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miércoles, julio 17, 2024
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    Job 3 - Reina Valera 2004

    Job maldice el día en que nació

    1. DESPUÉS de esto abrió Job su boca, y maldijo su día.

    2. Y exclamó Job, y dijo:

    3. Perezca el día en que yo nací, Y la noche que se dijo: Varón es concebido.

    4. Sea aquel día sombrío, Y no cuide de él Dios desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca.

    5. Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado, Que lo haga horrible como día caliginoso.

    6. Ocupe la oscuridad aquella noche; No sea contada entre los días del año, Ni venga en él número de los meses.

    7. ¡Oh que fuere aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella!

    8. Maldíganla los que maldicen al día, Los que se aprestan para levantar su llanto.

    9. Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana:

    10. Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria.

    11. ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?

    12. ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y para qué los pechos para que mamase?

    13. Pues que ahora yaciera yo, y reposara; Durmiera, y entonces tuviera reposo,

    14. Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que edifican para sí lugares desolados;

    15. o con los príncipes que poseían el oro, Que llenaban sus casas de plata.

    16. O ¿por qué no fui escondido como abortado, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?

    17. Allí los impíos dejan el perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas.

    18. Allí reposan juntos los cautivos; No oyen la voz del opresor.

    19. Allí están el chico y el grande; Y el siervo es libre de su señor.

    20. ¿Para qué se da luz al trabajado, Y vida a los de alma amargada,

    21. Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que a tesoros enterrados;

    22. Que se alegran sobremanera, Y se gozan, cuando hallan el sepulcro?

    23. ¿Para qué se da luz al hombre que no sabe por donde va, Y al cual Dios ha acorralado?

    24. Pues antes que mi pan viene mi suspiro; Y mis gemidos corren como aguas.

    25. Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.

    26. No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; No obstante me vino turbación.