miré que había animales cuadrúpedos , reptiles y aves del cielo.

    7. Entonces escuché una voz que me decía: "Simón, levántate, mata y come".

    8. Pero yo dije: "¡De ningún modo, Señor mío! Porque jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo",

    9. y de nuevo una voz me dijo desde el Cielo: "Lo que Dios purificó no lo tengas tú por impuro".

    10. Esto ocurrió tres veces; luego todo fue alzado hacia al Cielo.

    11. Y en aquel mismo momento, los tres varones que Cornelio había mandado hacia mí desde Cesarea, llegaron y se pusieron en la entrada del patio de donde me hospedaba.

    12. Entonces el espíritu me dijo: "Ve con ellos sin vacilar". Y también vinieron conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa del varón,

    13. el cual nos narró cómo había mirado en su casa a un ángel que estaba de pie que le dijo: "Manda a la ciudad de Jope y haz venir a Simón, el que es llamado Pedro,

    14. porque él te hablará palabras mediante las cuales se salvarán tú y toda tu familia"

    15. Y cuando empecé a hablar allí, el espíritu santo se posó sobre ellos, como al principio sobre nosotros,

    16. y yo recordé la palabra de nuestro Señor, cuando decía: "Juan bautizó en agua, pero ustedes serán bautizados en el espíritu santo".

    17. Por tanto, si Dios ha dado igualmente el don a los gentiles que han creído en nuestro Señor Jesucristo, del mismo modo que a nosotros, ¿quién era yo para ser capaz de estorbar a Dios?

    18. Una vez que ellos escucharon estas palabras, se calmaron y dieron gloria a Dios, y decían: Tal vez Dios ha dado el arrepentimiento para salvación también a los gentiles.

    La iglesia en Antioquía

    19. Y los que habían sido esparcidos a causa de la tribulación que había ocurrido por causa de Esteban, llegaron hasta Fenicia, así como a la región de Chipre y a Antioquía, no hablando a nadie la palabra, excepto a los judíos.

    20. No obstante, había algunos entre ellos de Chipre y de Cirene que entraron en Antioquía y hablaron a los griegos y les anunciaron las buenas nuevas de nuestro Señor Jesús.

    21. Y la mano de Yahweh estaba con ellos, y muchos creyeron y se convirtieron al Señor.

    22. Entonces llegó a oídos de los miembros de la Iglesia que estaba en Jerusalén la noticia de estas cosas, y mandaron a Bernabé hasta Antioquía.

    23. Y cuando llegó allí y vio la gracia de Dios, se regocijó y les pidió que siguieran a nuestro Señor con todo su corazón,

    24. porque él era un varón bueno y lleno del espíritu santo y de fe. Y se añadía mucho pueblo a nuestro Señor.

    25. Después salió hacia Tarso para buscar a Saulo,

    26. y cuando lo encontró, lo trajo con él a Antioquía, y se reunieron unánimes un año entero con la congregación e instruyeron a mucha gente. Y fue en Antioquía donde desde ese tiempo se les comenzó a llamar cristianos a los discípulos.

    27. Por eso días llegaron a Antioquía unos profetas desde Jerusalén,

    28. y se levantó uno de ellos cuyo nombre era Agabo, que les hizo saber por medio del espíritu que habría hambre en toda la tierra[3], la cual sucedió en los días de Claudio César[4],

    29. Por tanto, cada uno de los discípulos, según lo que tenía, apartó algo para enviar el servicio a los hermanos que habitaban en Judea.

    30. Y lo enviaron a los ancianos de allá por medio de Bernabé y Saulo.