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viernes, julio 19, 2024
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    Ezequiel 22 - Reina Valera 1865

    Los pecados de Jerusalén

    1. Y FUÉ palabra de Jehová a mí, diciendo:

    2. Y tú, o! hijo del hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú a la ciudad derramadora de la sangre? y le mostrarás todas sus abominaciones.

    3. Y dirás: Así dijo el Señor Jehová: Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para que venga su hora; y que hizo ídolos contra sí misma, para contaminarse.

    4. En tu sangre que derramaste, pecaste; y en tus ídolos que hiciste, te contaminaste; y has hecho acercar tus dias, y has llegado a tus años: por tanto te he dado en vergüenza a las gentes, y en escarnio a todas las tierras.

    5. Las que están cerca, y las que están léjos de tí, se reirán de tí: sucia te llamarán de nombre, y grande en quebrantamiento.

    6. He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en tí para derramar sangre.

    7. Al padre y a la madre despreciaron en tí: con el extranjero trataron con calumnia en medio de tí: al huérfano y a la viuda despojaron en tí.

    8. Mis santuarios menospreciaste, y mis sábados ensuciaste.

    9. Malsines hubo en tí para derramar sangre; y sobre los montes comieron en tí: hicieron suciedades en medio de tí.

    10. La desnudez del padre descubrieron en tí: la inmunda de menstruo forzaron en tí.

    11. Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en tí a su hermana, hija de su padre.

    12. Precio recibieron en tí para derramar sangre: usura y logro tomaste; y a tus prójimos defraudaste con violencia: olvidástete de mí, dijo el Señor Jehová.

    13. Y he aquí que herí mi mano a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de tus sangres que fueron en medio de tí.

    14. ¿Estará firme tu corazón? ¿tus manos serán fuertes en los dias que yo haré contigo? Yo Jehová hablé, y haré.

    15. Y yo te esparciré por las gentes, y te aventaré por las tierras, y haré fenecer de tí tu inmundicia.

    16. Y tomarás heredad en tí en los ojos de las gentes, y sabrás que yo soy Jehová.

    17. Y fué palabra de Jehová a mí, diciendo:

    18. Hijo del hombre, la casa de Israel se me han tornado en escoria; todos ellos como metal, y estaño, e hierro, plomo en medio del horno, escorias de plata se tornaron.

    19. Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis tornado en escorias, por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalem.

    20. Como quien junta plata, y metal, e hierro, y plomo, y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundir: así os juntaré en mi furor, y en mi ira; y haré reposar, y fundiros he.

    21. Yo os juntaré, y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor; y seréis fundidos en medio de él.

    22. Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros.

    23. Y fué palabra de Jehová a mí, diciendo:

    24. Hijo del hombre, dí a ella: Tú, tierra, eres no limpia, ni rociada con lluvia en el día del furor.

    25. La conjuración de sus profetas en medio de ella, como león bramando que arrebata presa: tragaron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella.

    26. Sus sacerdotes hurtaron mi ley, y contaminaron mis santuarios: entre santo y profano no hicieron diferencia, ni entre inmundo y limpio hicieron diferencia, y de mis sábados escondieron sus ojos, y yo era profanado en medio de ellos.

    27. Sus príncipes en medio de ella, como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para seguir la avaricia.

    28. Y sus profetas los embarraban con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así dijo el Señor Jehová: y Jehová no había hablado.

    29. El pueblo de la tierra oprimía de opresión, y robaba robo; y al afligido y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho.

    30. Y busqué de ellos hombre que hiciese vallado, y que se pusiese al portillo delante de mí por la tierra, para que yo no la destruyese, y no lo hallé.

    31. Por tanto derramé sobre ellos mi ira, con el fuego de mi ira los consumí; y dí el camino de ellos sobre su cabeza, dijo el Señor Jehová.