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    Isaías 37 - Nueva Biblia Española (1975)

    Judá es librado de Senaquerib

    1. Cuando el rey Ezequías oyó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió un sayal y se dirigió al templo del Señor;

    2. y despachó a Eliaquín, el mayordomo de palacio; a Sobná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de sayal, para que fueran a decirle al profeta Isaías, hijo de Amos:

    3. Así dice Ezequías: Hoy es un día de angustia, de castigo y de vergüenza; los hijos llegan al parto, y no hay fuerza para darlos a luz.

    4. Ojalá oiga el Señor las palabras del copero mayor, a quien su señor, el rey de Asiría, ha enviado para ultrajar al Dios vivo, y castigue las palabras que el Señor, tu Dios, ha oído. Reza por el resto que todavía subsiste.

    5. Los ministros del rey Ezequías se presentaron a Isaías

    6. y él les respondió: Digan a su señor: Así dice el Señor: No te asustes por esas palabras que has oído, por las blasfemias de los sirvientes del rey de Asiría.

    7. Yo mismo les meteré un espíritu, y cuando oiga cierta noticia, se volverá a su país, y en su país lo haré morir a espada.

    8. El copero mayor regresó y encontró al rey de Asiría combatiendo contra Alba, pues había oído que el rey se había retirado de Laquis

    9. al recibir la noticia de que Tajarca, rey de Nubia, había salido para luchar contra él. Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías a decirle:

    10. Digan a Ezequías, rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías pensando que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiría.

    11. Tú mismo has oído cómo han tratado los reyes de Asiría a todos los países, exterminándolos, ¿y tú te vas a librar?

    12. ¿Los salvaron a ellos los dioses de los pueblos que mis predecesores destruyeron: Gozan, Jarran, Résef y los adanitas de Telasar?

    13. ¿Dónde están el rey de Jamat, el rey de Arpad, el rey de Sefarvaín, de Hená y de Avá?

    14. Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó; después subió al templo, la desplegó ante el Señor

    15. y oró:

    16. "Señor de los ejércitos, Dios de Israel, sentado sobre querubines: tú sólo eres el Dios de todos los reinos del mundo, tú hiciste el cielo y la tierra.

    17. Presta oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo.

    18. Es verdad, Señor: los reyes de Asiría han asolado todas las naciones y sus territorios,

    19. han quemado todos sus dioses -porque no son dioses, sino hechura de manos humanas, leño y piedra- y los han destruido.

    20. Ahora, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo, Señor, eres Dios".

    21. Isaías, hijo de Amos, mandó decir a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de Israel: He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria.

    22. Esta es la sentencia que el Señor pronuncia contra él: Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión: menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén.

    23. ¿A quién has ultrajado e insultado, contra quién has alzado la voz y levantado tus ojos a lo alto? ¡Contra el Santo de Israel!

    24. Por medio de tus servidores has ultrajado al Señor: "Con mis numerosos carros yo he subido a las cimas de los montes, a las cumbres del Líbano; he talado la estatura de sus cedros y sus mejores cipreses; llegué hasta la última cumbre, hasta lo más denso de su bosque.

    25. Yo alumbré y bebí aguas extranjeras ; sequé bajo la planta de mis pies todos los canales de Egipto".

    26. ¿No lo has oído? Desde antiguo lo decidí, en tiempos remotos lo preparé, y ahora la realizo; por eso tú reduces las plazas fuertes a montones de escombros.

    27. Sus habitantes, faltos de fuerza, con la vergüenza de la derrota, fueron como hierba del campo, como verde de los prados, como grama de las azoteas agostada antes de crecer.

    28. Sé cuándo te sientas y te levantas, cuándo entras y sales;

    29. cuando te agitas contra mí y cuando te calmas sube a mis oídos. Te pondré mi argolla en la nariz y mi freno en el hocico, y te llevaré por el camino por donde viniste.

    30. Esto te servirá de señal: Este año comerán ustedes el grano deficio; el año que viene, lo que brote sin sembrar; el año tercero sembrarán y segarán, plantarán viñas y comerán sus frutos.

    31. De nuevo el resto de la casa de Judá echará raíces por abajo y dará frutos por arriba;

    32. pues de Jerusalén saldrá un resto, los supervivientes, del Monte Sión: ¡el celo del Señor de los ejércitos lo cumplirá!

    33. Pues bien, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud;

    34. por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad -oráculo del Señor- .

    35. Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo.

    36. Aquella misma noche" salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; por la mañana, al despertar, los encontraron cadáveres.

    37. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive, y se quedó allí.

    38. Y un día, mientras estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Saréser lo mataron con la espada, y escaparon al territorio de Ararat. Y le sucedió en el trono su hijo Asaradón.