26.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Hechos 22 - Nueva Biblia Española (1975)

    1. Padres y hermanos míos, escuchen la defensa que les presento ahora.

    2. AL oír que les hablaba en su lengua, el silencio se hizo aún mayor. Pablo continuó:

    3. Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel, me eduqué en todo el rigor de la Ley de nuestros padres y tenía tanto fervor religioso como ustedes ahora.

    4. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, aprisionando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres;

    5. y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y el Senado. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrara, para que los castigaran.

    Pablo relata su conversión

    6. Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo relampagueó en torno a mí,

    7. caí por tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"

    8. Yo pregunté: "¿Quién eres, Señor?" Me respondió: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues".

    9. Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía el que me hablaba.

    10. Yo pregunté: "¿Qué debo hacer, Señor?" El Señor me respondió: "Levántate, sigue hasta Damasco y allí te explicarán toda la tarea que se te ha asignado".

    11. Como yo no veía, cegado por el resplandor del relámpago, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.

    12. Un cierto Ananías, hombre devoto al modo de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad,

    13. vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: "Saulo, hermano, recobra la vista". Inmediatamente recobré la vista y lo vi.

    14. EL me dijo: "El Dios de nuestros padres te destinó a que conocieras su designio, vieras al Justo y escucharas palabras de su boca,

    15. porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.

    16. Ahora no pierdas tiempo: levántate, bautízate y lava tus pecados invocándolo a él".

    Pablo es enviado a los gentiles

    17. Regresé a Jerusalén, y estando en el templo caí en éxtasis;

    18. y lo vi a él, que me decía: "Date prisa, vete en seguida de Jerusalén, porque no van a aceptar tu testimonio acerca de mí".

    19. Yo repliqué: "Señor, si ellos saben que yo iba por las sinagogas para encarcelar a tus fieles y azotarlos;

    20. además, cuando se derramó la sangre de Esteban, tu testigo, estaba yo presente, aprobando aquello y guardando la ropa de los que lo mataban".

    21. Pero él me dijo: "Anda, que yo te voy a enviar a pueblos lejanos".

    Pablo en manos del tribuno

    22. Hasta aquel momento lo estuvieron escuchando, pero entonces empezaron a gritar: ¡Quita de en medio a ese individuo, no merece vivir!

    23. Como seguían gritando, tirando los mantos y echando polvo al aire,

    24. el comandante mandó que metieran a Pablo en el cuartel y ordenó que lo hicieran hablar a latigazos, para averiguar por qué gritaban así contra él.

    25. Mientras lo estiraban con las correas preguntó Pablo al capitán que estaba presente: ¿Les está permitido azotar a un ciudadano romano sin previa sentencia?

    26. Al oírlo, el capitán fue a avisar al comandante: Mira bien lo que vas a hacer, ese hombre es romano.

    27. Acudió el comandante y le preguntó: Dime, ¿tú eres romano? Pablo respondió: Sí.

    28. EL comandante añadió: A mí la ciudadanía romana me ha costado una fortuna. Pablo contestó: Pues yo la tengo de nacimiento.

    29. Los que iban a hacerlo hablar se retiraron en seguida, y el comandante tuvo miedo de haberle puesto cadenas, siendo ciudadano romano.

    Pablo ante el concilio

    30. Al día siguiente, queriendo poner en claro de qué lo acusaban los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Consejo en pleno, bajó a Pablo y lo presentó ante ellos.