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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 11 - Peshita (Nuevo Testamento)

    Los mensajeros de Juan el Bautista

    1. Aconteció que al terminar Jesús de instruir a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

    2. Y cuando Juan se enteró estando en la cárcel acerca de las obras del Cristo, envió mediante sus discípulos

    3. a preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir o esperaremos a otro?

    4. Jesús contestó, diciéndole: Vayan y cuenten a Juan lo que escuchan y ven:

    5. LOS CIEGOS VEN, LOS COJOS ANDAN, los leprosos quedan limpios, LOS SORDOS OYEN, los muertos son resucitados y A LOS POBRES SE LES TRAEN BUENAS NUEVAS.

    6. Dichoso sea el que no se escandalice por causa de mí.

    7. Y habiéndose ellos marchado, empezó Jesús a hablar a la multitud acerca de Juan: ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

    8. Pero si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre ataviado con ropas elegantes? He aquí, los que se atavían con ropas elegantes están en los palacios.

    9. Y si no, ¿por qué salieron? ¿Para ver a un profeta? Sí, les digo, y más que profeta

    10. porque este es de quien está escrito: "HE AQUÍ, YO ENVÍO A MI MENSAJERO DELANTE DE TU PRESENCIA, QUE PREPARARÁ EL CAMINO DELANTE DE TÍ".

    11. De cierto les digo que entre los nacidos de mujer no ha surgido otro mayor que Juan el Bautista, pero el menor en el reino del Cielo es mayor que él.

    12. Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino del Cielo sufre violencia y los violentos lo arrebatan.

    13. Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan,

    14. y si quieren, admitan que él es Elías, el que estaba preparado para venir.

    15. El que tenga oídos para oír, entienda.

    16. ¿Con quién compararé a esta raza[22]? Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza, y gritando a sus amigos

    17. les dicen: "Les cantamos y no danzaron; entonamos endechas y no se lamentaron".

    18. Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y han dicho: "Tiene espíritu maligno",

    19. y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: "He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores". Pero la sabiduría ha sido justificada por sus hechos.

    Ayes sobre las ciudades impenitentes

    20. Entonces empezó Jesús a amonestar severamente a las ciudades en las que se habían hecho muchos de sus milagros y no se habían arrepentido, diciendo:

    21. ¡Ay de tí, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida, porque si en Tiro y en Sidón los milagros que se realizaron en ustedes, seguramente se habrían arrepentido en cilicio y ceniza.

    22. Pero yo les digo que en el día del juicio se procederá con menor severidad contra Tiro y contra Sidón que contra ustedes.

    23. Y tú, Capernaum, que fuise exaltada hasta el cielo, al Seol descenderás, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que se realizaron en tí, habría permanecido hasta día.

    24. Pero yo te digo que en el día del juicio se procederá con menor severidad contra la tierra de Sodoma que contra tí.

    Venid a mí y descansad

    25. En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre mío, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a los niños.

    26. Sí, Padre mío, porque así fue tu voluntad.

    27. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

    28. Vengan a mí todos los que están abatidos y cargados, y yo los haré descansar.

    29. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso[23] y humilde de corazón, y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS,

    30. porque mi yugo es placentero[24] y ligera mi carga.