Job 4 - Reina Valera 2004Elifaz reprende a Job1. Y RESPONDIÓ Elifaz el temanita, y dijo: 2. Si probáremos a hablarte, te será molesto; pero, ¿quién podrá detener las palabras? 3. He aquí, tú enseñabas a muchos, y las manos débiles corroborabas; 4. Al que tropezaba, enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían. 5. Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. 6. ¿Es esta tu reverencia, tu confianza, Tu esperanza, y la integridad de tus caminos? 7. Recapacita ahora, ¿quién siendo inocente pereció? Y ¿en dónde los rectos fueron cortados? 8. Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan. 9. Perecen por el aliento de Dios, y por el soplo de su furor son consumidos. 10. El rugido del león, y la voz del león, Y los dientes de los leoncillos son quebrantados. 11. El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos. 12. El asunto también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello. 13. En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres, 14. me sobrevino un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos; 15. y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne. 16. Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía: 17. ¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el hombre más limpio que el que lo hizo? 18. He aquí que en sus siervos no confía, y notó necedad en sus ángeles 19. ¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, Cuyo fundamento está en el polvo, Y que serán quebrantados por la polilla! 20. De la mañana a la tarde son destruidos, Y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere. 21. Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Mueren, aun sin sabiduría. |