28.1 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Hechos 9 - Nueva Biblia Española (1975)

    Conversión de Saulo

    1. Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote

    2. y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a llevarse detenidos a Jerusalén a todos los que seguían aquel camino, hombres y mujeres.

    3. En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente una luz celeste relampagueó en torno a él.

    4. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

    5. Preguntó él: ¿Quién eres, Señor? Respondió la voz: Soy Jesús, a quien tú persigues.

    6. Levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que tienes que hacer.

    7. Sus compañeros de viaje se habían detenido mudos de asombro, porque oían la voz, pero no veían a nadie.

    8. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. De las manos lo llevaron hasta Damasco,

    9. y allí estuvo tres días sin vista y sin comer ni beber.

    10. Había en Damasco un discípulo, de nombre Ananías. El Señor lo llamó en una visión: ¡Ananías! Respondió él: Aquí estoy, Señor.

    11. El Señor le dijo: Ve a la calle Mayor, a casa de Judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando

    12. y ha tenido una visión: que un hombre llamado Ananías entraba y le aplicaba las manos para que recobrara la vista.

    13. Ananías contestó: Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén;

    14. y aquí tiene poderes de los sumos sacerdotes para detener a todos los que te invocan.

    15. EL Señor le dijo: Anda, ve, que ese hombre es un instrumento elegido por mí para darme a conocer a los paganos y a sus reyes, además de a los israelitas.

    16. Yo le enseñaré cuánto tiene que sufrir por mí.

    17. Salió Ananías, entró en la otra casa, le aplicó las manos a Saulo y le dijo: Hermano Saulo, el Señor me ha enviado, Jesús, el que se te apareció cuando venías por el camino, para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo.

    18. Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron.

    19. Luego comió y le volvieron las fuerzas. Pasó unos días con los discípulos de Damasco,

    Saulo predica en Damasco

    20. y muy pronto se puso a predicar en las sinagogas afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.

    21. Los oyentes quedaban impresionados y comentaban: ¿No es éste el que descargaba su furia en Jerusalén contra los que invocan . ese nombre?, y ¿no había venido aquí precisamente para llevárselos detenidos a los sumos sacerdotes?

    22. Pero Pablo se crecía y tenía confundidos a los judíos de Damasco, demostrando que Jesús es el Mesías.

    Saulo escapa de los judíos

    23. Pasados bastantes días, los judíos se pusieron de acuerdo para matarlo,

    24. pero Saulo tuvo noticia de su conjura. Como día y noche custodiaban las puertas de la ciudad con intención de quitarlo de en medio,

    25. una noche fueron sus discípulos y lo descolgaron muro abajo en un cesto.

    Saulo en Jerusalén

    26. Llegado a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo.

    27. Entonces lo tomó Bernabé y se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado, y cómo en Damasco había predicado públicamente de Jesús.

    28. Saulo los acompañaba a todas partes y se movía libremente en Jerusalén predicando públicamente del Señor.

    29. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron eliminarlo.

    30. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesárea y lo hicieron embarcarse para Tarso.

    31. Entre tanto, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; se iba construyendo, progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicaba, alentada por el Espíritu Santo.

    Curación de Eneas

    32. Pedro, que iba recorriendo todas aquellas regiones, bajó a ver a los fieles que residían en Lida.

    33. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba del catre.

    34. Pedro le dijo: Eneas, Jesús el Mesías te da la salud; levántate y haz la cama. Se levantó inmediatamente.

    35. Lo vio toda la población de Lida y de la llanura de Sarón y se convirtieron al Señor.

    Dorcas es resucitada

    36. Había en Jafa una discípula llamada Tabita (es decir, Gacela), que hacía infinidad de obras buenas y de limosnas.

    37. Por entonces cayó enferma y murió; la lavaron y la pusieron en la sala del piso de arriba.

    38. Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar.

    39. Pedro se fue con ellos. Cuando llegó lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía.

    40. Pedro mandó salir fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar, y, dirigiéndose a la muerta, dijo: Gacela, levántate. Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro se incorporó.

    41. Pedro la tomó de la mano, la levantó y, llamando a los fieles y a las viudas, se la presentó viva.

    42. Esto se supo por toda Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

    43. Pedro se quedó en Jafa bastantes días, en casa de un tal Simón, que era curtidor.