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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 10 - Peshita (Nuevo Testamento)

    Elección de los doce apóstoles

    1. Llamando, pues, a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para que los expulsaran, y para que sanaran toda enfermedad y aflicción.

    2. Y estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de ellos Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;

    3. Felipe, Bartolomé, Tomás; Mateo el publicano; Jacobo; hijo de Alfeo, y Labai, que es llamado Tadeo;

    4. Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que lo entregó.

    Misión de los doce

    5. A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayan por camino de gentiles ni entren en ciudad de samaritanos,

    6. sino vayan a las ovejas de la casa de Istarel que se han extraviado.

    7. Y cuando vayan, proclamen diciendo: "El reino del Cielo se ha acercado".

    8. Sanen enfermos, limpien leprosos, expulsen espíritus malignos. De gracia recibieron, den de gracia.

    9. No se provean de oro, plata o bronce en sus bolsas;

    10. ni bolsa para el camino, ni cambio de ropa, ni sandalias, ni bastón, porque el trabajador es digno de su alimento.

    11. Y a toda ciudad o aldea donde entren, indaguen quién es digno en ella, y quédense allí hasta que se marchen,

    12. y al entrar en una casa saluden a la familia.

    13. Si la casa fuera digna, su paz venga sobre ella, pero si no fuera digna, su paz retorne a ustedes.

    14. Y todo el que no los reciba ni preste atención a sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies.

    15. De cierto les digo que en el día del juicio se procederá con menor severidad contra la tierra de Sodoma y Gomorra que contra aquella ciudad.

    Persecuciones venideras

    16. He aquí, yo los envío como corderos en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes e inocentes como palomas.

    17. Tengan cuidado con los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas,

    18. y por causa de mí habrán de comparecer ante gobernantes y reyes para que les sirva de testimonio a ellos y a los gentiles.

    19. Pero cuando los entreguen, no se preocupen de cómo o qué han de hablar, porque en ese momento se les dará lo que han de hablar,

    20. porque no serán ustedes los que hablen, sino el espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.

    21. El hermano entregará a la muerte a su hermano, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y les darán muerte.

    22. Y ustedes serán odiado por todos los hombres a causa de mi Nombre. Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.

    23. Pero cuando los persigan en esta ciudad[17], huyan a la otra, porque en verdad les digo: No terminarán de recorrer todas las ciudades de la casa de Israel hasta que venga el Hijo del Hombre.

    24. No hay discípulo que sea mayor que su maestro, ni siervo que sea mayor que su amo.

    25. Bástele al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa han llamado Baalzebub[18], ¿cuánto más a los de su familia?

    A quién se debe temer

    26. Así que, no les teman, porque no hay nada oculto que no haya de ser revelado, ni nada escondido que no haya de darse a conocer.

    27. Lo que les digo en la oscuridad háblenlo en la luz, y lo que escuchan al oído pregónenlo desde las azoteas.

    28. no tengan temor de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma, sino tengan temor de Aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en la Guejana.

    29. ¿No se venden dos gorriones por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos caerá al suelo sin permitirlo su Padre.

    30. En cuanto ustedes, aún cada uno de los cabellos de su cabeza están contados.

    31. Así que no tengan temor; son ustedes más valiosos que muchos gorriones.

    32. Así pues, cualquiera que me reconozca[19] en presencia de los hombres, yo también lo reconoceré en la presencia de mi Padre que está en el Cielo,

    33. pero a cualquiera que me niegue en presencia de los hombres, yo también lo negaré en la presencia de mi Padre que está en el Cielo.

    Jesús, causa de división

    34. No piensen que he venido a la Tierra a traer paz; no vine a traer paz sino espada.

    35. Porque he venido a PONER[20] AL HOMBRE CONTRA SU PADRE, A LA HIJA CONTRA SU MADRE, Y A LA NUERA CONTRA SU SUEGRA;

    36. Y LOS ADVERSARIOS DEL HOMBRE SERÁN LOS DE SU PROPIA FAMILIA.

    37. El que ame a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ame a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí.

    38. Cualquiera que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no es digno de mí.

    39. El que encuentre su alma la perderá, pero el que pierda su alma[21] por causa de mí, la encontrará.

    Recompensas

    40. El que los acepte a ustedes, a mí me acepta, y el que a mí me acepta, acepta a Aquel que me envió.

    41. El que reciba a un profeta por reconocerlo como profeta, recibirá recompensa de profeta, y el que reciba a un justo por reconocerlo como justo, recibirá recompensa de justo,

    42. y todo el que de de beber a uno de estos pequeños, aunque sea solamente un vaso de agua fresca por reconocerlo como discípulo, de cierto les digo que no perderá su recompensa.