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jueves, julio 18, 2024
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    1 Reyes 17 - Nueva Biblia Española (1975)

    Elías predice la sequía

    1. Elías, el tesbita (de Tisbé de Galaad), dijo a Ajab: ¡Vive el Señor, Dios de Israel, a quien sirvo! En estos años no caerá rocío ni lluvia si yo no lo mando.

    2. Luego el Señor le dirigió la palabra:

    3. Vete de aquí hacia el Oriente y escóndete junto al torrente Carit, que queda cerca del Jordán.

    4. Bebe del torrente y yo mandaré a los cuervos que te lleven allí la comida.

    5. Elías hizo lo que le mandó el Señor, y fue a vivir junto al torrente Carit, que queda cerca del Jordán.

    6. Los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y bebía del torrente.

    7. Pero al cabo del tiempo el torrente se secó, porque no había llovido en la región.

    Elías y la viuda de Sarepta

    8. Entonces el Señor dirigió la palabra a Elías:

    9. Anda, vete a Sarepta de Fenicia a vivir allí; yo mandaré a una viuda que te dé la comida.

    10. Elías se puso en camino hacia Sarepta, y al llegar a la entrada del pueblo encontró allí a una viuda recogiendo leña. La llamó y le dijo: Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para beber.

    11. Mientras iba a buscarla, Elías le gritó: Por favor, tráeme en la mano un trozo de pan.

    12. Ella respondió: ¡Vive el Señor, tu Dios! No tengo pan; sólo me queda un puñado de harina en el jarro y un poco de aceite en la aceitera. Ya ves, estaba recogiendo cuatro astillas: voy a hacer un pan para mí y mi hijo, nos lo comeremos y luego moriremos.

    13. Elías le dijo: No temas. Anda a hacer lo que dices, pero primero hazme a mi un panecito y tráemelo; para ti y tu hijo lo harás después.

    14. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "El cántaro de harina no se vaciará, la aceitera de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra". .

    15. Ella marchó a hacer lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo durante mucho tiempo.

    16. El cántaro de harina no se vació ni la aceitera se agotó, como lo había dicho el Señor por Elías.

    17. Más tarde cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa; la enfermedad fue tan grave, que murió.

    18. Entonces la mujer dijo a Elías: ¡No quiero nada contigo, profeta! ¿Has venido a mi casa a recordar mis culpas y matarme a mi hijo?

    19. Elías respondió: Dame a tu hijo. Y tomándolo de su regazo, se lo llevó a la habitación de arriba, donde él dormía, y lo acostó en la cama.

    20. Después clamó al Señor: Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me hospeda en su casa la vas a castigar haciéndole morir al hijo?

    21. Luego se echó tres veces sobre el niño, clamando al Señor: ¡Señor, Dios mío, que resucite este niño!

    22. El Señor escuchó la- súplica de Elías, volvió la vida al niño y resucitó.

    23. Elías tomó al niño, lo bajó de la habitación y se lo entregó a la madre, diciéndole: Aquí tienes a tu hijo vivo.

    24. La mujer dijo a Elías: ¡Ahora reconozco que eres un profeta y que la palabra del Señor que tú pronuncias se cumple!