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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 22 - Reina Valera 1995

    1. Después me mostró un río limpio, de agua de vida,[1] resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero.

    2. En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida,[2] que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.[3]

    3. Y no habrá más maldición.[4] El trono de Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán,

    4. verán su rostro[5] y su nombre estará en sus frentes.[6]

    5. Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará[7] y reinarán por los siglos de los siglos.[8]

    La venida de Cristo está cerca

    6. [9] Me dijo: "Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.

    7. "¡Vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro".[10]

    8. Yo, Juan,[11] soy el que oyó y vio estas cosas. Después que las hube oído y visto, me postré a los pies del ángel que me mostraba estas cosas, para adorarlo.

    9. Pero él me dijo: "¡Mira, no lo hagas!, pues yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!"[12]

    10. Y me dijo: "No selles las palabras[13] de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

    11. El que es injusto, sea injusto todavía; el que es impuro, sea impuro todavía; el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo, santifíquese más todavía.[14]

    12. "¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.[15]

    13. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.[16]

    14. "Bienaventurados[17] los que lavan sus ropas[18] para tener derecho al árbol de la vida[19] y para entrar por las puertas en la ciudad.

    15. Pero los perros[20] estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira.[21]

    16. "Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,[22] la estrella resplandeciente de la mañana".[23]

    17. El Espíritu y la Esposa[24] dicen: "¡Ven!" El que oye, diga: "¡Ven!" Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.[25]

    18. Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

    19. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.[26]

    20. El que da testimonio de estas cosas[27] dice: "Ciertamente vengo en breve". ¡Amén![28] ¡Ven, Señor Jesús![29]

    21. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.[30]